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91 años de siniestra historia del cuerpo de Carabineros de Chile

Iván Ljubetic Vargas, historiador del Centro de Extensión e Investigación Luis Emilio Recabarren, CEILER

“Orden y Patria es nuestro lema,
la ley espejo de nuestro honor;
del sacrificio somos emblema
Carabineros de la Nación”.
(Del Himno de Carabineros de Chile)

La lucha de clases es el motor de la historia. Con el capitalismo surge la moderna lucha de clases: entre los poseedores de los medios de producción, que son la minoría, y los trabajadores, que constituyen la mayoría.

Como en toda sociedad dividida en clases, la minoría necesita del aparato del Estado para poder mantener su posición privilegiada. Este Estado cuenta, entre otras cosas, con fuerzas represivas. Una de ellas, es la policía.

El Cuerpo de Carabineros de Chile fue fundado el 27 de abril de 1927 por el dictador, general de Ejército Carlos Ibáñez del Campo.
En sus 91 años de existencia ha sido una de las más importantes fuerzas represivas que han utilizado los gobiernos antipopulares.
Y a ello debemos agregar el robo de más de 27 mil millones de pesos perpetrado por más de 30 miembros de este cuerpo represivo, cuyo proceso está en pleno desarrollo. Además, como guinda de la torta está la “Operación Huracán” contra el pueblo mapuche.

I.- Desde su fundación al golpe fascista

El 25 de diciembre de 1931, durante el Gobierno de Juan Esteban Montero, carabineros llevó a cabo una cacería de comunistas en la ciudad de Vallenar, asesinado a más de 30 dirigentes y militantes.

Durante el Segundo Gobierno de Arturo Alessandri Palma, carabineros perpetraron cuatro masacres.

El 27 de abril de 1931 (cuando cumplían siete años de su fundación) asaltaron el local de FOCH de Santiago, en San Francisco 608, donde sesionaban los obreros municipales en huelga. Dejaron cinco muertos y más de 20 heridos a bala y sable.

A fines de junio de 1934 persiguieron y mataron a más de 600 campesinos en Ranquil, en el Alto Bio-Bio.

En febrero de 1936 atacaron a los obreros ferroviarios que estaban en huelga, dejando a decenas de heridos.

El 5 de septiembre de 1938 asesinaron a sangre fría a 62 jóvenes nazis en el edificio del Seguro Obrero.

Asesinados por carabineros en segundo gobierno de Arturo Alessandri Palma

En el Gobierno de Juan Antonio Ríos, carabineros perpetraron tres masacres, todos en el año 1942.

El 11 de junio, atacaron a campesinos del fundo Llay-Llay, de Purranque, cerca de Osorno, asesinando a dos trabajadores y dejando otros seis heridos.

El 20 de febrero, reprimieron una manifestación que tenía lugar en la Plaza Ercilla de Santiago, dejaron a un obrero muerto.

El 7 de octubre, asaltaron el local sindical de los mineros del carbón de Lota, asesinando a tres obreros y varios más quedaron heridos.

El 28 de enero de 1946, durante la Vicepresidencia del radical Alfredo Duhalde Vásquez, Carabineros masacró a los participantes de una concentración en la Plaza Bulnes de Santiago. Mataron a seis obreros (uno de ellos fue la joven comunista Ramona Parra) y dejaron numerosos heridos con balas de guerra.

Dos asesinados por carabineros en la Plaza Bulnes. A la izquierda Ramona Parra. Foto de la Posta Central.

A comienzos de mayo de ese mismo año, y siempre en el gobierno de Alfredo Duhalde, la policía uniformada atacó la Comunidad Ignacia Nacurray, en Palmahue, provincia de Cautín, asesinando a tres mapuches y varios otros quedaron heridos.

El 14 de ese mismo mes, reprimieron a campesinos del fundo La Isla, comuna de Fresia, departamento de Puerto Varas. Murieron dos campesinos; cuatro fueron heridos.

En el Gobierno de Gabriel González Videla, carabineros perpetraron seis masacres.

El 12 de junio de 1947 dispararon en la esquina de Bascuñan Guerrero y Alameda contra choferes y cobradores de micros de Santiago que estaban en huelga, con un saldo de 4 muertos y 20 heridos.

El 5 de junio de 1949, atacaron a manifestantes que se encontraban en San Diego con Avenida Matta, dejando 19 heridos, algunos de ellos muy graves.

En los días 16 al 20 de agosto del mismo año, carabineros y efectivos del Ejército reprimieron a estudiantes y obreros que protestaban en la capital contra el alza de los pasajes de la movilización. Hubo cuatro muertos y numerosos heridos a bala.

El 7 de noviembre de 1950, estudiantes efectuaban manifestaciones en la Plaza de Armas.

Fueron atacados por carabineros que dejaron varios heridos a bala.
El 10 de marzo de 1951, carabineros reprimieron a balazos a obreros de la Compañía Refinería de Azúcar de Viña del Mar que estaban en huelga; 36 trabajadores fueron heridos con balas de guerra.

El 1 de julio de 1952, carabineros se lanzaron contra estudiantes y obreros que protestaban en las calles de Santiago contra el Pacto Militar firmado por el gobierno de González Videla y Estados Unidos. Hubo un muerto y varios heridos.

Durante el segundo Gobierno de Carlos Ibáñez hubo tres masacres perpetrados por carabineros.

El 17 de septiembre de 1956, atacaron a los obreros de la Oficina salitrera Pedro de Valdivia que estaban en huelga, asesinando a tres trabajadores y dejaron otros 24 gravemente heridos.

El 30 de marzo de 1957, reprimieron a los manifestantes que marchaban por las calles de Valparaíso. El saldo fue un muerto y varios lesionados.

El 1 de abril de 1957, carabineros dispararon contra estudiantes que caminaban por calle Miraflores de Santiago. Mataron a una estudiante universitaria y varios fueron heridos a bala.

El 6 de junio de 1960, durante el Gobierno de Jorge Alessandri, carabineros irrumpieron en el sindicato de los obreros de Madeco que estaban en paro. Veinte trabajadores recibieron heridas de balas.

El 3 de noviembre de 1960, en ese mismo gobierno, carabineros reprimieron a manifestantes de la CUT en el centro de Santiago, un obrero y un empleado fueron asesinados.

Durante el Gobierno de Eduardo Frei Montalva, en nueve ocasiones, la policía uniformada asesinó al pueblo.

En 1965, carabineros asesinaron a un campesino y dejaron varios otros heridos a bala en el fundo Los Cristales.

El 23 de noviembre de 1967, atacaron a una manifestación de la CUT en Santiago, en los marcos de un paro nacional contra el ahorro forzoso que quería imponer el gobierno de Frei. Siete obreros fueron asesinados y varios otros heridos a bala.

En 1969, en dos oportunidades, reprimieron a pobladores. En Arica el Grupo Móvil dejó a un poblador muerto. En Rancagua, hubo una víctima mortal y varios heridos.

El 9 de marzo de 1969, atacaron a pobladores de Pampa Irigoin, en Puerto Montt. El saldo fue 11 muertos y varios heridos.

Funerales de las 11 víctimas de carabineros en Pampa Irigoin, Puerto Montt.

El 28 de agosto de 1969, la represión policial cayó sobre manifestantes en San Miguel, dejando un muerto y varios heridos, siete de ellos graves.

El 11 de septiembre de 1969, carabineros asesinaron en Copiapó a un estudiante.

En 1970, reprimieron a estudiantes en huelga, dos de los cuales fueron muertos.

El 8 de julio de ese año, carabinero de civil asesinó a un joven comunista en un acto que se realizaba en la Plaza Tropezón de Quinta Normal, en los marcos de un paro nacional de la CUT.

Desde la creación del Cuerpo de Carabineros el 27 de abril de 1927 hasta el 8 de julio de 1970, esta policía participó directamente en 30 asesinatos de trabajadores, pobladores y estudiantes.

El Gobierno Popular ha sido el único período de la historia del Cuerpo de Carabineros que sus componentes jugaron un rol al servicio del pueblo. Un ejemplo: los “guanacos” que antes y después han servido para reprimir las manifestaciones populares, fueron utilizados para llevar agua a las poblaciones que no contaban con agua potable.

II.- Durante la Dictadura Fascista

En el este negro período de la vida de nuestro país, hubo siempre en la Junta de Gobierno un representante de Carabineros. Tuvieron, por tanto, responsabilidad directa en todos los crímenes cometidos por el terrorismo de Estado.

Durante el 11 de septiembre de 1973 y los días siguientes, los carabineros jugaron un rol principal en la detención y torturas de “elementos marxistas”, especialmente en las ciudades pequeñas y poblados del país.

Estando preso en la cárcel de Temuco, conocí los testimonios de muchos compañeros traídos desde Nueva Imperial, Carahue, Puerto Saavedra, Nueva Toltén, Cunco, Melipeuco, etc. en que relataban que habían detenidos por carabineros (que en muchos casos eran conocidos o amigos de ellos), que los insultaban y golpeaban acusándolos de querer asesinarlos siguiendo las instrucciones del Plan Zeta. Como sabemos, quedó plenamente demostrado que este plan era otro de los infundios inventados por los fascistas.
Hubo casos emblemáticos en este sentido.

Cuesta Barriga

Relata la revista “Hoy”, en su edición Nº 94 (del 14 al 20 de marzo 1979), pp. 12 y 13:

“La noche del 12 de septiembre del 73 le detuvo un piquete de carabineros de Curacaví. Quedó en el recinto policial junto con otros 17 detenidos. Se le golpeó e interrogó. No se halló nada en su casa.
El 16 de septiembre un fotógrafo de Curacaví tomó una instantánea del grupo. Al filo de la medianoche de ese domingo, siete de los prisioneros –entre ellos el protagonista que quedaría vivo- fueron sacados de la Tenencia. Se les dijo que iban a ser trasladado al Estadio Nacional, por lo cual todos se proveyeron de frazadas. Los carabineros al mando del teniente les hicieron subir en una camioneta y en un jeep de color verde, requisado a una empresa del lugar. Los dos vehículos partieron. Pero más allá, en lugar de tomar por el túnel Lo Prado, se desviaron hacia la Cuesta Barriga. En un sitio en que se levanta una antigua construcción que servía como cocina para los obreros de Obras Públicas, se les hizo descender. Los agentes uniformados los obligaron a caminar hasta las ruinas. Los siete fueron puestos de espalda a la pared. Les alumbraron las caras con linternas y el oficial dio orden de disparar al piquete que encabezaba. El sobreviviente sintió que un plomo ardiente le penetraba su pierna derecha, y cayó.

Al desaparecer los vehículos, el sobreviviente se palpó el cuerpo, buscando las heridas. Supuso que su salvación se debía a un milagro. Sintió el quejido de una persona. Era José Guillermo Barrera. Ambos se habían estado en los extremos de las filas de los fusilados. Esa fue la causa de que no recibieran el grueso de los impactos”.

Otros cinco quedaron allí asesinados por carabineros.

Caso Laja – Yumbel

El 18 de septiembre de 1973, carabineros procedieron a detener a 21 personas en Laja y San Rosendo. En su mayoría eran trabajadores de la Papelera de Laja, de los ferrocarriles del Estado, también dos directores de Escuela de Laja y dos regidores. Estuvieron como detenidos desaparecidos. Sus familiares los buscaron, no dejando puerta sin golpear.

Seis años después fueron hallados en el Cementerio de Yumbel y en el fundo San Juan de Laja.

El funeral de las víctimas se realizó el 27 de noviembre de 1979. Todo el pueblo de Laja, en un emotivo gesto solidario, se volcó a las calles de la ciudad. Eran 15 mil personas.

Relata el padre José Aldunate: “Fueron llegando de todos los ángulos; los papeleros recién terminado su turno; mujeres, con sus niños; parecía que ni los perros quedaron en su casa. La muchedumbre saludaba a las víctimas mientras se iba colocándose en la procesión: ‘Compañero Luis Onofre Sáez…Presente!’

¡Compañero Fernando Grandón Gálvez… Presente!’. La expresión que fue tomando cuerpo en esta gran multitud, en forma cada vez más avasalladora, fue la del compromiso político. Reaparecieron antiguos gritos de combate: ‘El pueblo, unido – jamás será vencido’. ‘Compañero Salvador – avanzamos sin temor’ ‘fascista, escucha – el pueblo está en la lucha’.

Viejos luchadores, visiblemente emocionados, con lágrimas en los ojos, revivieron antiguos tiempos.” (“Mensaje” Nº 286, enero-febrero 1980, p. 59).

Asesinados en Mulchén

Los días 5, 6 y 7 de octubre de 1973 un grupo armado formado por carabineros, en base a una lista confeccionada previamente, detuvieron y asesinaron a 18 campesinos de los fundos El Morro, Carmen, Maitenes y Pemehue de Mulchén. No hubo enfrentamiento armado alguno y ni siquiera pruebas fehacientes que los 18 tuvieran militancia política “extremista izquierdista”.Se les llevó al fundo El Ñurdo donde se les asesinó.

Cuando fue encontrado el cementerio clandestino en que fueron enterrados, se hallaron los 18 cadáveres con las manos atadas a la espalda y los cuerpos con impactos de armas de fuego.

Entre los responsables de este crimen están el teniente de carabineros de Mulchén, Jorge Maturana Concha y los carabineros Osvaldo Díaz Díaz (alias Alicate) y Héctor Guzmán Saldaña. Varios civiles y un sargento del Regimiento de Montaña Nº 17.

Lonquén

Ocurrió en la comunidad rural de Isla de Maipo. El 7 de octubre de 1973, quince campesinos fueron detenidos por carabineros de la Tenencia de esa localidad, al mando del teniente Lautaro Castro Mendoza. Fue precisamente en ese Cuartel policial donde se les vio por última vez con vida a los quince campesinos, cuyas edades fluctuaban entre 17 y 51 años.

Sus familiares los buscaron desesperadamente. Los 15 campesinos pasaron a formar parte de la siniestra lista de detenidos desaparecidos. Sólo se supo la suerte corrida por ellos cinco años después, en 1978.

En ese año, bajo secreto de confesión se conoció el lugar preciso donde estaban enterrados varios cadáveres en el sector Lonquén, 15 kilómetros al sur de la ciudad de Talagante y a 60 kilómetros de Santiago.

El sacerdote que recibió la denuncia sobre la existencia del cementerio clandestino –previa autorización del anciano creyente que la entregó- comunicó el hecho a las autoridades eclesiásticas, en primer término, al Cardenal, Arzobispo de Santiago, monseñor Raúl Silva Henríquez. La Iglesia acordó formar una comisión.
El jueves 30 de noviembre de 1978 se realizó en la Vicaría de la Solidaridad una reunión en que participaron el Obispo auxiliar Enrique Alvear, el presbítero Cristián Precht y otros miembros de la Vicaría, más tres invitados: el abogado Máximo Pacheco, Jaime Martínez, director de ‘Qué Pasa’, y Abraham Santibáñez, subdirector de ‘Hoy’.

Cristián Precht y Javier Egaña, secretario ejecutivo de la Vicaría, dieron cuenta de la información y pidieron a los tres invitados que los acompañaran a verificar la denuncia.

La Comisión encontró en los hornos de una antigua mina de cal las primeras pruebas de un horroroso crimen. Se hizo la denuncia el viernes 1 de diciembre ante la Corte Suprema, quien ordenó a la jueza subrogante de Talagante iniciar las investigaciones.

Posteriormente el caso pasó a manos el ministro Adolfo Bañados Cuadra, quien luego de una eficaz investigación llegó a la conclusión que los cadáveres encontrados en Lonquén pertenecían a los 15 campesinos y que habían sido víctimas de un crimen cometido por un grupo de carabineros de Isla de Maipo, quienes los habían detenido el 7 de octubre de 1973.

Las informaciones de los órganos de la dictadura señalaron que esos detenidos habían sido conducidos al Estadio Nacional. Esto fue también afirmado por el capitán Lautaro Castro, quien a la fecha de la detención era el jefe de la Tenencia de Isla de Maipo, y sus subalternos.

Los hechos mostraron la falsedad de lo dicho por los asesinos. Por otra parte, los informes y protocolos emanados del Instituto Médico Legal señalaron que algunos de los campesinos fueron enterrados vivos, porque en los esqueletos y restos cadavéricos no se hallaron lesiones provocadas por proyectiles. Así de brutal fue la criminal acción perpetrada por carabineros.

En Paine

El 10 de octubre de 1973, 18 carabineros y 15 civiles, casi todos camioneros, procedieron a detener a una cantidad de habitante del pequeño pueblito de Paine. Fueron conducidos a la Subcomisaría, donde se les trató muy duramente. A su ingreso al cuartel se les despojó de sus pertenencias y obligados a permanecer en calabozos en pésimas condiciones de salubridad. Se les sacaba para interrogarlos y golpearlos. A algunos se les incitó a huir durante la noche y se les disparaba en la oscuridad. Otros fueron entregados, con la vista vendada, a militares, que los trasladaron a la Escuela de Infantería de San Bernardo.

Crueles torturadores

Desde 1973, carabineros participaron en terribles torturas a detenidos. Luego los organismos ‘especializados’ como la DINA y la CNI asumieron esa siniestra misión.

Pero desde 1981, la CNI comenzó a ceder cada vez más esa ‘tarea’ a carabineros. Fue así como en 1983 de 309 casos registrados en Santiago, carabineros participó en 150. El traspaso de estas funciones de CNI a carabineros se expresó también en los cambios de lugar de torturas. En 99 casos se practicaron en Comisarías; en 24 en buses policiales y Comisarías; en 27, en la vía pública.
En mayo de 1983, carabineros realizó un allanamiento masivo en la Población La Victoria. Se reunió a todos los hombres en un lugar apartado. Se hizo un cerco con buses policiales;

Se sacó de grupo a los dirigentes sociales y se les torturó con electricidad delante del resto de los pobladores.

De 80 casos de tortura atendidos por CODEPU en 1984, en 30 de ellos el único organismo que actuó en la detención, torturas e interrogatorios, fue carabineros.

Estos empelaron brutalidades sin límites: colgamientos, trato obsceno y vejatorio, agresión sexual, violaciones, la parrilla, aplicación de electricidad, golpes al estómago, a los oídos, a la planta de los pies, cortes con cuchillos, quemaduras con cigarros…
A este salvajismo se le hacía aparecer como espontáneo, pero era un método que se repetía en todos los secuestros.

De los 950 casos de tortura en 1984, hubo carabineros involucrados en la mayoría de ellos.

Tres comunistas degollados

El 28 de marzo de 1985 fueron secuestrados, en acciones paralelas, Santiago Nattino cerca de su domicilio, cuatro dirigentes de la AGECH y una secretaria en el taller de Comunicaciones de la AGECH.

El 29, fueron secuestrados, desde el Colegio Latinoamericano, José Manuel Parada y Manuel Guerrero. En esa acción fue herido el profesor Leopoldo Muñoz de la Parra, al intentar oponerse a la detención de ambas personas.

Parada, Nattino y Guerrero, tres profesionales comunistas degollados por carabineros

El 30, aparecieron los cadáveres degollados de Parada, Nattino y Guerrero, en un sitio baldío de la Comuna de Quilicura.

Los carabineros involucrados en este crimen pertenecían a la DICOMCAR (Dirección de Comunicación e Informaciones de carabineros) al GOPE (Grupo de Operaciones Especiales) y a la Brigada Aeropolicial de carabineros.

Responsables: el general de carabineros César Mendoza (que dio renunciar el viernes 2 de agosto de 1985) y otros 16 carabineros.

Hermanos Vergara Toledo

El 29 de marzo de 1985, los dos hermanos Vergara son interceptados por un furgón de carabineros al mando del oficial Marcelo Muñoz; iban también en el vehículo el subteniente Ambler Hinojosa y los cabos segundos Jorge Marín y Nelson Toledo.

Al verse acorralados, los hermanos Vergara intentaron ocultarse en unos blocks de departamentos. Pero fueron sorprendidos por Muñoz y Marín, que portaban sub ametralladoras UZI y un revólver. Frente al block 972 – C, se escucharon los primeros disparos. El cabo Muñoz fue herido por sus propios compañeros.

Hermanos Vergara Toledo asesinados por carabineros

Eduardo Vergara Toledo, el mayor de los hermanos, cayó muerto por impactos de balas. Rafael quedó herido de gravedad. Se acercó a su hermano y lo trata de abrazar. Carabineros lo golpearon y subieron al furgón policial. Se escuchó un disparo. Rafael, que tenía 18 años, fue asesinado con un balazo en la nuca.

Ambos cuerpos fueron abandonados en plena vía pública.

Asesinato del Padre André Jarlán

El 4 de septiembre de 1985 Chile fue estremecido por una nueva Jornada Nacional de Protesta. Carabineros irrumpieron, como era costumbre, en la Población La Victoria, para reprimir a los pobladores.

Desde tres furgones disparaban ráfagas de fusiles y subametralladoras. Una de las descargas fue dirigida a la Parroquia de la Población. Una bala alcanzó al sacerdote francés André Jarlán, que en su modesta habitación de madera, leía la Biblia.

III.- En los gobiernos de la Concertación

Contra el pueblo mapuche

Los carabineros han sido la fuerza utilizada para reprimir al pueblo mapuche. El historiador Víctor Toledo Llancaqueo ha escrito una completa “Cronología de principales hechos en relación a represión de protesta social mapuche. Chile 1990 – 1907”. De ella he hecho un resumen sólo considerando las acciones represivas en que participaron carabineros. Las he agrupado por años.

En 1991, las fuerzas de carabineros llevaron a cabo dos violentos desalojos de predios ocupados por comuneros mapuches (en Lonquimay y Lumaco), con un saldo de 16 detenidos. Además, reprimieron dos manifestaciones en Temuco, donde detuvieron a 27 jóvenes mapuches.

En 1992, se produjo un enfrentamiento en Lumaco, quedaron lesionados 8 mapuches y 5 carabineros. Estos actuaron en 15 desalojos (en las comunas de Carahue, Collipulli, Cunco,
Galvarino, Nueva Imperial, Lumaco, Vilcún, Panguipulli y Lautaro). Hubo 287 detenidos.

En tres ocasiones atacaron manifestaciones pacíficas (en Temuco y Santiago), con 6 detenidos. Además, allanaron la sede del Consejo de Todas las Tierras, en Temuco.

En 1993, Hubo un desalojo de un fundo en Cañete, con 15 detenidos, y represión contra un acto en Santiago, con 19 detenidos.

En 1995, tres desalojos (Contulmo, San Juan de la Costa y Collipulli), con 8 detenidos.

En 1996, desalojo en el fundo Santa Rosa de Colpi (Traiguén) con 12 detenidos.

Fueron detenidos 12 mapuches acusados de quemar tres camiones forestales en Lumaco, a los que se les aplicó la Ley de Seguridad Interior del Estado. Al mismo tiempo, 24 comunidades mapuches fueron ocupadas por carabineros. Represión contra tres manifestaciones (en Santiago, Temuco y Concepción) con otros 11 detenidos.

En 1998, desalojaron a mapuches del fundo Coyinco (Los Álamos) y dos oportunidades contra la ocupación de oficinas de la Corporación de la Madera en Concepción: 9 detenidos.

En 1999, efectuaron 18 desalojos (en las comunas de Traiguén, Pucón, Currarehue, Nueva Imperial, Ercilla y Panguipulli) con 123 detenidos y 34 heridos entre mapuches y huilliches. Tres represiones a actos pacíficos (Alto Bio Bio, Contulmo y Galvarino) 57 detenidos y 18 heridos.

Tuvieron lugar dos enfrentamientos (en Ercilla y Traiguén), con 2 heridos y 10 detenidos. Además, en varias otras acciones fueron detenidos otros 25 dirigentes y campesinos mapuches.

En 2000, se produjeron 11 desalojos (en Traiguén, Lumaco, Tirúa, Collipulli, Loncoche, Los Lagos, Temuco y Ercilla), con 35 detenidos. Tres desalojos de oficinas de CONADI ocupadas por mapuches (en Temuco y Santiago) con 53 detenidos y 3 heridos.

Hubo dos enfrentamientos en Ercilla: 2 mapuches y 4 carabineros lesionados, más 5 detenidos. Represión contra una marcha en Temuco: 21 detenidos.

En 2001, hubo 16 desalojos de tierras (en las comunas de Vilcún, Galvarino, Temuco, Contulmo, Traiguén, Panguipulli, Victoria, Collipulli, Carahue) con 39 detenidos y un herido. Se produjeron tres violentos enfrentamientos (en Ercilla, Victoria, Purén) con 16 mapuches y 8 carabineros heridos; varios mapuches detenidos. Además de un violento allanamiento de la sede del Consejo de Todas las Tierras, en Temuco: 8 detenidos.

En Temuco se reprimió una marcha pacífica: 125 manifestantes detenidos.

En 2002, tuvieron lugar tres desalojos de tierras (en Alto Bio Bio, Galvarino y Tirúa): 19 detenidos. Un enfrentamiento en Alto Bío Bio. Allanamientos en la comunidad de Ralco Lepoy (Alto Bio Bio) con 54 detenidos, en varias comunidades de Vilcún, con 35 detenidos. Carabineros dispararon con mapuches en fundo Santa Elisa (Ercilla) hiriendo de muerte al joven Alex Lemun (de 17 años), que murió 5 días después en Temuco. En esta ciudad, ataque a manifestación, con 17 detenidos.

Fueron detenidos Patricia Troncoso, Víctor Ancalef y los longos Pascual Pichún y Aniceto Norin.

En 2003: dos desalojos en fundos (Ercilla y Temuco) 18 detenidos. Desalojo del Hogar Estudiantil (Temuco): 29 estudiantes mapuches detenidos.

Dos comuneros fueron apresados.

En 2004 se produjo un enfrentamiento en Comunidad pehuenche Lusmapu (Lonquimay), 4 cuatro mapuches heridos y detenidos.
Hubo dos allanamientos: en Truf Truf (Temuco) y Temucuicui (Ercilla) Y dos desalojos de oficinas: del Programa Orígenes (Valdivia) y del Programa BID Orígenes (Temuco): 15 estudiantes y 5 comuneros detenidos.

En 2005 tres desalojos: de Intendencia Regional (Temuco), 20 detenidos; de bloqueo del Viaducto del Malleco: camión mata a Zenén Alfonso Díaz Neculpán, represión de carabineros; 2 mapuches detenidos; de bloque de camino vecinal /Cunco): 4 heridos a bala.

Allanamiento de Comunidad Juan Paillalef (Cunco).

Detienen comuneros en Pidima (Ercilla).

En 2006 más de 15 allanamientos muy violentos a comunidades mapuches (sólo a la comunidad de Temucuicui fueron 7), en las comunas de Ercilla, Lautaro, Nueva Imperial y
Chiloé), en la comunidad de Bollilco (Nueva Imperial) es asesinado un anciano mapuche.

En Ercilla dispararon contra un bus con mapuches: 10 heridos. Cuatro manifestaciones pacíficas fueron reprimidas (Temuco y Santiago): 63 detenidos y un nuño herido.

En 2007: tres violentos desalojos (Galvarino, Villarrica, Tirúa): 34 detenidos. Un allanamiento violento (Ercilla). Carabineros ocupan comunidad de Temucuicui (Ercilla).

Detenciones en Tirúa. Tres niños de Comunidad Ranquilco (Collipulli) son interrogados en interior de la escuela Villa Chiguaigue por carabineros de la SIP.

Desde el año 2008, según documentos revelados por Wikileads, hubo estrecha colaboración entre fuerzas represivas estadounidenses y chilenas.

Carabineros continuaron con sus violentos allanamientos a diversas comunidades mapuches.

Especialmente a la de Temucuicui y la de José Guiñon. Hubo detenidos y quedaron numerosos heridos, entre ellos varios niños.
Pero el crimen más alevoso fue perpetrado el 3 de enero de 2008: el asesinato del joven mapuche Matías Catrileo Quezada, de 23 años de edad, alumno de Agronomía de la Universidad La Frontera de Temuco. Una bala de una subametralladora le atravesó su cuerpo y su mano, en un potrero del ex fundo Santa Margarita, en Vilcún.

Matías Catrileo Quezada

En 2009, carabineros efectuaron numerosos a diversas comunidades. Entre ellas la de Pascual Coña, Mateo Ñiripil, Temucuicui, Rofúe, Juan Catrilaf (ambas de la Comuna de Padre Las Casas), José Guiñón: Numerosos heridos, incluso niños, detenidos.
El 12 de agosto de 2009, Jaime Mendoza Collío, joven de 24 años, fue asesinado de un balazo en la espalda en una toma del fundo San Sebastián a 20 kilómetros de Collipulli.

Jaime Mendoza Collío

Contra los trabajadores

Los carabineros, fuerza represiva de los explotadores, han reprimido con saña todo movimiento de los trabajadores. Son emblemáticas sus actuaciones contra los trabajadores forestales y los subcontratistas de CODELCO.

El 12 de marzo de 2007 tuvo lugar el primer movimiento de trabajadores forestales en el sector Horcones, donde se ubica la planta de Celulosa Arauco.

El 30 de marzo se inició una segunda movilización. En la noche del 3 de mayo, se produjeron intensos enfrentamientos entre trabajadores y carabineros. Éstos, de manera criminal, asesinaron al obrero Rodrigo Cisternas, de 26 años de edad, dejando otros 3 trabajadores heridos, más 13 detenidos. Como siempre ocurre, Ministro del Interior y la Intendente Regional intentaron justificar la represión policial.

Pero nada impidió que ese movimiento, en que participaron 7 mil trabajadores, obtuviera el total de las demandas.

Un importante hito en la historia del movimiento obrero chileno fue la constitución de la Confederación de Trabajadores del Cobre (CTC), el 6 de junio de 2007.

Ésta ha encabezado dos poderosas huelgas de los trabajadores subcontratistas de CODELCO. La primera se inició el 25 de junio y finalizó el 31 de julio del 2007. Los huelguistas fueron duramente reprimidos por carabineros.

Una segunda huelga se inició el 16 de abril de 2008 y finalizó después de 37 días plenos de acciones de los trabajadores, que debieron soportar los ataques de carabineros.

Con especial furia contra estudiantes

En el 2006 los estudiantes secundarios realizaron dos históricos movimientos. Uno durante los meses de abril y mayo; otro en los meses de septiembre y octubre. Fue la llamada “revolución de los pingüinos”. Realizaron desfiles callejeros y tomas de establecimientos. En ambos casos cayó sobre ellos la dura represión policial.

A pesar de los lanzaaguas, gases lacrimógenos, apaleos y brutales desalojos, miles de estudiantes desafiaron la furia verde. Por ejemplo, el 30 de mayo de 2006, 600 mil secundarios estaban movilizados.

Durante esas jornadas fueron miles los estudiantes detenidos en todo el país. Sólo en un día, el 10 de mayo, cayeron en las garras policiales más de mil escolares.

En el 2008 nuevamente los estudiantes han salido a luchar por una educación más democrática. Ahora unidos secundarios, universitarios, con el decidido apoyo de padres y apoderados. También los maestros han declarado paros y realizado marchas.
Y en los combates contra una educación de clase, que es negocio de unos pocos y significa problemas para los hogares modestos, se han unido todos. Y contra ellos ha caído la represión.

IV.- En los inicios del Gobierno de Piñera

La principal represión de carabineros en el primer año del gobierno derechista, sin ser la única, estuvo centrada en Rapa Nui.

E27 de julio se dio comienzo a la recuperación por los pascuenses de tierras usurpadas. Fue así como en agosto, la familia Hito ocupó el Hotel Hanga Roa, ubicado en tierras de su pertenencia, que fueron ilegalmente vendidas a particulares durante la dictadura de Pinochet. El 7 de septiembre, carabineros desalojaron a los ocupantes, quienes volvieron a tomarlo.

El 3 de diciembre de 2010 Fuerzas Especiales, enviadas a Isla de Pascua por el Ministro del Interior de Piñera, Rodrigo Hinzpeter, llevaron a cabo un violento desalojo en el centro de Hanga Roa para desalojar a miembros del clan Tuko Tiki, quienes ocupaban esos terrenos en los marcos del movimiento de recuperación territorial. Quedaron seis isleños heridos. Dos horas más tarde de la violenta expulsión, se produjo un enfrentamiento entre 25 isleños y 45 efectivos de las fuerzas especiales. Quedaron varios miembros del pueblo originario heridos con perdigones. Fueron detenidos tres rapanuis.

El 29 de diciembre nueva agresión policial contra la familia Hito. Desalojo de la Plaza de la Gobernación en Hanga Roa, donde hacía meses se había levantado el Campamento del Parlamento Rapa Nui. Hubo 7 detenidos y 4 heridos.

En Isla de Pascua, el gobierno de derecha ha llevado a cabo la misma política represiva que contra el pueblo mapuche. Y el Cuerpo de Carabineros ha sido el instrumento represor.

Raúl Silva Henríquez

Iván Ljubetic Vargas, historiador del Centro de Extensión e Investigación Luis Emilio Recabarren, CEILER

Monseñor Raúl Silva Henríquez falleció el 9 de abril de 1999. Tenía 91 años. Se le rindieron los máximos honores de estado, con un funeral donde fue acompañado por miles de personas. Lo despidieron diciendo “Raúl amigo, el pueblo está contigo”.
Sus restos mortales yacen en la cripta arzobispal de la Catedral Metropolitana de Santiago.

SUS INICIOS

Había nacido en Talca el 27 de septiembre de 1907. Fue el decimosexto de los 19 hijos del matrimonio conformado por don Ricardo Silva Silva y Mercedes Henríquez Encina. Su padre era un acaudalado agricultor de la zona central de Chile, ferviente católico y político conservador.

En 1916 el niño Raúl ingresó, al Liceo Blanco Encalada de Talca (actual Colegio De La Salle). Fue allí donde sintió el primer llamado al sacerdocio. Cursó la Preparatoria y dos cursos de Humanidades. En 1920 la familia se trasladó a Santiago, prosiguió sus estudios en el Liceo Alemán, de los Padres del Verbo Divino.

En 1922, a los 16 años, comenzó a estudiar Derecho en la Pontificia Universidad Católica de Chile. En el tercer año decidió consagrar su futuro a la vida sacerdotal.

Se tituló de abogado en 1929. En enero de 1930 ingresó al noviciado de la congregación salesiana en Macul. Estudió Filosofía en Chile y posteriormente se doctoró en Teología y Derecho Canónico en el Estudiantado Internacional de Turín de la Congregación Salesiana.

Raúl Silva Henríquez novicio salesiano

SACERDOTE

Fue ordenado sacerdote el 4 de julio de 1938 por el cardenal Maurilio Fossatti, arzobispo de Turín. Volvió a Chile a fines de 1938 y paso a desempeñar las cátedras de Derecho Canónico, Teología Moral e Historia Eclesiástica en el Teologado Salesiano de Santiago.
Realizó múltiples actividades.

En 1943 fue nombrado primer rector del Liceo Manuel Arriarán Barros, y estando allí construyó el templo San Juan Bosco de La Cisterna. En 1948, rector del Patrocinio San José, en Santiago.
Preparó y dirigió el primer Congreso de Religiosos de Santiago que fue convocado por la Santa Sede y en 1956 presidió la delegación chilena al Congreso Internacional de Religiosos que tuvo lugar en Buenos Aires. En 1957 fue nombrado director de las Escuelas Profesionales de la Gratitud Nacional y del Liceo San Juan Bosco.
Se le confió también la organización del Instituto Católico Chileno de Migraciones (INCAMI) y también de la federación de todas las obras asistenciales y caritativas de la Iglesia, conocida con el nombre de Cáritas Chile. Fue vicepresidente mundial de Cáritas-Internacional y en 1962 presidente de la misma institución, en Roma, por representantes de 62 países.

En 1946 ocupó el cargo de director del colegio salesiano Patrocinio San José.

En 1957, año en que falleció su madre, fue elegido como uno de los delegados chilenos para el XVIII Capítulo General de los Salesianos, encuentro que se desarrolló entre el 27 de julio y el 9 de agosto de 1958 en Turín.

OBISPO

Su consagración episcopal tuvo lugar en la Catedral de Valparaíso, el 29 de noviembre de 1959.

Cuando se hizo cargo de la diócesis porteña, ésta ofrecía un panorama muy desalentador. Había una carencia de vocaciones y los pocos que había eran ancianos, por tanto no podían cumplir su ministerio sacerdotal adecuadamente debido a sus condiciones de edad y salud. De igual manera hubo de afrontar la oposición inicial de los sacerdotes porteños a su nombramiento, ya que a éstos no le agradó el hecho que nombrasen obispo a un sacerdote de congregación.

Con todo, inició una reestructuración de la Curia que comenzó con el nombramiento de los consultores diocesanos y la confirmación del padre Ángel Custodio Rodríguez como vicario general.

ARZOBISPO DE SANTIAGO

Tras la muerte del cardenal José María Caro, en diciembre de 1958, surgieron como posibles candidatos a ocupar ese puesto: Monseñor Manuel Larraín, que representaba al sector más progresista de la Iglesia y era apoyado por el Partido Demócrata Cristiano; Monseñor Silva Santiago, del sector conservador y del gobierno de Jorge Alessandri Rodríguez. Una tercera posibilidad, de Monseñor Emilio Tagle, había sido descartada por el nuncio Monseñor Opilio Rossi.
La Santa Sede decidió no designar a ninguno de los tres candidatos en cuestión, prefiriendo un prelado que no tuviera ninguna vinculación política: Raúl Silva Hemríquez. Fue así como el 25 de abril de 1961 el papa Juan XXIII lo nombró arzobispo de Santiago. Tomó posesión de su nuevo cargo el 24 de junio de 1961.
Participó de forma destacada en el concilio ecuménico Vaticano II celebrado entre 1962 y 1965.

CARDENAL

El 17 de febrero de 1962 fue designado Cardenal por el papa Juan XXIII, con el título de San Bernardo en las Termas y ejerció con fuerza su apostolado. De talante reformador, impulsó la distribución de las tierras de la Iglesia católica chilena entre sus trabajadores organizados en cooperativas, con el fin de crear conciencia sobre la situación de los trabajadores agrícolas.

Durante Gobierno Popular intentó mediar entre las diferentes facciones políticas. Por ejemplo, auspició una reunión secreta entre Patricio Aylwin y el Presidente Allende, en 1973, con el fin de alcanzar un consenso que evitara una catástrofe.

DESPUÉS DEL GOLPE DE 1973

Durante la dictadura fascista, se irguió como uno de los principales defensores de los Derechos Humanos. Producto de su ecumenismo, fundó con la ayuda de varias otras iglesias cristianas el Comité Pro Paz, con el fin de resguardar a los perseguidos por el régimen de Pinochet. Después de fuertes presiones por parte de la dictadura dispuso el cierre de aquel organismo a fines del año 1975. En respuesta a esta situación, creó la Vicaría de la Solidaridad., principal organismo defensor de los derechos humanos durante la dictadura.
Aunque su más destacada faceta pública aparece en la defensa de los derechos humanos, cabe destacar su fuerte influencia en la Iglesia de Chile. Creó la Academia de Humanismo Cristiano, la Vicaría de la Pastoral Obrera, y reorganizó la administración del arzobispado.

Sostuvo fuertes disputas con el dictador Pinochet,. Éste presionó a la curia para su remoción. El Cardenal Silva Henríquez debió renunciar a su cargo de Gran Canciller de la Pontificia Universidad Católica por sus desacuerdos con el rector-delegado que impuso Pinochet a la casa de estudios, el Vicealmirante Jorge Sweet Madge. Lo sucedió en el cargo de Pro-Gran Canciller Monseñor Jorge Medina Estévez.

Fundó en 1983, el Banco Desarrollo, debido a que la dictadura lo obligó a crear un banco con los dineros traídos por él desde el exterior, en sus viajes con ayuda para la comunidad aportada por Europa.

ÚLTIMOS AÑOS

En virtud de haber cumplido la edad límite para ejercer el arzobispado, el cardenal Silva presentó su renuncia al papa Juan Pablo II, la cual fue inmediatamente aceptada. Entregó su cargo a Juan Francisco Fresno, el 10 de junio de 1983.

Monseñor Raúl Silva Henríquez en sus últimos años

En los años posteriores se mantuvo bastante alejado de la vida pública; luego de escribir su “Testamento espiritual” en 1992, y de realizar sus últimas apariciones en 1993, se retiró definitivamente al empezar a sufrir la enfermedad de Alzheimer, a los 86 años de edad. Falleció el 9 de abril de 1999.

HOMENAJES

Premio Derechos Humanos 1971, otorgado por el Congreso Judío Latinoamericano;

Premio Derechos Humanos de la Naciones Unidas en 1978;

Premio por la Paz de la Asociación para las Naciones Unidas en España, en 1987.

La esfinge monseñor Raúl Silva Henríquez aparece en la moneda de 500 pesos chilenos.

La Vicaría de la Solidaridad, por su parte, recibió el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia, en 1986.

Los seres concientes forjan la historia (II)

Iván Ljubetic Vargas, historiador del Centro de Extensión e Investigación Luis Emilio Recabarren, CEILER

CAPÍTULO II: Con las armas y el terror imponen una dictadura fascista (1973 – 1990)

La derecha, la DC, con la orientación y apoyo del imperialismo estadounidense, echaron mano a las fuerzas armadas para perpetrar el sangriento golpe del 11 de septiembre de 1973 e imponer una dictadura fascista.

Ésta empleó el terrorismo de Estado. El Informe Rettig, de la Comisión de Verdad y Reconciliación en marzo de 1991, que contabilizó sólo ejecuciones y desapariciones, reconoció 2.279 muertes en manos de las fuerzas de seguridad durante la dictadura de Pinochet.

Los dos informes de la Comisión Valech (noviembre 2004 y agosto 2013) reconocieron un total de más de 40.018 víctimas de la dictadura.

A estos se deben agregar los más de 400.000 chilenos lanzados al exilio y los muchos miles de exonerados.

La represión más sangrienta la sufrieron los trabajadores, pobladores, estudiantes e intelectuales.

Mediante el terror, la dictadura encabezada por Pinochet, impuso el capitalismo más salvaje (el neoliberalismo) que hizo un país con enormes desigualdades. Entregó la mayor parte de las empresas que Allende había hecho de todos los chilenos, a privados criollos y extranjeros. Implantó un plan laboral anti obrero, la municipalización de la educación, las AFP y las ISAPRES. Penalizó el aborto quirúrgico. Clausuró el Congreso Nacional, quemó los Registros Electorales e impuso un antidemocrático sistema electoral binominal. Prohibió la existencia de la CUT y otras organizaciones gremiales. Puso a sindicatos y organizaciones sociales bajo control militar. Terminó con toda señal de democracia.

A pesar del terror desatado por la tiranía, los demócratas conscientes, desde el primer día emprendieron la lucha contra la dictadura y por recuperar la democracia. Un ejemplo de ello, fueron los funerales del poeta Pablo Neruda el 25 de septiembre de 1973.

Fueron ellos, los heroicos combatientes por la libertad, los forjadores de la historia.

(Continuará)


Ver:

Frustrado intento de Tiranicidio (Operación Siglo XX)

Iván Ljubetic Vargas, historiador del Centro de Extensión e Investigación Luis Emilio Recabarren, CEILER

La Operación Siglo XX o Patria Nueva es llevada a cabo por una veintena de miembros del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, con elementos provenientes de la Internación de armas de Carrizal Bajo, que no alcanzan a ser decomisados por los servicios de seguridad de la dictadura

Planificación

El General Pinochet durante los fines de semana suele dirigirse a su casa de descanso en El Melocotón (Cajón del Maipo), junto con parte de su familia y protegido por su escolta. La caravana en que se traslada el tirano siempre incluye dos automóviles blindados similares y de vidrios oscuros. Esto por dos razones: en caso de desperfecto del automóvil que lleva a Pinochet, se dispone de inmediato de otro; y que de producirse un atentado a la comitiva, tenga el enemigo como primera dificultad la imposibilidad de saber en cuál de los dos automóviles viaja Pinochet.
El Comando del FPMR decide que el tiranicidio se realice durante el trayecto de regreso a Santiago. Se planifica detalladamente una emboscada en la Cuesta Las Achupallas. Los frentistas César Bunster (hijo de un ex-diplomático de Salvador Allende) y Cecilia Magnise se encargan de conseguir los vehículos necesarios, como también arrendar una casona en el sector de La Obra, donde permanece la totalidad del equipo.

Cuidadosa elección del lugar

El lugar del operativo es minuciosamente seleccionado. Al costado norte (a la derecha del camino en el sentido Cajón del Maipo-Santiago) se encuentra un pequeño cerro donde se parapetarán los atacantes, mientras que al costado sur del camino hay un barranco de cerca de 20 metros de altura. De esta forma, los accidentes geográficos dificultarán la retirada, la protección y la efectividad del armamento de la escolta. Simultáneamente, un vehículo con una casa rodante acoplada y una camioneta todo terreno impedirán cualquier posible salida.

Se debe postergar la acción

La acción está programada para el domingo 31 de agosto de 1986 en la tarde. Sin embargo, la noche anterior fallece el Ex-Presidente Jorge Alessandri Rodríguez. Debido a ello, el General Pinochet regresa a Santiago durante la madrugada, lo que no puede ser previsto. Entonces, los frentistas, caracterizados como seminaristas de una orden religiosa, se trasladan a la localidad de San Alfonso, permaneciendo ahí hasta el domingo 7 de septiembre de 1986. El armamento con que cuentan son: 16 fusiles M-16, 10 lanzacohetes|M72 LAW, 1 Fusil SIG calibre 7,62 mm, 1 subfusil P25, y un número indeterminado de granadas de mano caseras.

La escolta del tirano

Por su parte, la escolta presidencial cuenta con subfusiles Uzi y Mini Uzi, granadas de mano, revólveres Rossi, y fusiles Galil.
La comitiva precedida por 2 motoristas de Carabineros está entonces conformada así:
El primer vehículo es tripulado por 4 Carabineros; en el segundo vehículo (Mercedes Benz blindado) viaja el General Pinochet con su nieto Rodrigo García, su Edecán Naval Capitán de Fragata Pedro Arrieta, y su conductor, un Cabo 2º de Ejército; en el tercer vehículo viajan 4 escoltas de civil al mando de un Capitán de Ejército (jefe de la escolta) y 3 funcionarios de Ejército. El cuarto vehículo es un Mercedes Benz alternativo en el que va un médico. El quinto vehículo cierra la comitiva, un Ford tripulado por 4 comandos de Ejército.

Los frentistas

Los atacantes están conformados de la siguiente manera: Unidad 501: Integrada por Rodrigo Rodríguez Otero (Jorge), Cristián Acevedo Mardones (David), Héctor Maturana Urzúa (Axel), Víctor Díaz Caro (Enzo), Héctor Luis Figueroa (Víctor) y Arnaldo Arenas Bejas (Milton). Actúan como grupo interruptor, su misión es detener a la comitiva mediante un automóvil Station Wagon con una casa rodante.
Unidad 502: Integrada por José Joaquín Valenzuela Levi (Ernesto), Julio Guerra Olivares (Guido), Lenin Peralta Véliz (Oscar) y un frentista solamente identificado como “Juan”. Apostados en un cerro al costado derecho del camino, su misión es concentrar el fuego en los primeros vehículos.
Unidad 503: Integrada por Mauricio Hernández Norambuena (Ramiro), Alexis Soto (Marcos), Jorge Mario Angulo (Pedro) y un frentista solo identificado como “Rodrigo”. Apostados igual que la anterior, su misión es concentrar el fuego en el vehículo del General Pinochet.
Unidad 504: Integrada por Mauricio Arenas Bejas (Joaquín), Juan Moreno Ávila (Sacha), Juan Ordenes Narváez (Daniel) y un frentista solamente identificado como “Javier”. Conforman el grupo de bloqueo, a bordo de una camioneta todo terreno, su misión es impedir la fuga de cualquier vehículo de la comitiva.

Domingo 7 de septiembre de 1986

Cerca de las 18,20 horas dos mujeres frentistas que se alojan en la residencial “Inesita” en San José de Maipo, comunican telefónicamente al Comandante Ernesto que la comitiva presidencial está en esos momentos pasando frente a ellas, e inmediatamente el grupo guerrillero se dirige al sitio de la emboscada, la Cuesta Las Achupallas, ubicada entre el sector de La Obra y el pueblo Las Vertientes.
Una vez en el sector, los frentistas se percatan de la presencia de una patrulla de Carabineros dirigiendo el tránsito en el cruce San Juan de Pirque. Son neutralizados con ráfagas de fusiles M-16.

Se inicia la operación

A las 18,35 horas, la comitiva de presidencial llega al sector del operativo. En la Cuesta Las Achupallas es interceptada por la Unidad 501, que tras dejar pasar a los dos motoristas de Carabineros, obstruye el tránsito con un automóvil que lleva acoplada una casa rodante e inmediatamente abren fuego contra el primer vehículo. Cuando la comitiva está sobre el punto, las unidades 502 y 503, parapetadas en los faldeos de un cerro de la cuesta, empiezan el ataque.

La escolta presidencial reacciona de inmediato respondiendo al fuego, pero los frentistas están bien parapetados, lo que hace muy difícil repeler el ataque. Además el sector, tan bien escogido, debido a sus características geográficas, se produce silencio radial, haciendo imposible comunicarse desde ahí con otras unidades policiales o militares.

La agilidad de un chofer

Pinochet y su nieto van en el primer Mercedes Benz blindado. Su conductor en una ágil maniobra, logra hacer girar el auto para regresar a El Melocotón. Recibe el impacto de un cohete M72 LAW, que no estalla. Resultan con heridas leves. Pasan a escasos metros de un grupo de bloqueo, que está en ese sitio, precisamente para impedir que el Mercedes Benz de Pinochet pueda escapar emprendiendo rumbo de vuelta. Así se salva el dictador.

Cinco escoltas mueren en el intento de tiranicidio, mientras que 11 resultan heridos. La acción dura entre 5 a 6 minutos. Ninguno de los miembros del FPMR es herido. Todos corren raudos hacia Santiago. El vehículo que encabeza la caravana lleva baliza. Y como a esa hora regresa siempre el tirano, los carabineros que controlan el trayecto, creen que es la comitiva de Pinochet e incluso la saludan a su paso.

Conmoción mundial

La acción conmueve a Chile y al mundo. El periódico “El País”, de Madrid, en su editorial del martes 9 de septiembre de 1986 escribe:
“El atentado de que ha sido víctima el general Pinochet… indica un salto cualitativo en la capacidad del Frente…” “A pesar de que las fuerzas moderadas de la oposición, en particular la Democracia Cristiana, condenan toda utilización de métodos violentos, no se puede cerrar los ojos ante el hecho de que la influencia del Partido Comunista, que apoya al Frente, está creciendo sensiblemente, sobre en los sectores más jóvenes y radicales del país, en las universidades y en las poblaciones que rodean a la capital, en las que se concentran las capas más expoliadas y desesperadas. Ello se ha traducido en éxitos comunistas en recientes elecciones universitarias y sindicales…”

Las razones del fracaso

Luis Corvalán, en “De lo vivido y lo peleado”, sostiene:
“La culpa del fracaso se debía, según la versión en boga, a la falla de algunos cohetes. La posibilidad de que no explotaran dos de los cuatro cohetes es cosa que debía haber entrado en los cálculos. No se tuvo en cuenta que eso pudiera acontecer. Más aún, no se previó la vuelta en 180 grados que hizo el chofer del vehículo de Pinochet y, por lo mismo, no se cubrió la retirada, no se apostó gente para salirle al paso cuando regresaba a El Melocotón. Esto quiere decir que la jefatura militar no estuvo plenamente a la altura de la empresa que acometía. Con todo, la responsabilidad principal está en la dirección política. En primer y último término, en dicha dirección todo debió preverse. Ello exigía de su parte conocimientos militares de los cuales carecía” (Luis Corvalán: “De lo vivido y lo peleado. Memorias”, páginas 296 y 297)

1986 no fue el año decisivo

Más adelante agrega Luis Corvalán:
“En la Primavera de 1986 recobró vida el Acuerdo Nacional. No había muerto. Sólo estaba en hibernación. Reflotó tras el paro del 2 y 3 de julio y dos acontecimientos que sacudieron fuertemente al país y que tuvieron gran repercusión nacional e internacional: el atentado a Pinochet el 7 de septiembre de 1986 y el descubrimiento de una importante internación de armas del Frente Patriótico Manuel Rodríguez”. (Luis Corvalán: Obra citada, página 299)
La dictadura responde al intento de tiranicidio imponiendo el Estado de Sitio y asesinando fríamente a cuatro patriotas.
Los acontecimientos de agosto y septiembre contribuyen, junto a la aguda presión del imperialismo, a que 1986 no fuese el Año Decisivo en cuanto a terminar con la dictadura,