Archivos de etiquetas: juan vargas puebla

Exitoso acto en homenaje a Juan Vargas Puebla y de solidaridad con Nicaragua

Con enorme éxito se desarrolló ayer, jueves 9 de agosto de 2018, el acto en homenaje a los 110 años de Juan Vargas Puebla y de solidaridad con el pueblo y gobierno de Nicaragua.

Entre el público que colmó el salón Camilo Guzmán Sandoval del ICHIL , se encontraba el señor Arévalo Méndez, Emabajdor de Venezuela; Laura, hermana de Juan Vargas Puebla junto a numerosos familiares del homenajeado; el abogado Eduardo Contreras, miembro del Comité Central del Partido Comunista de Chile; Rosa Hernández, de la Comisión Internacional del PC.; Carolina Teitelboim y Darío Salinas, residentes en México y grandes amigos de Juan Vargas Puebla.

El acto, dirigido por Irene Bravo, expusieron el historiador Iván Ljubetic Vargas; Juan Francisco Jara, Secretario General de la Confederación Nacional de Sindicatos de la Construcción; el diputado del Partido Comunista por el Distrito 9, Boris Barrera.
Finalmente intervino la Embajadora de Nicaragua, señora María Luisa Robleto, quien en una argumentada exposición explicó los acontecimientos ocurridos en su país, las causas de ellos, la acción de los sectores reaccionarios y las medidas adoptadas por el Gobierno sandinista. (Esta valiosa exposición la publicaremos próximamente).

Al acto llegaron numerosos saludos, entre los que destacamos el enviado por la señora María Antonia Navarro Bustillo,. Embajadora de Honduras; de Verónica de Negri (madre de Rodrigo Rojas) desde Washington; de Leo Fonseca, miembro de la Comisión Internacional del PC, de familiares de Juan Vargas Puebla en el exterior.

El acto finalizó con La Internacional. Luego hubo un hermoso momento de confraternidad, de abrazos, saludos, fotos, acompañado de un rico refrigerio.

(En la foto que encabeza esta crónica, aparece interviniendo la señora María Luisa Robleto, Embajadora de Nicaragua, junto a los otros expositores)

El Internacionalista Juan Vargas Puebla

Iván Ljubetic

Juan Vargas Puebla nació hace 110 años en La Serena, el 8 de agosto de 1908. A los 14 años comenzó a trabajar como obrero.

Fue dirigente de la FOCH, Estuvo entre los fundadores del Sindicato de Estucadores, de la Federación de la Construcción, de la CTCH y de la CUT. En las tres centrales fue consejero nacional.

Ingresó a las filas del Partido Comunista en 1932. Fue miembro del Comité Central, de su Comisión Política y de su secretariado.

Es uno de los oradores más brillantes de la historia de Chile.

Fue regidor por Valparaíso entre 1938 y 1941; diputado ente 1945 y 1949: regidor por Santiago entre 1967 y 1971.

Después del golpe de 1973 debió salir al exilio. Estuvo en Argentina, República Democrática Alemana, Bulgaria y México. En este último país, donde residió los últimos 15 años de su existencia, fue asesinado el 21 de enero de 1992.

Reconoció a Recabarren como su maestro. Y hay notoria similitud entre la vida y la obra de ambos. Los dos dedicaron sus mejores esfuerzos a la unidad, organización y educación de los trabajadores chilenos.

Juan Vargas Puebla fue un consecuente internacionalista. Recordemos algunas de sus muchas actividades enarbolando las banderas de la solidaridad internacional.

En “El Siglo”, del sábado 25 de diciembre de 1943, leemos:
“Recientemente se ha celebrado en Colombia el VI Congreso Nacional del Trabajo, en la ciudad de Bucaramanga. A tan importante reunión, llamada a tener amplia repercusión en el movimiento sindical americano, asistió como delegado de la Confederación de Trabajadores de Chile el camarada Juan Vargas Puebla”.

Con fecha 27 de enero de 1944, Juan Vargas Puebla escribió: desde la ciudad colombiana de Buenaventura:

“Con Carlos Godoy Pizarro, en dos o tres días más abandonaremos Colombia con rumbo a México. Nuestra larga estada en este país, después del magnífico Congreso Nacional de la Confederación de Trabajadores de Colombia, se debió al atraso del barco por más de un mes. Este atraso nos ha servido para visitar sus organizaciones sindicales, imponernos de las condiciones de vida y de trabajo de los obreros y campesinos”.

Menciona diez ciudades que visitaron y explica: “En todas estas localidades hemos dictado conferencias en los Sindicatos o en las salas de los Consejos Municipales. Las autoridades se han hecho presente y nos han brindado toda clase de atenciones. Los trabajadores se han entusiasmado con nuestras experiencias sindicales y políticas, de las que hemos hablado extensamente”.
El martes 28 de marzo de 1944, después de más de tres meses de haber emprendido su gira internacional, regresaron a Santiago, Juan Vargas Puebla y Carlos Godoy, consejeros nacionales de la CTCH. Habían participado en el Congreso de los Trabajadores de Colombia y visitado ese país, para continuar su gira por México, Guatemala, Costa Rica y Panamá.

El viernes 20 de octubre de 1944, Juan Vargas Puebla participó -representando a la CTCH- en la reunión constitutiva de la Comisión de Solidaridad con el pueblo argentino.

El sábado 21, acompañó al Embajador de México, señor Luis Rodríguez, en una visita a la zona de La Calera. Habló en un almuerzo que se ofreció al diplomático en el Club Social de esa localidad y en un mitin en el Teatro del Sindicato Cemento Melón. Relató aspectos de su viaje a México y abogó por el establecimiento de relaciones entre Chile y la Unión Soviética.

El domingo 12 de octubre de 1944 tuvo lugar una concentración en el Teatro Victoria de Valparaíso, en homenaje a la Unión Soviética, donde intervinieron, entre otros, Pablo Neruda, quien recitó su “Canto de Amor a Stalingrado” y Juan Vargas Puebla.

El miércoles 29, de noviembre Juan Vargas Puebla habló por Radio del Pacifico. Su alocución “Aplastar el foco nazi en Argentina para garantizar la libertad de nuestra América”, fue un emotivo llamado a solidarizar con el pueblo argentino.

Pocos días después viajó nuevamente a Colombia. Era uno de los cinco miembros de la delegación de la CTCH designada para participar en el Segundo Congreso de la Confederación de Trabajadores de América Latina, CTAL, en la ciudad de Cali, entre el 10 y el 15 de diciembre de 1944. Asistieron representantes de 13 países del continente.

El 18 de agosto de 1945, la CTCH designó a Juan Vargas Puebla y a otros dos dirigentes como delegados al Congreso Mundial Obrero, a realizarse en París del 25 de septiembre al 8 de octubre de 1945. Debido a la intencionada tramitación por el Consulado de Estados Unidos de las visas de tránsito, los tres consejeros de la CTCH sólo pudieron viajar el domingo 30 de septiembre y llegaron a París cuando ya había finalizado el Congreso Mundial Obrero. Este terminó sus labores el lunes 8 de octubre, habiendo fundado antes la Federación Sindical Mundial.

Sin embargo, los tres dirigentes de la CTCH participaron en el Congreso de la CTAL, que inició sus sesiones el miércoles 10, bajo la presidencia de Vicente Lombardo Toledano. Igualmente tomaron parte en la 27 Conferencia de la Organización Internacional del Trabajo, OIT, que se celebró entre el lunes 15 de octubre y el lunes 4 de noviembre de 1945.

Desde París, Juan Vargas Puebla viajó a México, donde permaneció varios meses, colaborando con la Confederación de Trabajadores de México, CTM. Entre sus muchas actividades en ese país, representó a la CTAL en el V Congreso Americano del Magisterio, en cuya sesión inaugural pronunció -según la prensa mexicana- “el mejor y más aplaudido discurso”.

También visitó Estados Unidos, Cuba y Guatemala, aportando con su valiosa experiencia en los movimientos sindicales.
Juan Vargas Puebla fue dirigente de la Confederación de Trabajadores de América Latina, participó en eventos internacionales como representante de la Federación Sindical Mundial. Viajó a Cuba antes y después del triunfo de la Revolución. Visitó la Unión Soviética.

Resulta imposible relatar todas las actividades internacionales que realizó Juan Vargas Puebla, representando a la CTCH, a la Confederación de Trabajadores de América Latina, a la Federación Sindical Mundial y a la CUT.

Para finalizar, recordaremos un episodio que une el ayer con el presente:

El viernes 30 de abril de 1965 Juan Vargas Puebla llegó a Managua, capital de Nicaragua, para participar en el acto del Día Internacional de los Trabajadores, en representación de la CUT. Ese mismo viernes 30 de abril, se reunió con dirigentes sindicales nicaragüenses. En la noche de ese día, estaba ya descansando en el Hotel Estrella, cuando lo detuvieron ocho policías vestidos de civil. Lo llevaron a hablar con ‘el jefe’, pero lo dejan en un calabozo. Protestó airadamente por el atropello. Exigió ponerse en contacto con la Embajada chilena o con los dirigentes sindicales nicaragüenses. Se lo negaron. Fue incomunicado. Lo trataron groseramente.

No pudo asistir al acto del 1º de Mayo. Pero en éste, el dirigente de la Confederación General del Trabajo nicaragüense, Francisco Bravo, denunció su detención, exigiendo su libertad.

Sólo una vez concluido el mitin realizado en la Casa del Obrero de Managua, llevaron a Juan Vargas Puebla ante el “jefe”, el “Mayor Pérez”, con quien tuvo un agrio diálogo. Fue dejado en libertad.
Gobernaba Nicaragua por entonces, el Presidente René Schick Gutiérrez, un títere de los siniestros Somoza, a su vez, títeres del imperialismo estadounidense.

Han pasado 53 años. Hoy, luego de una heroica lucha armada y jornadas electorales, gobierna Nicaragua el pueblo, a través del Frente Sandinista de Liberación Nacional.

En 1965, Juan Vargas Puebla fue a entregar la solidaridad de la CUT a los trabajadores nicaragüenses, hoy –no lo dudamos- estaría en la primera línea solidarizando con el pueblo de Nicaragua, que sufre –una vez más- los ataques del imperialismo.

Por ello, el Centro de Extensión e Investigación Luis Emilio Recabarren, CEILER, decidió unir el homenaje a los 110 años de un recabarrenista, llamado Juan Vargas Puebla, con nuestro irrestricto apoyo al pueblo de Nicaragua.

Nosotros, fieles al legado de Marx y Engels proclamamos: ¡Proletarios de todos los países, uníos!

Consecuentes leninistas, no perdemos la brújula, y tenemos siempre en cuenta que el enemigo principal de los pueblos, es el imperialismo estadounidense.

Y, como leales herederos de Luis Emilio Recabarren, exclamamos con fuerza y decisión:

¡Honor y gloria al recabarrenista Juan Vargas Puebla!
¡Viva el pueblo de Nicaragua!
¡Arriba la solidaridad internacional!

Juan Vargas Puebla: Breve biografía

Juan Vargas Puebla nació en La Serena el 8 de agosto de 1908. Tuvo una niñez difícil. A los 14 años comenzó a trabajar como obrero.
Fue fundador del Sindicato de Estucadores, de la Federación de la Construcción, dirigente de la FOCH; fundador de la CTCH y de la CUT. En las tres centrales fue consejero nacional.

Ingresó a las filas del Partido Comunista en 1932, cuando tenía 24 años de edad. En esta colectividad ocupó altas responsabilidades fue miembro del Comité Central, de su Comisión Política y de su secretariado.

Ha sido uno de los oradores más brillantes de Chile.

Fue regidor por Valparaíso entre 1938 y 1941; diputado ente 1945 y 1949: regidor por Santiago entre 1967 y 1971.

Después del golpe de 1973 debió salir al exilio. Estuvo en Argentina, República Democrática Alemana, Bulgaria y México. En este último país, donde residió los últimos 15 años de su existencia, fue asesinado el 21 de enero de 1992.

Consideró siempre a Recabarren su maestro Y hay enorme similitud en la vida y obra de ambos. Los dos dedicaron sus mejores esfuerzos a la unidad, organización y educación de los trabajadores chilenos.

Juan Vargas Puebla: Sus encuentros con Recabarren

Era comienzo de 1924. En la esquina de Moneda y Cueto, barrio muy pobre, lleno de conventillos, se realizaba un mitin exigiendo la rebaja de los arriendos. Arriba de un cajón, hablaba un orador de palabra tranquila y muy convincente. Juan, que vivía en ese barrio, lo miraba extasiado. Fue la primera vez que vio y escuchó a Luis Emilio Recabarren.

Meses después, el 1º de Mayo de 1924, tuvo lugar en la Alameda, el primer acto unitario del Día Internacional de los Trabajadores. Lo convocaron la FOCH, los anarco-sindicalistas, los anarquistas, el Partido Demócrata y el Partido Comunista.

Intervinieron varios oradores. Uno de ellos, Recabarren.

Terminado el acto, los fochistas marcharon hacia el oriente. Juan, portando una gran bandera de la Juventud de la IWW, los siguió. En la Plaza Vicuña Mackenna, junto al Cerro Santa Lucía, Recabarren se subió a un muro y habló de nuevo. Luego se dirigieron al local de la FOCH, ubicado en Agustinas esquina Tenderini. Era una vieja casa, con un balconcito. Desde él habló Recabarren poniendo fin a la jornada de esa mañana.

“Sin que nadie me lo pidiera y sin estar programado –me relató Juan Vargas en enero de 1991 la última vez que lo vi- subí a ese balconcito y dije unas palabras en nombre de los jóvenes de la IWW. La gente que escuchaba, la mayoría comunistas, me aplaudió. Fue la primera ocasión que hablé en público. Estaba nervioso y emocionado. Cuando finalicé, don Reca me acarició la cabeza y me dijo cariñosamente: ‘Bien muchacho, lo has hecho muy bien’. Me sentí feliz. Fue esa la segunda y última vez que vi vivo a Recabarren”.

Estando en el exilio, Juan Vargas escribió en 1981: “Volví a ver al maestro Recabarren el 21 de diciembre de 1924, ahora dormido para siempre en su ataúd, en medio de una severa capilla ardiente el local de la Unión de obreros Ferroviarios, en la calle Bascuñan Guerrero Nº 345.”

LER

Ese día, Juan Vargas, que tenía 16 años y cuatro meses de edad, marchó en las grandes columnas que acompañaron al líder obrero hasta su última morada.

Juan Vargas Puebla, fiel discípulo de Luis Emilio Recabarren

Al conocer la vida y obra de Juan Vargas Puebla encontramos gran similitud con las de su maestro Luis Emilio Recabarren.

Ambos comenzaron a laborar como obreros a los 14 años de edad. Dedicaron sus mejores esfuerzos  a la unidad y organización de los trabajadores. También los dos dieron importancia a la educación de los asalariados. Crearon prensa obrera, escribieron artículos, folletos y libros; impulsaron la cultura popular, en especial el teatro obrero. Dieron gran importancia al Día Internacional de los Trabajadores. Comprendieron la importancia de la lucha  ideológica y la libraron tesoneramente. Ambos fueron de palabra elocuente y convincente.

Los dos fueron diputados obreros, de ejemplar actuación dentro y fuera del Parlamento.

Enfrentaron con valor y audacia a los reaccionarios. Es conocida la ocasión en que Recabarren respondiendo el desafío de un derechista cantó La  Internacional en plena sesión de la Cámara. Juan Vargas tampoco  se achicó ante los enemigos de clase.

Juan Vargas Puebla, a igual que Recabarren, fue un firme defensor de sus principios y un apasionado dirigente de los trabajadores, pero siempre mantuvo un trato respetuoso y fraterno con quienes laboraban a su lado.

Represiones sufridas por Juan Vargas Puebla

Relegaciones bajo González Videla

El 21 de mayo de 1949, Juan Vargas Puebla finalizó su período como diputado. Continuó trabajando activamente como consejero de la CTCH. El 8 de septiembre fue detenido por agentes de Investigaciones y relegado a Pisagua. De ahí enviado a Belén un poblado en la Cordillera a 3.300 metros de altura. Después llevado al puerto de Taltal, para conducirlo a la isla de Melinka en el extremo austral de Chile.

La victoriosa huelga de los trabajadores de febrero de 1950, obligó al traidor a dejar en libertad a prisioneros y relegados políticos.

Juan Vargas regresó a Santiago y de inmediato reanudó su actividad como consejero nacional de la CTCH.

En febrero de 1953 participó en el Congreso Constituyente de la Central Única de Trabajadores de Chile, siendo designado tesorero nacional.

También bajo Ibáñez

El ex dictador Carlos Ibáñez del Campo, inició su gobierno en 1952 con una actitud paternalista hacia los trabajadores. Pero pronto volverá por sus andadas antipopulares. A partir de mayo de 1954 comenzó a reprimir a los dirigentes de los trabajadores. Uno de los que sufrió la represión ibañista fue Juan Vargas. El viernes 22 de octubre de 1954, agentes de Investigaciones irrumpieron en su hogar y lo detuvieron. No le dejaron llevar ni lo más indispensable. Lo relegaron a Putre en plena Cordillera a 3.500 metros de altura, donde permaneció cerca de dos meses. Pudo regresar a Santiago el jueves 13 de enero de 1955, luego que el Parlamento rechazó el Estado de Sitio, lo que obligó al gobierno a liberar a los relegados.

El jueves 5 de enero de 1956 fue detenido nuevamente y enviado a la cárcel de la capital, donde estuvo 119 días. En virtud del proceso por convocar al paro nacional de la CUT de enero de 1956 fue relegado a San Javier el 5 de abril de 1957, donde permaneció hasta el 22 de octubre de ese año.

En las elecciones de abril de 1967 fue elegido regidor de la Municipalidad de Santiago.

Juan Vargas Puebla: “Ahora o nunca”

Galvarino Arqueros antiguo periodista obrero, corresponsal de “El Siglo”, residente en Coquimbo, en donde colaboraba con los periódicos “Todo Coquimbo” y “El Día”, galardonado con el Premio Nacional de Periodismo 1994, recuerda:

“Conocí a Juan Vargas Puebla hacia 1933 o 1934, en Andacollo, en momentos que una gran crisis golpeaba la zona, cuando los cesantes eran unos diez mil. Él concurrió en nombre de la FOCH. Yo por entonces tenía 16 años y, a pesar de mi edad, era dirigente del Sindicato de Minas y Lavaderos de Oro. Ello porque éste era un sindicato ilegal”.

Este mismo periodista relata, además, una anécdota ocurrida a Juan Vargas Puebla por esos años y que a él le gustaba mucho contar:

“Resulta que durante una huelga de obreros de la construcción en Valparaíso, con grandes esfuerzos se logró reunir un fondo de resistencia para sostener el movimiento. Pero uno de los dirigentes se fue, llevándose todo el dinero de ese fondo. Juan Vargas juró que donde lo encontrara se las tendría que ver con él.
Algún tiempo después, paseando con su compañera Ida por la Quinta Normal, lugar que le gustaba mucho visitar, ve uno de los tantos grupos de canutos que predican los domingos. Al fijarse mejor, reconoce en el que habla al mismísimo ladrón de los fondos. Se enfurece y ve ocasión tan esperada para aclararlo.
Su compañera intenta calmarlo:
– No te precipites, no armes un escándalo…
– Se la tengo jurada. Ahora o nunca.
Y decidido se acerca al grupo. El predicador al reconocerlo, dice con voz emocionada, plena de arrepentimiento:
– Hermanos, antes yo era un pecador. Un ladrón. Incluso en una ocasión robé unos dineros a unos obreros que en Valparaíso estaban en huelga. Pero el señor me llamó y mostró el camino de la verdad. Ahora soy otro. Estoy arrepentido de esa vida de pecador. Alabado sea el señor. Y ahí está un hermano que fue testigo de mi pecado. Alabado sea el señor…

Juan Vargas se detiene. No sabe qué hacer. Se vuelve y se aleja sonriendo por lo bajo ante la picardía de su ex colega”

Juan Vargas Puebla: Necesaria pero breve reflexión sobre el apoyo a Nicaragua

A diferencia de otros que dudan, que no son claros, que callan , que son incapaces de ver cuál es el enemigo fundamental de los pueblos, nosotros, los del CEILER, no nos perdemos en el caso de Nicaragua. No escondemos los errores cometidos por el Gobierno de Ortega ni podemos estar de acuerdo con ellos, pero sabemos que el ave de rapiña del imperialismo está detrás de la violencia que sufre Nicaragua (vivimos la experiencia previa al golpe en Chile) y sabemos que de caer el gobierno elegido por el 76% de los votos llegaría otro elegido por un solo voto, el del imperialismo. Por ello concordamos con lo escrito por Atilio Bordón que finaliza su magnífico artículo diciendo:

“Estando en el Foro de Sao Paulo que tiene lugar en La Habana pude deleitarme en la contemplación del Caribe. Allí divisé, a lo lejos un frágil botecito. Lo manejaba un robusto marinero y, en el otro extremo se encontraba una joven muchachita. El timonel parecía confundido y se esforzaba para mantener el rumbo en medio de una amenazante marejada. Y se me ocurrió pensar que esa imagen podía representar con elocuencia al proceso revolucionario, y no sólo en Nicaragua sino también en Venezuela, Bolivia, donde sea. La revolución es como aquella niña, y el timonel es el gobierno revolucionario. Este se puede equivocar, porque no hay obra humana a salvo del error; y cometer errores que lo dejen a merced del oleaje y pongan en peligro la vida de la niña. Para colmo, no muy lejos se dibujaba la ominosa silueta de una nave de guerra de Estados Unidos, cargada de armas letales, escuadrones de la muerte y soldados mercenarios. ¿Cómo salvar a la niña? ¿Botando el timonel al mar y dejando que se hunda el bote, y con él la niña? ¿Entregándola a la turba de criminales que se agolpan, sedientos de sangre y prestos para saquear el país, robarle sus recursos y violar y luego matar a la jovencita? No veo que eso sea la solución. Más productivo sería que algunos de los otros botes que se encuentren en la zona se acerquen al que está en peligro y hagan que el desastrado timonel enderece el rumbo. Hundir al que lleva a la niña de la revolución, o entregarla al navío norteamericano difícilmente podrían ser consideradas soluciones revolucionarias”.

Juan Vargas Puebla: En la marcha del hambre

El jueves 23 de julio de 1951, millares de trabajadores de todas las industrias y servicios del Estado, mujeres, pobladores y estudiantes concurrieron a la Marcha del Hambre, considerada la más grande movilización del pueblo en los últimos años. Desde diversos sectores de la capital y comunas suburbanas convergieron largas y combativas columnas de manifestantes hasta la Avenida Bernardo O’ Higgins frente a la Universidad de Chile”. En ese lugar intervinieron varios oradores.

Juan Vargas dice: “Esta gigantesca manifestación no tiene el objetivo de reunir a los trabajadores sólo para escuchar discursos floridos, sino para notificar al Gobierno que él ya no representa los intereses del pueblo chileno, pues ha seguido una política de despiadada persecución y carestía … Reclamamos el cambio del equipo de Gobierno por uno que responda a los intereses del pueblo”.  (“Democracia”, Santiago, viernes 24 de julio de 1951).

Finalizados los discursos en la Alameda, se efectuó un masivo desfile que llena Ahumada y llega hasta la Plaza de Artesanos, junto al río Mapocho. Allí otros dirigentes hicieron uso de la palabra.

Yo había concurrido junto con muchos compañeros del Pedagógico. Al término del acto, una compañera del Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile -Gloria Rodríguez – me presentó a Juan Vargas Puebla. Fue así, como en esa tarde del invierno de 1951, conocí al hermano de mi madre, al cual ya hacía algunos años admiraba.

La Marcha del Hambre señaló un momento de ascenso de las luchas populares contra el régimen de González Videla.

Invitación

El CEILER, la Embajada de Nicaragua, la Confederación Nacional de la Construcción y el Sindicato de la Construcción, excavadores-Alcantarilleros, te invitan al acto “Juan Vargas Puebla, el internacionalista, estaría hoy con Nicaragua”.

Jueves 9 de agosto, a las 19,30 horas, en el salón Camilo Guzmán Sandoval del ICHIL (Brasil 153)

Aviso: los asistentes a este acto tendrán la oportunidad de adquirir el libro “Juan Vargas Puebla, hijo de la clase obrera chilena” al precio rebajado de sólo ,$ 3,500 pesos.