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Fidel proclama el carácter socialista de la Revolución Cubana

Iván Ljubetic Vargas, historiador del Centro de Extensión e Investigación Luis Emilio Recabarren, CEILER

1961. En los círculos gobernantes de Estados Unidos cada día que pasaba crecía la preocupación por su “patio trasero”. El ejemplo cubano era un fantasma que recorría América Latina. La influencia de su revolución aumentaba en los pueblos del continente.
Ante este hecho, el imperialismo decidió actuar rápidamente. Por entonces, el presidente del imperio era John Kennedy. Joven y dinámico, su persona irradiaba simpatía. El 13 de marzo de 1961, propuso a las naciones de América la llamada “Alianza para el Progreso”. Consiste –afirmaba el político yanqui – en un nuevo trato hacia las naciones al sur de Río Grande (límite sureño de Estados Unidos). Nunca más intervenciones de los marines. El hermano mayor estaba decidido a contribuir al progreso de los hermanos que habitaban su “patio trasero”.

Del dicho al hecho…

Bellas palabras. Pero los hechos eran otros. En los mismos momentos en que hacía su generoso anuncio, John Kennedy daba luz verde a una acción que preparaban mercenarios cubanos, adiestrados, financiados y apoyados militarmente por Estados Unidos.

Sólo un mes y dos días después del anuncio de Kennedy sobre la Alianza, aviones norteamericanos, pintados con los colores de la aviación cubana, tripulados por mercenarios, bombardearon sorpresivamente aeropuertos de la isla. Fue el 15 de abril de 1961. Asesinaron y sembraron la destrucción.

Fidel Castro respondió a la agresión imperialista proclamando, por primera vez, el carácter socialista de la Revolución Cubana. Fue en las masivas y combativas honras fúnebres de las siete víctimas del bombardeo, frente al Cementerio Colón, realizadas el 16 de abril de 1961.

Habla Fidel

“En el día de ayer –señaló Fidel Castro-, como todo el mundo sabe, aviones de bombardeo divididos en tres grupos, a las 6 en punto de la de la mañana penetraron en el territorio nacional procedentes del extranjero y atacaron tres puntos del territorio nacional, en cada uno de esos tres puntos los hombres se defendieron heroicamente, en cada uno de esos puntos corrió la sangre valerosa de los defensores… La hazaña yanki que arma mercenarios y les paga para que vengan a asesinar jóvenes de 16 y 17 años en un ataque sorpresivo, artero y traicionero en tos los órdenes, contra u país al que se le puede perdonar su vergüenza, su dignidad, su valor. Porque lo que no pueden perdonarnos los imperialistas es que estemos aquí, lo que no pueden perdonar los imperialistas es la dignidad, la entrega, el valor, la firmeza ideológica, el espíritu de sacrificio y el espíritu revolucionario del pueblo de Cuba”.

Una Revolución Socialista

“Eso es lo que no pueden perdonarnos, que estemos en sus narices ¡y que hayamos hecho una Revolución socialista en las propias narices de Estados Unidos!

Compañeros obreros y campesinos, esta es la Revolución socialista y democrática de los humildes, con los humildes y para los humildes. Y por estas Revolución de los humildes, por los humildes y para los humildes, estamos dispuestos a dar la vida…

Compañeros obreros y campesinos de la patria, el ataque de ayer fue el preludio de la agresión de los mercenarios, el ataque de ayer que costó siete vidas heroicas, tuvo el propósito de destruir nuestros aviones en tierra, mas fracasaron, sólo destruyeron tres aviones, y el grueso de los aviones del enemigo fue averiado o abatido”.

Finalizó su discurso diciendo: “Marchemos a nuestros respectivos batallones y allí esperemos órdenes, compañeros”.

Playa Girón

Tal como lo dijera Fidel, el ataque aéreo fue el preludio de una operación de mayor envergadura preparada por el imperialismo. A las 1,30 de la madrugada del 17 de abril de 1961, mercenarios cubanos –apoyados por Estados Unidos– invadieron Cuba por Playa Girón, ubicada en Bahía de Cochinos, al sur de la provincia de matanzas. Era la llamada Brigada 2506, la que reunía las características a una unidad de asalto anfibio de las fuerzas armadas de Estados Unidos y comprendía unos 1.500 hombres fuertemente armados, incluyendo tanques, artillería de campaña y 30 aviones.
El pueblo cubano, encabezado por Fidel Castro, respondió rápida y valerosamente. En 68 horas fue aplastada la agresión. Los invasores, que llegaron convencidos de vencer rápidamente, fracasaron. Algunos perdieron la vida. Los más, cayeron prisioneros.

Esta fue la primera derrota militar del imperialismo estadounidense en América Latina. No obtuvo éxito la estratagema de derrotar al Gobierno cubano con la mano del gato de los “gusanos” residentes en Miami.

Fidel Castro Ruz

Iván Ljubetic Vargas, historiador del Centro de Extensión e Investigación Luis Emilio Recabarren, CEILER

Fidel Castro nació en el poblado de Birán, en Mayarí, en la antigua provincia de Oriente, el 13 de agosto de 1926. En 1934 ingresó en el colegio salesiano y en 1939 al Colegio de Dolores, de los jesuítas. Ambos en Santiago de Cuba.

En 1942 estudió en el Colegio de Belén de La Habana, Finalizó el bachillerato en junio de 1945.

Sus inicios en la política

Ingresó en la Universidad de La Habana el 4 de septiembre de 1945. Se matriculó en tres carreras Derecho, Derecho Diplomático y Ciencias Sociales.

Sus primeros pasos en la política fueron en el ámbito estrictamente universitario. Fue elegido delegado de curso y llegó a recibir amenazas de muerte al enfrentarse a un candidato de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) apoyado por el gobierno de Ramón Grau San Martín.

Contra el Dictador Trujillo

En 1947, con 21 años, como presidente del Comité Pro Democracia Dominicana de la FEU, promovió acciones por la destitución del dictador dominicano Rafael Trujillo, y formó parte de la Invasión de Cayo Confites, con el objetivo de derrocarlo. Al ser interceptados en la Bahía de Nipe al intentar alcanzar suelo dominicano, se lanzó al agua y escapó a nado hasta Cayo Saetía.

Testigo del “Bogotazo”

En 1948 fue enviado a Colombia como delegado de la FEU a la IX Conferencia Interamericana; estaba citado para encontrarse con el candidato a presidente Jorge Eliécer Gaitán la misma tarde en que éste fue asesinado. Este crimen fue la chispa que produjo el levantamiento popular conocido como el «Bogotazo». En él participó Fidel.

Simpatizante del Partido Ortodoxo

En 1950 obtuvo su diploma en leyes. En junio de 1952 el Partido Ortodoxo lo presentó, en calidad de independiente, como candidato a la Cámara de Representantes del Congreso cubano por una circunscripción de La Habana. El golpe de estado de Fulgencio Batista derrocó al gobierno de Carlos Prío Socarrás y anuló las elecciones.

Por entonces, su hermano Raúl era militante de la Juventud Comunista de Cuba.

Enfrentando a Batista

En marzo de 1952, Fidel Castro denunció a Batista ante un Tribunal de Urgencia por violar la constitución. Argumentó: “Si existen tribunales, Batista debe ser castigado, y si Batista no es castigado… ¿Cómo podrá después este tribunal juzgar a un ciudadano cualquiera por sedición o rebeldía contra este régimen ilegal producto de la traición impune?”

Por la vía armada

Los tribunales rechazaron la demanda. Entonces, Fidel Castro entendió que el único camino era el revolucionario, inspirado ya por Marx, Lenin y Martí. También, que en el caso de Cuba se legitimaba la lucha armada como única vía posible para derrocar la dictadura. Fidel organizó y llevó a cabo el ataque armado contra los cuarteles Moncada, de Santiago de Cuba, y Carlos Manuel de Céspedes, de Bayamo ambos en la provincia de Oriente el 26 de julio de 1953.
Fracasaron ambas acciones. Muchos de los participantes fueron asesinados. Algunos enviados a la cárcel. Entre estos estaban Fidel y su hermano. Luego de 22 meses de prisión fueron liberados, gracias a la amnistía general de mayo de 1955. Meses después, Fidel se exilió en Estados Unidos y después en México.

Llegan a Cuba en el Granma

Fidel y otros 82 miembros del denominado Movimiento 26 de Julio llegaron a Cuba el 2 de diciembre de 1956 a bordo del yate Granma con la intención de invadir la isla. El desembarco debía ejecutarse de forma sincronizada con un grupo de miembros de la organización, encabezado por Frank País, que trataría de tomar Santiago de Cuba.

Se inicia la Guerra de Guerrillas

Sin embargo, la acción fracasó al retrasarse dos días el desembarco. Ya alertado, el ejército se desplegó en la zona a la espera de los expedicionarios. A los pocos días del desembarque son sorprendidos en Alegría del Pío. Los pocos sobrevivientes (entre ellos, Ernesto Che Guevara, Raúl Castro, Juan Almeida y Camilo Cienfuegos) se retiraron a la Sierra Maestra, desde donde empezaron una guerra de guerrillas contra el gobierno de Batista. Los revolucionarios llegaron a contar con más de 800 combatientes frente a los más de 70.000 soldados de Batista.

Sorprendentes victorias

Fidel Castro, comandante de la expedición, fue nombrando progresivamente como comandantes al Che, Raúl Castro, Camilo Cienfuegos, Almeida y algunos otros, ocupando él desde aquella época la graduación de «comandante jefe» (lo que evolucionó hasta «comandante en jefe»).

El 24 de mayo de 1958 Batista envió diecisiete batallones contra los rebeldes en la “Operación Verano”, pero los revolucionarios lograron una serie de sorprendentes victorias.

Triunfa la Revolución

El 1 de enero de 1959 huyó Batista y se proclamó el triunfo de la revolución.

Fidel Castro hace su entrada triunfal en La Habana el 8 de enero, donde dice: “La tiranía ha sido derrocada. La alegría es inmensa. Y sin embargo, queda mucho por hacer todavía. No nos engañamos creyendo que en lo adelante todo será fácil; quizás en lo adelante todo sea más difícil”.

La operación verdad

Desde los primeros días se comenzaron a juzgar en tribunales revolucionarios a quienes cometieron crímenes durante la dictadura de Batista.

Ante las duras críticas por parte de los medios de comunicación internacionales, que acusaban a estos tribunales, entre otras cosas, de condenar por motivos políticos, surgió la llamada Operación Verdad. Constó de tres actos fundamentales: la creación de la agencia cubana de noticias Prensa Latina, una concentración de alrededor de un millón de ciudadanos en apoyo a las medidas, con la presencia de 380 periodistas de Estados Unidos y Latinoamérica el día 21 de enero de 1959 ante el Palacio Presidencial de la Habana y la celebración de una rueda de prensa al día siguiente en el hotel Habana Riviera para que la prensa internacional plantease preguntas a Castro.

El 23 de enero de 1959 viajó a la capital de Venezuela. Pronunció un discurso en el acto central de conmemoración del primer aniversario del derrocamiento de Pérez Jiménez.

Al día siguiente fue recibido en el congreso venezolano. También visitó la Universidad Central, con la presencia del poeta chileno Pablo Neruda. El día 24 se reúne con el recién elegido presidente Rómulo Betancourt.

Fidel Castro Primer Ministro de Cuba

Fidel Castro firma como Primer Ministro de Cuba el 16 de febrero de 1959

Fidel Castro fue nombrado primer ministro el 16 de febrero de 1959 y electo presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de la República de Cuba el 3 de diciembre de 1976, cargos que ocupó hasta el 24 de febrero de 2008.

Viaja a Estados Unidos

Entre el 15 y el 27 de abril realizó un viaje de buena voluntad a los Estados Unidos en visita no oficial, a invitación de la Asociación Americana de Editores de Periódicos. El 19 de abril se entrevista con el vicepresidente estadounidense Richard Nixon en su despacho del Capitolio (el presidente Eisenhower se excusó por no recibirlo, aduciendo una partida de golf). Durante su estancia en la ciudad de Washington realizó diversos homenajes visitando los monumentos a George Washington, Thomas Jefferson, Abraham Lincoln y la tumba del soldado desconocido en el Cementerio Nacional de Arlington.
Llegó a Nueva York el día 21 donde se entrevistó brevemente con el Secretario General de Naciones Unidas, Dag Hammarskjöld, además de realizar un multitudinario mitin en Central Park el día 24. Finalizó su viaje con una visita a Houston (Texas).

Visita Argentina, Uruguay, Canadá y Brasil

El 2 de mayo de 1959 viajó a Buenos Aires Argentina, donde pronunció un discurso en el Consejo Económico de los 21 donde propone la creación de un mercado único latinoamericano.
También visita brevemente Uruguay, Canadá y Brasil.

Positivas medidas

El 17 de mayo se decretó la primera Ley de Reforma Agraria, firmada en Sierra Maestra, que confiscó todas las propiedades de más de 420 hectáreas de extensión. De forma simbólica, la primera propiedad expropiada fue la de su propia familia. Además, fundó organismos de nuevo tipo como el Instituto Nacional de Reforma Agraria (del cual fue su primer presidente) e instituciones culturales como la Imprenta Nacional de Cuba (fundada el 31 de marzo) y el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (creado el 24 de marzo).

Renuncia el Presidente Urrutia

A mediados de julio de 1959 dimitió del cargo de Primer Ministro argumentando que sus diferencias con el presidente Urrutia ponían en peligro el proceso revolucionario. Esto motivó una masiva exigencia popular para que se reincorporara al cargo, forzando la renuncia del presidente Urrutia el 17 de julio. El nuevo presidente de la República, Osvaldo Dorticós, lo vuelve a nombrar Primer Ministro el 26 de julio.

Primeras tensiones con Estados Unidos

La aprobación de la primera Ley de Reforma Agraria afectó seriamente intereses de propietarios cubanos y de estadounidenses. Desde finales de octubre de 1959 el presidente estadounidense Dwight Eisenhower aprueba diversas medidas propuestas por el Departamento de Estado y la CIA para emprender acciones encubiertas contra Cuba, que incluyen ataques piratas aéreos y navales, y la promoción y apoyo directo a las organizaciones contrarrevolucionarias dentro de Cuba. También se establece como objetivo la eliminación física de Castro.

Muere Camilo Cienfuegos

El 28 de octubre de 1959 falleció Camilo Cienfuegos en un accidente aéreo al regresar a la capital desde Camagüey, tras el encarcelamiento del Comandante Huber Matos (jefe del regimiento militar de la provincia) y que había participado en un levantamiento contrarrevolucionario.

Convenios con la Unión Soviética

En febrero de 1960 el vice primer ministro soviético Anastás Mikoyán visitó Cuba y la URSS concedió un crédito de cien millones de dólares. Además se firmaron tratados para la compra de azúcar y la venta de petróleo. En esa época los cubanos reciben la visita de los filósofos franceses Jean Paul Sartre y Simone de Beauvoir.

La explosión del “Le Coubre”

El 4 de marzo de 1960 se produjo en La Habana la explosión del vapor francés “La Coubre”, que transportaba armas para Cuba. El sabotaje provocó una doble explosión con un saldo de ciento un muertos y más de doscientos heridos. Al día siguiente, en el sepelio de las víctimas, Fidel Castro pronunció por primera vez la consigna con la que su finalizaba sus discursos:

“Y sin inmutarnos por las amenazas, sin inmutarnos por las maniobras, recordando que un día nosotros fuimos 12 hombres solamente y que, comparada aquella fuerza nuestra con la fuerza de la tiranía, nuestra fuerza era tan pequeña y tan insignificante, que nadie habría creído posible resistir; sin embargo, nosotros creíamos que resistíamos entonces, como creemos hoy que resistimos a cualquier agresión. Y no sólo que sabremos resistir cualquier agresión, sino que sabremos vencer cualquier agresión, y que nuevamente no tendríamos otra disyuntiva que aquella con que iniciamos la lucha revolucionaria: la de la libertad o la muerte. Sólo que ahora libertad quiere decir algo más todavía: libertad quiere decir patria. Y la disyuntiva nuestra sería «patria o muerte»”.

Se reanudan las relaciones con la URSS

Tras el atentado, el gobierno cubano, que acusó de los hechos a EE. UU., afirmó que comprará armas a quien se las venda. El 17 de marzo de 1960, el presidente Eisenhower ordenó la preparación de hombres para invadir la isla.

El 8 de mayo se reanudaron las relaciones diplomáticas con la URSS, interrumpidas por Batista en 1952.

Se agudizan los problemas con USA

El 29 de junio de 1960, el gobierno cubano confiscó las refinerías de Texas Oil Company, Shell y Esso, luego de negarse a procesar el petróleo soviético. El 6 de julio, el presidente de Estados Unidos decretó la rebaja de 700 000 toneladas de azúcar de la cuota cubana en el mercado de ese país. Dos días más tarde, el senado estadounidense facultó al presidente Eisenhower para suspender todo tipo de ayuda a países que confiscaran propiedades estadounidenses. Como reacción, el Consejo de Ministros cubano acordó otorgar poderes al presidente de la República y al primer ministro para confiscar las propiedades estadounidenses. El 6 de agosto, en el estadio del Cerro (hoy Latinoamericano), Castro anunció la confiscación de gran número de empresas estadounidenses, incluyendo las refinerías de petróleo, 36 centrales azucareros y las compañías de teléfonos y electricidad.

Acude a la Asamblea General de la ONU

Fidel en la ONU en septiembre de 1960

El 18 de septiembre de 1960, Fidel viajó a Nueva York para acudir al XV periodo de sesiones de la Asamblea General de Naciones Unidas. Al día siguiente, la dirección del hotel Shelbourne (en el que se alojaba la delegación cubana) notificó a Fidel Castro que deben abandonar ese establecimiento. Entonces la delegación cubana aceptó el ofrecimiento del propietario del Hotel Theresa, en el barrio neoyorquino de Harlem. En él, recibió al presidente soviético Nikita Jrushchov, al presidente egipcio Gamal Abdel Nasser, al primer ministro indio Jawaharlal Nehru y al dirigente negro Malcolm X.

Jrushchov, al ser preguntado sobre si Castro era comunista respondió: «No sé si Fidel es comunista, pero yo soy “fidelista”».

Fidel Castro y Nikita Jrushchov

Surgen los Comités de Defensa de la Revolución

El 28 de septiembre, Fidel Castro propuso constituir un sistema de vigilancia colectiva revolucionaria, ante una multitud reunido en la Plaza de la Revolución. Así surgieron los Comités de Defensa de la Revolución, que tendrían la misión de detectar y denunciar a los enemigos de la Revolución.

Estados Unidos rompe relaciones con Cuba

El 15 de octubre Castro dispuso la confiscación de la propiedad urbana, medida que afectó a intereses estadounidenses, y cuatro días después Washington respondió prohibiendo las exportaciones a la isla, salvo ciertos alimentos, medicinas y suministros médicos. Al embargo se añadió el boicot total cuando el 16 de diciembre Eisenhower redujo a cero la cuota azucarera. Finalmente, el 3 de enero de 1961 Estados Unidos rompió las relaciones diplomáticas con Cuba.

Fidel define como socialista la Revolución Cubana

En enero de 1961 comenzó el mandato presidencial de John Fitzgerald Kennedy, que heredó de la administración anterior los planes de invasión. En este mes, en Cuba se inició la Campaña Nacional de Alfabetización, con el fin de erradicar el analfabetismo, que afectaba a cerca de un millón de personas en Cuba.
El 15 de abril ocho aviones estadounidenses A-26 Invader (con insignias cubanas) bombardearon los aeropuertos militares de Ciudad Libertad, San Antonio de los Baños y el Antonio Maceo de Santiago de Cuba. El día siguiente, en el sepelio por las víctimas del bombardeo, Fidel definió como socialista el proceso revolucionario y, ante la inminencia de la invasión, afirmó:

“Eso es lo que no pueden perdonarnos, que estemos ahí en sus narices ¡y que hayamos hecho una Revolución socialista en las propias narices de Estados Unidos!”

Playa Girón

La madrugada del 17 de abril desembarcaron en Playa Girón y Playa Larga (en la Bahía de Cochinos) una expedición de alrededor de 1500 hombres de la denominada «brigada 2506» escoltados por sus buques.

Encontraron una escasa resistencia. Horas después paracaidistas fueron transportados tierra adentro para ampliar la zona invadida. El grupo había sido reclutado entre latinos, mayoritariamente cubanos, y entrenados en Nicaragua por la CIA. La expedición partió desde Guatemala, lo que sirvió a la diplomacia estadounidense para negar cualquier conocimiento del asunto en Naciones Unidas, aunque posteriormente Kennedy reconoció la participación de su gobierno.

El día 18 se produce la contraofensiva de las fuerzas cubanas dirigidas por Fidel Castro en el propio escenario de los hechos. La invasión fracasó 72 horas después de haber comenzado. Fueron apresados 1197 gusanos, que serían juzgados y devueltos a EE. UU., a cambio de una indemnización en medicinas y alimentos (lo que se conoció popularmente como «compotas por mercenarios»).

Fidel se autodefine como  Marxista- Leninista

El 30 de noviembre, Kennedy autorizó la Operación Mangosta, un programa de guerra subversiva, que comprendía acciones de guerra económica, de inteligencia, de guerra psicológica, de apoyo a grupos armados, y de apoyo a organizaciones políticas contrarrevolucionarias.

El 2 de diciembre de 1961, en un mensaje televisado en cadena nacional Fidel anunció a Cuba y al mundo: “con entera satisfacción y con entera confianza soy marxista-leninista y seré marxista-leninista hasta el último día de mi vida”.

La Santa Alianza: El Papa, la OEA y el Imperialismo

El 3 de enero de 1962 es excomulgado por el Papa Juan XXIII, en aplicación del decreto de 1949 de Pío XII que estableció dicha pena para los católicos que difundieran el comunismo o apoyaran a gobiernos comunistas.

El 31 de enero de ese año, en la Octava Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores de la OEA, celebrada en Punta del Este (Uruguay), se aprobaron una serie de resoluciones por las que se declaraba la incompatibilidad entre el carácter marxista-leninista del gobierno cubano con su pertenencia al Sistema Interamericano. El 4 de febrero, como respuesta a la expulsión de la OEA, Fidel proclamó la Segunda Declaración de la Habana en la Plaza de la Revolución. El texto, que analizaba el efecto del colonialismo y el imperialismo sobre América Latina, acusaba a la OEA de ser «un ministerio de colonias yanquis».

El 7 de febrero, Estados Unidos impuso sobre Cuba el embargo comercial, económico y financiero.

La crisis de los misiles

La URSS apoyó al gobierno revolucionario encabezado por Fidel Castro. Para defenderla de un posible ataque imperialista, el líder soviético Nikita Jrushchov y su gobierno decidieron la instalación de bases de misiles, con capacidad para alcanzar a los EE.UU. y dispuestos para llevar cabezas nucleares. El gobierno cubano, ante la posible existencia de un plan para la invasión directa de los EE.UU. tras la fallida invasión mercenaria, aceptó el emplazamiento a pesar de su inicial oposición a que el acuerdo fuese secreto.

La instalación fue descubierta por las fotografías de un avión espía estadounidense. Kennedy ordenó establecer una cuarentena y un cerco alrededor de la isla, desplegándose barcos y aviones de guerra estadounidenses. Jrushchov dirigió un mensaje a Kennedy el 24 de octubre: «…la URSS ve el bloqueo como una agresión y no instruirá a los barcos que se desvíen».

El gobierno cubano exigía el cumplimiento de 5 puntos para la retirada de los misiles: el fin del bloqueo, el fin de los ataques piratas, el fin de la guerra sucia, el fin de los planes subversivos y la retirada estadounidense de la Base Naval de Guantánamo.

Jrushchov propuso a Kennedy el desmantelamiento de las bases soviéticas de misiles nucleares en Cuba, a cambio de la garantía de que EE.UU. no invadiría a Cuba ni apoyaría operaciones con ese fin, y del desmantelamiento de las bases de misiles nucleares estadounidenses en Turquía, condiciones que Kennedy aceptó. Castro se sintió molesto por no tenerse en cuenta la opinión de Cuba en las negociaciones.

Fidel visita Chile

Uno de los hitos más relevantes durante el gobierno de la Unidad Popular fue la visita del líder de la revolución cubana, Fidel Castro que aterrizó en Antofagasta el 10 de noviembre de 1971. Durante la visita, que se extendió por tres semanas, se establecieron las bases de cooperación mutua entre los procesos políticos liderados por Salvador Allende y Fidel Castro, la que a mediano plazo sería decisiva para el progreso del socialismo en Chile.

Durante los 23 días que Castro permaneció en Chile, recorrió Antofagasta, Santa Cruz, Santiago y Puerto Montt entre otras ciudades, visitó fábricas, minas de extracción de cobre como Chuquicamata, la mina de carbón en Lota, la salitrera Santa Elena y diversos centros universitarios, siendo el más emblemático su encuentro con jóvenes militantes en la Universidad de Concepción.
En cada ciudad lo esperaban masivas concentraciones de personas, lo que culminó el 2 de diciembre en su discurso de despedida en el Estadio Nacional de Santiago.

Armando Cardoso acompañó a Fidel Castro en gran parte de su recorrido, retratando con su cámara los encuentros y actos políticos que realizaba.

Fidel Castro y Salvador Allende en La Moneda, noviembre de 1971

En la ONU y con Juan Pablo II

En octubre de 1995, Fidel participó en las celebraciones por el 50 aniversario de la ONU en Nueva York, pronunciando un discurso ante la Asamblea General. En enero de 1998 recibió al Papa Juan Pablo II en La Habana.

Un desmayo y su opinión sobre Raúl

El 23 de junio de 2001 sufrió un desmayo al pronunciar un discurso en La Habana. Posteriormente declaró: «Realmente después de mí, (Raúl) es el que tiene más experiencia, más conocimiento. Quizás no se le conozca bien. Yo lo conozco bien no sólo por razones familiares, sino por la guerra, por su diario, por sus detalles, su meticulosidad, su honradez».

Agregó que si repentinamente sufriese «un infarto, un derrame, una muerte súbita, digamos un choque, o aquella gente (haciendo referencia a grupos anticastristas) usa un rayo láser o ultravioleta o no sé de qué cosa y me ponen a dormir para toda la eternidad, entonces ¿quién es la persona con más autoridad y más experiencia?: Raúl».

Una vez más EE.UU.

Oliver Stone realizó en 2003 el documental Comandante, una biografía intimista de Fidel Castro. Posteriormente denunció presiones del gobierno de Estados Unidos para impedir la exhibición de esa película en ese país.

En una carta dirigida al presidente de EE. UU. George W. Bush, Fidel Castro expresó:

“Puesto que usted ha decidido que nuestra suerte está echada, tengo el placer de despedirme como los gladiadores romanos que iban a combatir en el circo: «Salve, César, los que van a morir te saludan». Sólo lamento que no podría siquiera verle la cara, porque en ese caso usted estaría a miles de kilómetros de distancia, y yo estaré en la primera línea para morir combatiendo en defensa de mi patria.

Fidel Castro”.

Fidel Castro y Hugo Chávez

Tuvo una gran amistad con el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez, con quien firmó numerosos convenios de cooperación entre ambos países. El más destacado fue el conocido como ALBA (Alternativa Bolivariana para América).

Hugo Chávez y Fidel Castro en Venezuela, febrero de 1989

Fidel Castro y Nelson Mandela

“Una cosa antes de hablar nada nada”, le dice Mandela de pie a un Fidel Castro sentado. “Antes de hablar absolutamente de cualquier tema me tiene que decir cuándo viene para Sudáfrica. Nos han visitado una gran cantidad de personas y nuestro amigo, Cuba, que nos ayudó a entrenar a nuestra gente, que nos dio recursos, que nos ayudaron tanto en nuestra lucha, que entrenó a nuestros combatientes, a nuestros médicos… Cuba no ha venido a visitarnos, usted no ha ido a visitarnos. ¿Cuándo va a venir?”.

“No he visitado a mi patria sudafricana”, reconoce Castro. “La quiero como a una patria. La quiero como te quiero a ti”.

Fidel Castro y Nelson Mandela en Cuba en 1991

Fidel Castro y Nestor Kirchner

Invitado especial para la asunción de Kirchner, Fidel no perdió la oportunidad de mantener un encuentro cara a cara con los argentinos, con un contundente discurso que cerró con la explicación, ante miles de estudiantes y militantes, de que “Un mundo mejor es posible”, convirtiendo aquella, en una noche histórica.

Néstor Kirchner y Fidel en Buenos Aires, mayo de 2003

“No se alcanza el cielo en un día, pero créanme no lo digo por halagar, y trato de decirlo con el mayor cuidado, que ustedes han asestado un descomunal golpe a un símbolo, y eso tiene un enorme valor, y se ha producido, precisamente, en este momento crítico, de crisis económica internacional, donde están envueltos todos; ya no es una crisis en el sudeste asiático, es una crisis en el mundo, más amenazas de guerra, más las consecuencias de una enorme deuda, más el fatalismo de que el dinero escape”, expresó el líder de la Revolución cubana.

Raúl Castro, Presidente de Cuba

Fidel se retira del poder en 2008 por problemas de salud.
Raúl Castro asumió el 31 de julio de 2006 en forma interina como presidente del Consejo de Estado de Cuba y del Consejo de Ministros, por tanto, como presidente de Cuba. Desde el 24 de febrero de 2008 desempeñó esos cargos de manera oficial. Desde abril de 2011, es el primer secretario del Partido Comunista de Cuba, sustituyendo también a su hermano Fidel en dicho cargo.

Raúl, Lula y Fidel Castro

En enero de 2013, el ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva visitó al ex gobernante de Cuba Fidel Castro y su hermano, el actual mandatario de ese país, Raúl Castro.

En su discurso en la III Conferencia Internacional “Por el equilibrio del mundo”, iniciada el lunes, el ex presidente brasileño abogó por una integración latinoamericana de nuevo tipo y rechazó el bloqueo que aplica Estados Unidos contra Cuba hace más de 50 años.

Ingresa a la inmortalidad en noviembre de 2016

La inmensa humanidad, sorprendida y con enorme tristeza, conoció la noticia de parte de su hermano, el presidente cubano Raúl Castro: “Con profundo dolor comparezco para informarle a nuestro pueblo, a los amigos de nuestra América y del mundo que hoy 25 de noviembre del 2016, a las 10.29 horas de la noche falleció el comandante en jefe de la Revolución cubana Fidel Castro Ruz”.
A los 90 años de edad dejó de latir el corazón del gigante de América, del líder histórico de la Revolución cubana, Pero no ha muerto, porque sólo mueren los que son olvidados. Y Fidel seguirá viviendo en todos los que, al igual que él, se entregan a la lucha por un mundo mejor.

Nosotros, los recabarrenistas del CEILER, junto a millones de revolucionarios del mundo, decimos: ¡Hasta siempre comandante Fidel Castro!

Ernest Hemingway y la revolución cubana

Iván Ljubetic Vargas, historiador del Centro de Extensión e Investigación Luis Emilio Recabarren, CEILER

Fidel Castro y Ernest Hemingway

Aunque Hemingway no participó de forma directa en la Revolución Cubana, simpatizaba con ella y con muchos de sus líderes. Modesta, discretamente, a través de su Finca Vigía, prestaba su colaboración a los revolucionarios cubanos. Por eso, que el gobierno de los Estados Unidos lo forzó a abandonar el país.

En enero de 1959 Hemingway realizó declaraciones a la prensa estadounidense a favor de la Revolución (estaba en EE UU en ese momento), en las que expresó su esperanza con lo que sucedía en la Isla y apoyó el ajusticiamiento a los esbirros de la tiranía de Batista.
En ese mismo año, estando en Europa, declaró públicamente su satisfacción por el triunfo de la Revolución Cubana. En marzo regresó a Estados Unidos. Un gesto señaló su amor profundo a la revolución: besó la bandera cubana.

Hubo otras declaraciones que dio sobre el proceso revolucionario cubano. El 4 de febrero de 1960, lo visitó Anastás Mikoyán, primer ministro de la Unión Soviética. En esa oportunidad Hemingway afirmó al periódico Pravda —esto lo reprodujo luego la revista Time—, que la Revolución Cubana era indestructible y fabulosa.

Viajó a Cuba conversó con el Comandante en Jefe Fidel Castro. Compartieron y fueron ampliamente fotografiados. Poco después llegaron a su casa y le dijeron que si permanecía en Cuba sería considerado un traidor.

Hemingway nunca tuvo problemas con el gobierno cubano. Estando en Estados Unidos se comunicó con algunos amigos suyos para indagar acerca de su posible regreso a la isla y estos le afirmaron que podía hacerlo cuando quisiera. En uno de sus libros se encontró un brazalete del movimiento 26 de julio y bonos del Partido Socialista Popular (comunista), de Guanabacoa, al que contribuía con dinero.
Leonardo Depestre en su libro “Cien Famosos en La Habana”, relata que en el aeropuerto internacional José Martí fue recibido por un amplio grupo de amigos y vecinos del pueblito de San Francisco de Paula, quienes le obsequiaron una bandera cubana. Luego añade el autor que en esa ocasión Hemingway declaró a un reportero:”Me siento muy feliz de estar nuevamente aquí, porque me considero un cubano más. No he creído ninguna de las informaciones que se publican contra Cuba en el exterior. Simpatizo con el gobierno cubano y con todas las dificultades.

Hemingway expresó su confianza en el proceso revolucionario, en carta al general Charles T. Lanham, fechada en Ketchum, el 12 de enero de 1960:

“Decir que tú no eres un yanqui imperialista pero sí un chico del Viejo San Francisco de Paula, la villa donde has vivido 20 años durante los últimos tiempos, no es una renuncia a tu ciudadanía. Soy un buen americano y he estado batallando por mi país todo lo posible, sin pago y sin ambición. Pero creo completamente en la necesidad histórica de la Revolución cubana…”

Hemingway y el general Charles Lanham (Alemania, 1945)