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Bicentenario de la Batalla de Maipú

Iván Ljubetic Vargas, historiador del Centro de Extensión e Investigación Luis Emilio Recabarren, CEILER

 

El 5 de abril de 1818 se libró la batalla de Maipú. Las tropas patriotas, al mando del general argentino José de San Martín, vencieron al ejército del rey de España. Con ella culminó el proceso de la Independencia de Chile, iniciado en forma vacilante y contradictoria en 1810.

Desarrollo de la Batalla

Poco antes del mediodía del 5 de abril de 1818, la artillería patriota dirigida por Manuel Blanco Encalada rompió fuego. Pronto el general San Martín se dio cuenta de que los realistas habían tomado una posición defensiva y decidió iniciar el ataque contra el centro y la derecha de las fuerzas realistas. La lucha prosiguió de manera encarnizada.

El general chileno Bernardo O’Higgins, convaleciente de una gran herida (producto de la derrota aliada en Cancha Rayada), se presentó poco antes de terminado el último ataque contra los realistas y entusiasmados por la victoria San Martín y O’Higgins se abrazaron victoriosos en una escena que dio origen a un cuadro, el histórico abrazo conocido como El abrazo de Maipú, donde O’Higgins le dice a San Martín ¡Gloria al salvador de Chile! y San Martín le responde General: Chile no olvidará jamás el nombre del ilustre inválido que el día de hoy se presentó al campo de batalla en ese estado”.

El Abrazo de Maipú (Obra de Pedro Subercaseaux)

Los patriotas perdieron un 35% de sus fuerzas entre muertos y heridos. Los realistas sufrieron más de 1.500 muertos y 2.000 prisioneros.

El Internacionalismo de los compatriotas

Los patriotas latinoamericanos del siglo XIX, que lucharon por liberar a sus países del colonialismo, fueron consecuentemente internacionalistas. Ahí están, entre otros, los ejemplos de Simón Bolívar, Antonio José de Sucre, José de San Martín, Bernardo O’Higgins.

En la batalla de Rancagua, que había tenido lugar el 1 y 2 de octubre de 1814, cuando al segundo día de combates, los patriotas ya no podían resistir las embestidas de la fuerzas realistas muy superiores en número, O’Higgins ordenó a los sobrevivientes montar a caballo y se lanzaron por sobre las barricadas enemigas. Esas tropas, junto a numerosos otros patriotas emigraron a Mendoza, provincia de Cuyo, para preparar la revancha. Se iniciaba el período de la Reconquista española. En Chile, los guerrilleros de Manuel Rodríguez no dejaban tranquilos a los realistas. En Mendoza, con la inmensa solidaridad del general José de San Martín, gobernador de Cuyo, se organizó el Ejército Libertador, que en los primeros días de febrero de 1817, atravesó la cordillera de los Andes y el 12 de ese mes derrotó a las tropas del rey español en la batalla de Chacabuco. Pero en 1818 un nuevo y poderoso ejército del rey español invadió Chile. Ese fue derrotado en Maipú.

El triunfó en Maipú tuvo sus consecuencias

Hay historiadores que restan importancia al triunfo del proceso de la Independencia. Están equivocados.

Al romper el verdadero círculo de hierro que significaba el dominio colonialista, nuestro país pudo vender sus riquezas naturales (cobre y plata) a Inglaterra. Los fondos recibidos fueron buen utilizados en ampliar las minas, construir caminos, puentes, mejorar puertos, levantar fundiciones, talleres, fábricas, tender líneas ferroviarias. Surgieron así formas capitalistas de producción. Aparecieron dos nuevas clases sociales: la burguesía capitalista, propietaria de los medios de producción y la masa de desposeídos de esos medios que, para sobrevivir, debía vender su fuerza de trabajo. Era la clase obrera o proletariado.

Estos cambios económico-sociales, producidos a partir de los años veinte del siglo XIX, abrieron una nueva etapa en la historia de Chile, cuyo signo característico es el surgimiento y desarrollo de la clase obrera.

Intervenciones de Estados Unidos en América Latina

1823: La Doctrina Monroe declara que América Latina se considera “esfera de influencia” para Estados Unidos.

1846: Estados Unidos emprende una guerra contra México, país que finalmente es forzado a ceder al vecino del norte la mitad de su territorio, incluidos los hoy poderosos y ricos Estados norteamericanos de Texas y California.

1854: La marina yanqui bombardea y destruye el puerto nicaragüense de San Juan del Norte. El ataque ocurrió después de un intento oficial de poner impuestos al yate del millonario norteamericano Cornelius Vanderbilt, quien había conducido su nave a dicho puerto. El bombardeo facilitó el camino a William Walker.

1855: El aventurero estadounidense William Walter, operando en interés de los banqueros Morgan y Garrison, invade Nicaragua y se proclama presidente. Durante sus dos años de gobierno invadiría también a los vecinos países de El Salvador y Honduras, proclamándose igualmente jefe de Estado en ambas naciones. Walker restauró la esclavitud en los territorios bajo su ocupación.

1898: Los Estados Unidos declaran la guerra a España en el momento en que los independentistas cubanos tenían prácticamente derrotada a la fuerza militar colonial. Las tropas norteamericanas ocupan la Isla de Cuba, desconocen a los patriotas y España se ve obligada a ceder a Estados Unidos los territorios de Puerto Rico, Guam, Filipinas y Hawai.

1901: Las fuerzas norteamericanas de ocupación hacen incluir en la Constitución de la nueva República de Cuba la infame Enmienda Platt, mediante la cual Estados Unidos se arrogaba el derecho de intervenir en los asuntos cubanos cada vez que estimara conveniente. Cuba también fue forzada al arrendamiento en perpetuidad de un pedazo del territorio nacional para el uso de la Marina de Guerra estadounidense: La Base Naval de Guantánamo.

1903: Los Estados Unidos “estimula” la segregación de Panamá, que entonces era parte de Colombia, y adquiere derechos sobre el Canal de Panamá. Años después, el ex presidente Teodoro Roosevelt -el real segregador de Panamá-diría: “Yo tomé la Zona del Canal mientras el Congreso debatía.” A Colombia se le pagó posteriormente la ridícula suma de $25 millones en compensación.

1904: Se promulga en Panamá la Constitución Nacional. Tiene un apartado que contempla la intervención militar norteamericana cuando Washington lo crea necesario. Inmediatamente se inicia la construcción del Canal de Panamá. Más adelante, Estados Unidos llenará la zona de bases militares y en 1946 fundará la tristemente célebre Escuela de las Américas, por cuyas aulas pasarán casi todos los dictadores de América Latina.

1904: La infantería de marina estadounidense desembarca en República Dominicana para sofocar un levantamiento armado opositor. Un año después, a propósito de la intervención en ese país, el Presidente Teodoro Roosevelt declara que Estados Unidos sería “el gendarme” del Caribe.

1906: Las inversiones norteamericanas en Cuba, que en 1885 representaban 50 millones de pesos cubanos, alcanza la cifra de 200 millones. En agosto de ese año estalla una insurrección contra el presidente títere Estrada Palma, quien solicita la intervención militar de EE.UU. Los norteamericanos desembarcan y designan como interventor a William Taft.

1907: República Dominicana: Estados Unidos consiguió que el gobierno dominicano le otorgara la recaudación de los ingresos aduanales, estatus que se mantendría por 33 años consecutivos.
1908: Tropas norteamericanas intervienen en Panamá. En la próxima década lo hará cuatro veces más.

1910: Los marines yanquis ocupan Nicaragua para sostener el régimen de Adolfo Díaz.

1911: México: Para “proteger” a ciudadanos norteamericanos, el presidente William Taft ordena el desplazamiento de 20 mil soldados a la frontera sur y ocho buques de guerra frente a las costas de California.

1912: Los marines norteamericanos invaden Nicaragua y dieron comienzo a una ocupación que se mantendría casi continuamente hasta 1933. Ese mismo año (1912) el Presidente Taft declara: “No está distante el día en que tres estrellas y tres franjas en tres puntos equidistantes delimiten nuestro territorio: una en el Polo Norte, otra en el Canal de Panamá y la tercera en el Polo Sur. El hemisferio completo de hecho será nuestro en virtud de nuestra superioridad racial, como es ya nuestro moralmente.”

1914: La Marina de Estados Unidos bombardea la ciudad portuaria de Veracruz, un ataque aparentemente motivado por la detención de soldados norteamericanos en Tampico. El gobierno mexicano se disculpa, pero el presidente Woodrow Wilson ordena que la armada ataque a Veracruz. Cien soldados mexicanos, varios cadetes de la Escuela Naval y grupos civiles resisten con heroísmo. Hay 300 muertos. Los ocupantes permanecen durante varios meses.

1915: Los marines ocupan Haití para “restaurar el orden”. Se establece un protectorado que permanecerá hasta 1934. El secretario de Estado William Jennings Bryan, al informar sobre la situación haitiana comentó: “Imaginen esto: negros hablando francés”

1916: Marines ocupan la República Dominicana y permanecen allí hasta 1924

1918: En Panamá los marines ocupan la provincia de Chiriquí, para “mantener el orden público”.

1924: La infantería de marina USA invade a Honduras para “mediar” en un enfrentamiento civil. Un militar hondureño asume el gobierno provisional. Honduras ocupa el primer lugar mundial en la exportación de bananas, pero las ganancias son para la United Fruit Company.

1925: Tropas del Ejército norteamericano ocupan la ciudad de Panamá para acabar con una huelga y mantener el orden.

1926: Estados Unidos decide crear en Nicaragua una Guardia Nacional. Augusto César Sandino se propone crear un ejército popular para combatir a los ocupantes extranjeros.

1927: En Nicaragua un capitán de los marines yanquis conmina a Sandino para que se rinda. El rebelde responde: “Yo quiero patria libre o morir”. Estados Unidos realiza entonces el primer bombardeo aéreo en América Latina. Ataca la aldea El Ocotal. Mueren 300 nicaragüenses por las bombas y ametralladoras yanquis.

1930: En República Dominicana comienza la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo, un militar surgido de la Guardia Nacional, fomentada y entrenada por Estados Unidos.

1933: Estados Unidos abandona Nicaragua y deja el control del país a Anastasio Somoza y su Guardia Nacional.

1934: En Nicaragua es asesinado César Augusto Sandino, quien había depuesto las armas. El asesinato fue ordenado por Somoza, con la complicidad del embajador norteamericano Arthur Bliss Lane.

1941: En Panamá es depuesto el presidente Arias por un golpe militar liderado por Ricardo Adolfo de la Guardia, quien primero consultó su plan con el Embajador de Estados Unidos. El Secretario de Guerra Henry Stimson declaró al respecto: “Esto fue un gran alivio para nosotros, porque Arias había sido muy problemático y muy pro-Nazi”

1946: Estados Unidos abre en Panamá la tristemente célebre Escuela de las Américas, para la formación de los militares del hemisferio. Allí se formaron los principales protagonistas de las dictaduras militares en Brasil, Argentina, Uruguay, Chile, Centroamérica y en otros países.

1947: Estados Unidos comienza a imponer paulatinamente el Tratado Interamericano de de Asistencia Recíproca (TIAR).
1952: En Cuba, con la anuencia y agrado del gobierno de Estados Unidos, el general Fulgencio Batista produce el derrocamiento de Carlos Prío Socarrás e inaugura una sangrienta tiranía.

1954: La CIA orquesta el derrocamiento del gobierno democráticamente electo de Jacobo Árbenz en Guatemala. Un poeta guatemalteco describió el gobierno de Árbenz como “años de primavera en un país de eterna tiranía”.Siguieron casi 40 años de violencia y represión que culminaron en la política de “tierra arrasada” de los años 80. Más de 150 000 personas perdieron la vida.

1956: En Nicaragua el poeta Rigoberto López Pérez mata al dictador Anastasio Somoza, que llevaba 20 años en el poder con apoyo de Estados Unidos. El presidente Franklin Delano Roosevelt lo había definido así: “Es un hijo de puta, pero es nuestro hijo de puta”. Su hijo Anastasio Somoza Debayle prolongó la dinastía tiránica durante varios años más.

1960: El presidente Eisenhower autoriza la realización en gran escala de acciones encubiertas para derribar el gobierno de Fidel Castro, quien había llegado al poder en enero de 1959 e inició de inmediato una obra revolucionaria de extraordinario alcance social y apoyo popular. Las acciones encubiertas incluían el asesinato del líder cubano, la creación de bandas contrarrevolucionarias y el sabotaje a los principales sectores de la economía isleña.

1961: Fuerzas mercenarias reclutadas, organizadas, financiadas y dirigidas por Estados Unidos invaden Cuba por Bahía de Cochinos (Playa Girón). En menos de 72 horas son derrotadas en lo que constituyó la primera gran derrota militar del imperialismo yanqui en América Latina. La CIA cocina un golpe de Estado contra el presidente electo de Ecuador J. M Velazco Ibarra, quien se había demostrado demasiado amistoso con Cuba.

1964: El presidente de Brasil Joao Goulart, quien se proponía llevar a cabo una reforma agraria y nacionalizar el petróleo, es víctima de un golpe de estado apoyado y promovido por Estados Unidos.

1965: Estados Unidos envía miles de efectivos a República Dominicana para reprimir un movimiento que intentaba restaurar en el poder al anteriormente derrocado presidente progresista y democráticamente electo Juan Bosch.

1966: Estados Unidos envía armas, asesores y Boinas Verdes a Guatemala, para implementar una llamada campaña contrainsurgente. En un informe del Departamento de Estado reconocía que: “para eliminar a unos pocos cientos de guerrilleros habrá que matar quizás a 10 mil campesinos guatemaltecos”.

1967: Un grupo de Boinas Verdes fueron enviados a Bolivia para ayudar a encontrar y asesinar a Ernesto Che Guevara.

1968: la CIA, organiza una fuerza paramilitar considerada como la precursora de los tenebrosos “Escuadrones de la Muerte”.

1971: El diario The Washington Post confirma que la Agencia Central de Inteligencia (CIA) había intentado asesinar en varias oportunidades al líder de la revolución cubana Fidel Castro. Años después, y en la medida que los documentos secretos de la CIA eran desclasificados se ha sabido que los intentos se cuentan por decenas y los planes por centenares.

1973: Los militares toman el poder en Uruguay, apoyados por Estados Unidos. La subsiguiente represión alcanzaría elevadísimas cifras de población encarcelada por razones políticas.
Un golpe de Estado instigado y organizado por Estados Unidos derroca al gobierno electo del Presidente Salvador Allende en Chile, y se instala en el poder el General Augusto Pinochet quien encabeza una cruenta y larga tiranía.

1976: Asume el poder una dictadura militar en Argentina. Años después se desclasificaron en Estados Unidos casi 5000 documentos secretos que revelaron la estrecha colaboración y el apoyo otorgado desde los más altos niveles del poder en Washington a los militares argentinos, responsables de la muerte de al menos 30.000 argentinos, una gran parte de ellos jóvenes estudiantes y trabajadores. Recientemente, el Departamento de Estado de EEUU ha desclasificado documentos que implican directamente al antiguo secretario de Estado Henry Kissinger y otros altos responsables norteamericanos en los crímenes cometidos por la dictadura argentina, que puso en marcha una campaña de asesinatos, torturas y “desapariciones” tras asumir el poder. Kissinger estuvo involucrado en las operaciones del llamado Plan Cóndor, una red de cooperación para capturar y ejecutar opositores políticos en Argentina, Brasil, Chile, Uruguay, Paraguay y Bolivia.

1980: Estados Unidos incrementa la asistencia masiva a los militares de El Salvador que se enfrentan a las guerrillas del FMLN. Los escuadrones de la muerte proliferan; el Arzobispo Romero es asesinado por terroristas de derecha; 35 mil civiles son muertos entre 1978 y 1981. La violación y asesinato de 4 monjas por sicarios de los militares hace que el gobierno yanqui suspenda la ayuda militar. por un mes.

1981: La Administración Reagan inicia la guerra de los “contra” para destruir el gobierno sandinista en Nicaragua.
La CIA avanza en la organización de los “contras” en Nicaragua. Habían comenzado el año anterior con un grupo de 60 antiguos guardias de Somoza. Cuatro años después llegarían a agruparse en la “contra” casi 12 mil ex guardias. De los 48 jefes militares más importantes de la “contra”, 46 habían sido oficiales de la Guardia Nacional. Estados Unidos también avanzó en la guerra económica contra Nicaragua y en las presiones ejercidas por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.

El general Omar Torrijos, presidente de Panamá, muere en un accidente aéreo. Desde entonces ha existido la sospecha de que la CIA tuvo que ver con el desastre, debido al nacionalismo patriótico de Torrijos y a las relaciones amistosas que su gobierno sostenía con Cuba.

1983: Se produce la invasión de cinco mil infantes de marina de Estados Unidos a la pequeña isla caribeña de Granada. Las tropas yanquis entraron poco después de que una conspiración había sacado del poder a Maurice Bishop, un líder izquierdista y nacionalista.

1989: Estados Unidos invade Panamá para arrestar a quien fuera su protegido, Manuel Noriega. La operación dejó no menos de 3 mil bajas civiles.

1990: Estados Unidos interviene masivamente en el proceso electoral de Nicaragua a través de acciones encubiertas y también públicas. Washington consolidó abiertamente la coalición de oposición, aunque tales prácticas son ilegales según la ley estadounidense.

2000: Como parte de la “Guerra a las Drogas”, Estados Unidos lanza el Plan Colombia, un programa de ayuda masiva civil y militar a un país que quizás tenga el peor récord de derechos humanos en el hemisferio. El financiamiento de Estados Unidos para este Plan es de 1 300 millones, de los cuales el 83 por ciento está destinado al gasto militar. El Plan Colombia después se ha subsumido en la “Guerra contra el Terrorismo”.

2002: Estados Unidos apoyó y financió a los elementos que organizaron el fallido golpe de Estado del 11 de abril en Venezuela.

  • Por Iván Ljubetic

El Internacionalista Juan Vargas Puebla

Iván Ljubetic

Juan Vargas Puebla nació hace 110 años en La Serena, el 8 de agosto de 1908. A los 14 años comenzó a trabajar como obrero.

Fue dirigente de la FOCH, Estuvo entre los fundadores del Sindicato de Estucadores, de la Federación de la Construcción, de la CTCH y de la CUT. En las tres centrales fue consejero nacional.

Ingresó a las filas del Partido Comunista en 1932. Fue miembro del Comité Central, de su Comisión Política y de su secretariado.

Es uno de los oradores más brillantes de la historia de Chile.

Fue regidor por Valparaíso entre 1938 y 1941; diputado ente 1945 y 1949: regidor por Santiago entre 1967 y 1971.

Después del golpe de 1973 debió salir al exilio. Estuvo en Argentina, República Democrática Alemana, Bulgaria y México. En este último país, donde residió los últimos 15 años de su existencia, fue asesinado el 21 de enero de 1992.

Reconoció a Recabarren como su maestro. Y hay notoria similitud entre la vida y la obra de ambos. Los dos dedicaron sus mejores esfuerzos a la unidad, organización y educación de los trabajadores chilenos.

Juan Vargas Puebla fue un consecuente internacionalista. Recordemos algunas de sus muchas actividades enarbolando las banderas de la solidaridad internacional.

En “El Siglo”, del sábado 25 de diciembre de 1943, leemos:
“Recientemente se ha celebrado en Colombia el VI Congreso Nacional del Trabajo, en la ciudad de Bucaramanga. A tan importante reunión, llamada a tener amplia repercusión en el movimiento sindical americano, asistió como delegado de la Confederación de Trabajadores de Chile el camarada Juan Vargas Puebla”.

Con fecha 27 de enero de 1944, Juan Vargas Puebla escribió: desde la ciudad colombiana de Buenaventura:

“Con Carlos Godoy Pizarro, en dos o tres días más abandonaremos Colombia con rumbo a México. Nuestra larga estada en este país, después del magnífico Congreso Nacional de la Confederación de Trabajadores de Colombia, se debió al atraso del barco por más de un mes. Este atraso nos ha servido para visitar sus organizaciones sindicales, imponernos de las condiciones de vida y de trabajo de los obreros y campesinos”.

Menciona diez ciudades que visitaron y explica: “En todas estas localidades hemos dictado conferencias en los Sindicatos o en las salas de los Consejos Municipales. Las autoridades se han hecho presente y nos han brindado toda clase de atenciones. Los trabajadores se han entusiasmado con nuestras experiencias sindicales y políticas, de las que hemos hablado extensamente”.
El martes 28 de marzo de 1944, después de más de tres meses de haber emprendido su gira internacional, regresaron a Santiago, Juan Vargas Puebla y Carlos Godoy, consejeros nacionales de la CTCH. Habían participado en el Congreso de los Trabajadores de Colombia y visitado ese país, para continuar su gira por México, Guatemala, Costa Rica y Panamá.

El viernes 20 de octubre de 1944, Juan Vargas Puebla participó -representando a la CTCH- en la reunión constitutiva de la Comisión de Solidaridad con el pueblo argentino.

El sábado 21, acompañó al Embajador de México, señor Luis Rodríguez, en una visita a la zona de La Calera. Habló en un almuerzo que se ofreció al diplomático en el Club Social de esa localidad y en un mitin en el Teatro del Sindicato Cemento Melón. Relató aspectos de su viaje a México y abogó por el establecimiento de relaciones entre Chile y la Unión Soviética.

El domingo 12 de octubre de 1944 tuvo lugar una concentración en el Teatro Victoria de Valparaíso, en homenaje a la Unión Soviética, donde intervinieron, entre otros, Pablo Neruda, quien recitó su “Canto de Amor a Stalingrado” y Juan Vargas Puebla.

El miércoles 29, de noviembre Juan Vargas Puebla habló por Radio del Pacifico. Su alocución “Aplastar el foco nazi en Argentina para garantizar la libertad de nuestra América”, fue un emotivo llamado a solidarizar con el pueblo argentino.

Pocos días después viajó nuevamente a Colombia. Era uno de los cinco miembros de la delegación de la CTCH designada para participar en el Segundo Congreso de la Confederación de Trabajadores de América Latina, CTAL, en la ciudad de Cali, entre el 10 y el 15 de diciembre de 1944. Asistieron representantes de 13 países del continente.

El 18 de agosto de 1945, la CTCH designó a Juan Vargas Puebla y a otros dos dirigentes como delegados al Congreso Mundial Obrero, a realizarse en París del 25 de septiembre al 8 de octubre de 1945. Debido a la intencionada tramitación por el Consulado de Estados Unidos de las visas de tránsito, los tres consejeros de la CTCH sólo pudieron viajar el domingo 30 de septiembre y llegaron a París cuando ya había finalizado el Congreso Mundial Obrero. Este terminó sus labores el lunes 8 de octubre, habiendo fundado antes la Federación Sindical Mundial.

Sin embargo, los tres dirigentes de la CTCH participaron en el Congreso de la CTAL, que inició sus sesiones el miércoles 10, bajo la presidencia de Vicente Lombardo Toledano. Igualmente tomaron parte en la 27 Conferencia de la Organización Internacional del Trabajo, OIT, que se celebró entre el lunes 15 de octubre y el lunes 4 de noviembre de 1945.

Desde París, Juan Vargas Puebla viajó a México, donde permaneció varios meses, colaborando con la Confederación de Trabajadores de México, CTM. Entre sus muchas actividades en ese país, representó a la CTAL en el V Congreso Americano del Magisterio, en cuya sesión inaugural pronunció -según la prensa mexicana- “el mejor y más aplaudido discurso”.

También visitó Estados Unidos, Cuba y Guatemala, aportando con su valiosa experiencia en los movimientos sindicales.
Juan Vargas Puebla fue dirigente de la Confederación de Trabajadores de América Latina, participó en eventos internacionales como representante de la Federación Sindical Mundial. Viajó a Cuba antes y después del triunfo de la Revolución. Visitó la Unión Soviética.

Resulta imposible relatar todas las actividades internacionales que realizó Juan Vargas Puebla, representando a la CTCH, a la Confederación de Trabajadores de América Latina, a la Federación Sindical Mundial y a la CUT.

Para finalizar, recordaremos un episodio que une el ayer con el presente:

El viernes 30 de abril de 1965 Juan Vargas Puebla llegó a Managua, capital de Nicaragua, para participar en el acto del Día Internacional de los Trabajadores, en representación de la CUT. Ese mismo viernes 30 de abril, se reunió con dirigentes sindicales nicaragüenses. En la noche de ese día, estaba ya descansando en el Hotel Estrella, cuando lo detuvieron ocho policías vestidos de civil. Lo llevaron a hablar con ‘el jefe’, pero lo dejan en un calabozo. Protestó airadamente por el atropello. Exigió ponerse en contacto con la Embajada chilena o con los dirigentes sindicales nicaragüenses. Se lo negaron. Fue incomunicado. Lo trataron groseramente.

No pudo asistir al acto del 1º de Mayo. Pero en éste, el dirigente de la Confederación General del Trabajo nicaragüense, Francisco Bravo, denunció su detención, exigiendo su libertad.

Sólo una vez concluido el mitin realizado en la Casa del Obrero de Managua, llevaron a Juan Vargas Puebla ante el “jefe”, el “Mayor Pérez”, con quien tuvo un agrio diálogo. Fue dejado en libertad.
Gobernaba Nicaragua por entonces, el Presidente René Schick Gutiérrez, un títere de los siniestros Somoza, a su vez, títeres del imperialismo estadounidense.

Han pasado 53 años. Hoy, luego de una heroica lucha armada y jornadas electorales, gobierna Nicaragua el pueblo, a través del Frente Sandinista de Liberación Nacional.

En 1965, Juan Vargas Puebla fue a entregar la solidaridad de la CUT a los trabajadores nicaragüenses, hoy –no lo dudamos- estaría en la primera línea solidarizando con el pueblo de Nicaragua, que sufre –una vez más- los ataques del imperialismo.

Por ello, el Centro de Extensión e Investigación Luis Emilio Recabarren, CEILER, decidió unir el homenaje a los 110 años de un recabarrenista, llamado Juan Vargas Puebla, con nuestro irrestricto apoyo al pueblo de Nicaragua.

Nosotros, fieles al legado de Marx y Engels proclamamos: ¡Proletarios de todos los países, uníos!

Consecuentes leninistas, no perdemos la brújula, y tenemos siempre en cuenta que el enemigo principal de los pueblos, es el imperialismo estadounidense.

Y, como leales herederos de Luis Emilio Recabarren, exclamamos con fuerza y decisión:

¡Honor y gloria al recabarrenista Juan Vargas Puebla!
¡Viva el pueblo de Nicaragua!
¡Arriba la solidaridad internacional!

Juan Vargas Puebla: Necesaria pero breve reflexión sobre el apoyo a Nicaragua

A diferencia de otros que dudan, que no son claros, que callan , que son incapaces de ver cuál es el enemigo fundamental de los pueblos, nosotros, los del CEILER, no nos perdemos en el caso de Nicaragua. No escondemos los errores cometidos por el Gobierno de Ortega ni podemos estar de acuerdo con ellos, pero sabemos que el ave de rapiña del imperialismo está detrás de la violencia que sufre Nicaragua (vivimos la experiencia previa al golpe en Chile) y sabemos que de caer el gobierno elegido por el 76% de los votos llegaría otro elegido por un solo voto, el del imperialismo. Por ello concordamos con lo escrito por Atilio Bordón que finaliza su magnífico artículo diciendo:

“Estando en el Foro de Sao Paulo que tiene lugar en La Habana pude deleitarme en la contemplación del Caribe. Allí divisé, a lo lejos un frágil botecito. Lo manejaba un robusto marinero y, en el otro extremo se encontraba una joven muchachita. El timonel parecía confundido y se esforzaba para mantener el rumbo en medio de una amenazante marejada. Y se me ocurrió pensar que esa imagen podía representar con elocuencia al proceso revolucionario, y no sólo en Nicaragua sino también en Venezuela, Bolivia, donde sea. La revolución es como aquella niña, y el timonel es el gobierno revolucionario. Este se puede equivocar, porque no hay obra humana a salvo del error; y cometer errores que lo dejen a merced del oleaje y pongan en peligro la vida de la niña. Para colmo, no muy lejos se dibujaba la ominosa silueta de una nave de guerra de Estados Unidos, cargada de armas letales, escuadrones de la muerte y soldados mercenarios. ¿Cómo salvar a la niña? ¿Botando el timonel al mar y dejando que se hunda el bote, y con él la niña? ¿Entregándola a la turba de criminales que se agolpan, sedientos de sangre y prestos para saquear el país, robarle sus recursos y violar y luego matar a la jovencita? No veo que eso sea la solución. Más productivo sería que algunos de los otros botes que se encuentren en la zona se acerquen al que está en peligro y hagan que el desastrado timonel enderece el rumbo. Hundir al que lleva a la niña de la revolución, o entregarla al navío norteamericano difícilmente podrían ser consideradas soluciones revolucionarias”.

Mar para Bolivia: Una defensa admirable

Sube a nacer conmigo hermano
Dame la mano desde la profunda.
zona de tu dolor diseminado.
No volverás del fondo de las rocas.
No volverás del tiempo subterráneo.
No volverá tu voz endurecida.
No volverán tus ojos taladrados.
Mírame desde el fondo de la tierra.
labrador, tejedor, pastor callado:
domador de guanacos tutelares:
albañil del andamio desafiado:
aguador de las lágrimas andinas:
joyero de los dedos machacados:
agricultor temblando en la semilla:
alfarero en tu greda derramado:
traed a la copa de esta nueva vida
vuestros viejos dolores enterrados

(Extracto del poema Alturas de Macchu Picchu. Pablo Neruda. Canto General.)

MAR PARA BOLIVIA: UNA DEFENSA ADMIRABLE

La defensa hecha por Bolivia de su derecho a tener un acceso soberano al mar, ha sido admirable, creativa, a ratos conmovedora. El gobierno boliviano ha incorporado a todo su pueblo en este anhelo, desde el más tierno párvulo hasta trabajadores, campesinos, mujeres, intelectuales, artistas, estudiantes, soldados, políticos, artesanos, profesionales. No hay uno sólo de los once millones de bolivianos, ajeno a esta demanda. La iniciativa de extender la bandera del mar a lo largo de 200 kilómetros debe haber congregado a varias decenas de miles de personas, cruzando valles, quebradas y mesetas. Todo se ha hecho sin proferir ofensas, argumentando con fuerza sus aspiraciones.

Y nuestras autoridades…. firmemente aferradas al Tratado de 1904, como si en los ciento catorce años trascurridos desde entonces no hubiera pasado nada.

Tengo a mi vista el libro Mar Para Bolivia, editado por el gobierno boliviano. Es un texto convincente, desprovisto de adjetivos y de ofensas. Hace un recorrido minucioso de las múltiples ocasiones en que diferentes autoridades chilenas se comprometieron a resolver la demanda boliviana de acceder al mar con soberanía. Comienza por citar las declaraciones de Domingo Santa María, entonces Ministro de Relaciones Exteriores de Chile, quién declaró lo siguiente el 26 de noviembre de 1879:

“No olvidemos por un instante que no podemos ahogar a Bolivia… Privada de Antofagasta y de todo el Litoral que antes poseía hasta el Loa, debemos proporcionarle por alguna parte un puerto suyo, una puerta de calle, que le permita entrar al interior sin zozobra, sin pedir venia. No podemos ni debemos matar a Bolivia” …

Más adelante, el libro cita los compromisos contraídos por Chile en la Conferencia de París y la Liga de las Naciones, organismo multinacional creado al término de la Primera Guerra Mundial. Se menciona a Agustín Edwards, representante chileno ante dicho organismo, quién ofreció el año 1921, iniciar negociaciones directas con Bolivia, para abordar el enclaustramiento marítimo. Esta declaración fue reafirmada un año más tarde por el delegado de nuestro país Manuel Rivas Vicuña, mediante nota dirigida a la Liga de las Naciones, reafirmando el compromiso chileno de entrar en negociaciones directas con Bolivia.

En seguida, el libro Mar Para Bolivia, cita propuestas realizadas por el gobierno chileno el año 1926 con la participación del Secretario de Estado de los Estados Unidos en calidad de mediador. En dicha oportunidad, Miguel Cruchaga, embajador de Chile ante los EEUU, presentó una propuesta ante dicho Secretario de Estado, planteando una división territorial en virtud de la cual, Tacna quedaría para el Perú, Arica para Chile y se cedería para Bolivia un corredor de cuatro kilómetros de ancho, partiendo de la frontera boliviana, siguiendo una línea paralela a lo largo de la frontera con Perú, hasta el villorrio Caleta de Palos.

Llegamos al 20 de Junio de 1950, ocasión en la cual el canciller Horacio Walker del gobierno de González Videla, envió una nota dirigida al Embajador de Bolivia que señala textualmente lo siguiente:

“Mi Gobierno será consecuente con esa posición y que, animado de un espíritu de fraternal amistad hacia Bolivia, está llano a entrar formalmente en una negociación directa destinada a buscar la fórmula que pueda hacer posible dar a Bolivia una salida propia y soberana al Océano Pacífico.”

En dicha ocasión, el propio González Videla le comunicó al Presidente de los EEUU Harry Truman, que la fórmula de acuerdo por la cual Bolivia obtendría un acceso soberano al Océano Pacífico, sería a cambio del uso, por parte de Chile, de aguas del Lago Titicaca.

En 1975 se estuvo al borde de alcanzar una solución definitiva al diferendo existente entre ambas naciones, a raíz del encuentro sostenido entre los dictadores de Chile y Bolivia, Augusto Pinochet y Hugo Banzer, quienes suscribieron un acuerdo consistente en la creación de una franja de tierra paralela a la Línea de la Concordia, que Chile cedería a Bolivia hasta llegar al Océano Pacífico.
El gobierno chileno avanzó en la materialización de este acuerdo, procediendo a expropiar los terrenos de propiedad privada, afectados por la franja a ceder a Bolivia. Roxana Pey nos cuenta que su padre, el ingeniero Raúl Pey, fue una de las personas a quienes se le expropió un sector de una parcela de su propiedad, colindante con la Línea de la Concordia, decisión que su padre aceptó complacido por lo que significaba consolidar la paz y la amistad en esa región fronteriza. (1)

Como es sabido, este acuerdo fracasó por la negativa del Gobierno Peruano, ya que, en conformidad con lo establecido por el Tratado de 1904, cualquiera cesión de terreno de Chile a Bolivia, en territorio que originalmente perteneció al Perú, exige un acuerdo tripartito.

Un capítulo especial merece las diversas resoluciones aprobadas en las Asambleas de la OEA, en las cuales se presiona al gobierno de Chile a encontrar alguna solución. Particularmente explícita es una Resolución aprobada en la Asamblea General de 1979, en la cual se reconoció que el problema marítimo de Bolivia es un asunto de interés hemisférico permanente, recomendando a las partes que: “inicien negociaciones encaminadas a dar a Bolivia una conexión territorial libre y soberana con el Océano Pacífico”.

Me extendería demasiado dando a conocer los diversos compromisos acordados por los gobiernos de Aylwin, Frei Ruiz Tagle, Ricardo Lagos y Michelle Bachelet, de encontrar fórmulas de mutua conveniencia.

La defensa de Chile ha enfatizado los aspectos jurídicos del caso, prescindiendo de sus alcances históricos y sociales.
Los jueces de La Haya son seres humanos de carne y hueso y creo imposible que vayan a soslayarlos. Mucha agua ha corrido bajo los puentes a lo largo de más de un siglo y no creo que el fallo vaya a dejar las cosas como están.

Las autoridades bolivianas han subrayado que cualquiera que sea el fallo de la Corte de La Haya, jamás cederán sus aspiraciones de acceder a un mar soberano.

¿Cuánto riesgo representa para nuestra seguridad, el mantener una situación de conflicto permanente con un país con el cual compartimos una larga frontera?

¿Cómo es posible que nuestras relaciones internacionales estén dedicadas casi exclusivamente a la suscripción de tratados de libre comercio en vez de incentivar la integración económica, social y cultural, en particular con nuestros vecinos?

Nuestros mandatarios salen de visitas oficiales al extranjero, acompañados de una nube de empresarios, banqueros y políticos. Excepcionalmente viaja algún académico. Jamás un dirigente sindical o social. ¡Qué decir un representante de nuestros pueblos originarios!

Yo no veo inconveniente en ceder a Bolivia un pequeño trozo de nuestro litoral en calidad de enclave. Chile se extiende frente al Océano Pacífico a lo largo de 4.200 kilómetros. ¿Porqué no ceder un tramo -digamos de 20 o 30 kilómetros- sobre el cual Bolivia ejerce su soberanía, a cambio de obtener a favor nuestro, por ejemplo, el acceso a algunos de sus abundantes recursos energéticos?
El mundo actual conoce innumerables casos de enclaves que funcionan sin generar problemas a nadie. Los más conocidos son Gibraltar, una base militar perteneciente al Reino Unido, rodeada totalmente por territorios de dominio español. La Ciudad del Vaticano, y la República San Marino, rodeadas por territorios de dominio italiano. El puerto de Kaliningrado perteneciente a Rusia, que está rodeado por Lituania y Polonia. Las ciudades puerto de Ceuta y Melilla, ambas pertenecientes a España, enclavadas en la costa norte de África, etc. etc.

En la Región de Antofagasta existen numerosas caletas deshabitadas o semihabitadas, que perfectamente podrían cederse para el dominio boliviano, sin afectar en absoluto nuestra integridad territorial ni nuestro desarrollo económico. Ganaríamos en cambio la paz con un pueblo hermano y la mutua colaboración en materias sociales, culturales y económicas.

Bolivia es hoy en América Latina un modelo de nación democrática velando por el bienestar de su población. El año 2009, se aprobó por abrumadora mayoría a través de un plebiscito nacional, una reforma constitucional que dio vida al llamado Estado Plurinacional Social, Unitario y Económicamente.

El preámbulo de esta Constitución es emocionante:

“En tiempos inmemoriales se erigieron montañas, se desplazaron ríos, se formaron lagos. Nuestra amazonía, nuestro chaco, nuestro altiplano y nuestros llanos y valles se cubrieron de verdores y flores”.
“Poblamos esta sagrada Madre Tierra con rostros diferentes, y comprendimos desde entonces la pluralidad vigente de todas las cosas y nuestra diversidad como seres y culturas. Así conformamos nuestros pueblos, y jamás comprendimos el racismo hasta que lo sufrimos desde los funestos tiempos de la colonia”.

“El pueblo boliviano, de composición plural, desde la profundidad de la historia, inspirado en las luchas del pasado, en la sublevación indígena anticolonial, en la independencia, en las luchas populares de liberación, en las marchas indígenas, sociales y sindicales, en las guerras del agua y de octubre, en las luchas por la tierra y territorio, y con la memoria de nuestros mártires, construimos un nuevo Estado.”.

La Constitución Boliviana reconoce los Derechos de los diversos grupos sociales del país y de sus pueblos originarios. Iguala las condiciones de género. Establece como servicios básicos el agua potable, alcantarillado, la electricidad, el gas domiciliario, el servicio postal y los servicios de telecomunicaciones, estableciendo como una responsabilidad del Estado la provisión de estos servicios, aún que algunos pueden ser gestionados a través de empresas privadas. Además, convierte el acceso al agua y al alcantarillado en Derechos Humanos, siendo estos servicios impedidos de ser privatizados o sometidos al régimen de concesiones.

El año 2009, Bolivia nacionalizó la explotación de su mayor riqueza nacional: los Hidrocarburos, lo cual ha generado para las arcas fiscales un ingreso de 35.000 millones de dólares durante la última década.

El año pasado, creó la empresa estatal Yacimientos del Litio Boliviano, encargada de desarrollar los procesos de química básica de sus recursos evaporíticos, con una participación del 100% estatal para la producción y comercialización del cloruro de litio, sulfato de litio, hidróxido de litios, carbonato de litio, cloruro de potasio, nitrato de potasio, sulfato de potasio, sales derivadas e intermedias y otros productos de la cadena evaporítica.
¡Qué diferencia con Chile!

Ahora. Si… ahora, meses atrás, aún bajo la administración de Michelle Bachelet, el Vicepresidente de CORFO, firmó un convenio con SOQUIMICH, empresa tras la cual figura el mayor agente corruptor de la política chilena, el ex yerno de Pinochet Julio Ponce Lerou, mediante el cual se le concede hasta el año 2030, la explotación de los inmensos yacimientos de litio existentes en el Salar de Atacama.

Acabamos de enterarnos del récord histórico que representaron el año pasado las ganancias proporcionadas al Estado chileno por la empresa estatal CODELCO, que se elevaron a la suma de 2.800 millones de dólares. Sin embargo, el litio, que acertadamente fue calificado por el Alcalde de Huechuraba como el futuro sueldo de Chile, lo estamos entregando al dominio del gran capital empresarial.

A diferencia de casi todos los países de América Latina, Bolivia es un país donde no se conocen actos de corrupción ni entre sus políticos ni entre su policía o fuerzas armadas.

Este es el país hermano del cual tenemos tanto que aprender y con el cual nuestras autoridades se niegan a encontrar una fórmula de acuerdo, poniendo fin a un conflicto centenario que cautele los intereses de ambas naciones y ambos pueblos.

Los debates en La Haya han desatado una inaceptable ola chauvinista en Chile. Se insiste que en este capítulo Chile tiene una política de Estado, es decir compartida unánimemente. No es verdad. Somos muchos quienes no compartimos las decisiones de nuestros gobiernos en esta materia. Bastó que el senador Alejandro Guillier manifestara la posibilidad de buscar un acuerdo en base a un canje territorial, para que lo cubrieran de los peores epítetos patrioteros, obligándolo a dar una suerte de explicación y a mantenerse en silencio durante su viaje a La Haya.

Días atrás, la Universidad Academia de Humanismo Cristiana, dio a conocer un video con declaraciones de siete Premio Nacionales chilenos, apoyando una salida al mar con soberanía a Bolivia. Ningún medio de comunicación nacional ha divulgado las opiniones de estas importantes personalidades de nuestra cultura.

En las décadas del 50 y 60 del Siglo XX, se generó un poderoso desarrollo artístico y cultural basado en nuestras raíces americanas. Fue una suerte de redescubrimiento de la identidad de América Latina. Pablo Neruda inició esta verdadera inmersión en nuestras raíces con la publicación en 1952 del Canto General. Lo sucedieron Gabriel García Márquez, Julio Cortázar, Mario Benedetti, Eduardo Galeano y el joven Mario Vargas Llosa entre otros. En el canto popular, nos impactaron las creaciones de Atahualpa Yupanqui, Mercedes Sosa, Violeta Parra, Víctor Jara, Daniel Viglieti, y tantos otros.

El grupo musical Los Jaivas, llevó a los cuatro rincones del planeta, su magistral interpretación del poema Alturas del Macchu Picchu de Pablo Neruda.

¡Qué decir de los grupos musicales Quilapayún e Inti Illimani, recreando la vieja música andina y asumiendo para siempre sus seculares instrumentos: la quena y el charrango!

La globalización y el modelo económico neoliberal, han casi sepultado estas manifestaciones artísticas que tanto contribuyeron a la hermandad entre nuestros pueblos y nuestras naciones.
No podemos ni debemos arriar las banderas de la solidaridad entre pueblos de un pasado común, que siempre en su historia debieron enfrentar enemigos interesados en sembrar la discordia entre nosotros. Empeñados en dividirnos para imponer su dominio imperial.

Es imperativo recuperar la vigencia de una política orientada a la integración regional en los planos económico, social y cultural. Una política libre de los intereses del gran capital, orientada a la paz, el respeto y la sincera amistad de nuestros pueblos americanos.

Miguel Lawner

31.03.2018

Nota:

(1) Raúl Pey y su hermano Víctor, ganaron la propuesta convocada por la Junta de Adelanto de Arica en 1960 para la construcción de un puerto, ya que hasta entonces se operaba a través de muelles y un modesto espigón. Las obras requirieron incluso dinamitar un tramo del Morro de Arica, finalizando en 1966, dando vida al que las autoridades de la época calificaron como el segundo puerto en importancia, tras el de Valparaíso.