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A pesar de todo, Eduardo Contreras

A PESAR DE TODO

Eduardo Contreras

Presentación de la segunda edición actualizada de “La Vida a pesar de todo” del
Arquitecto Miguel Lawner. Centro Cultural de España, 10 de junio de 2018

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El libro que hoy presentamos nos transporta a los Mil días del Gobierno de la Unidad Popular, un momento señero de la historia de nuestro país. Culminación de un largo proceso de unidad de las fuerzas populares, de trabajo creativo de los partidos de la Izquierda chilena y de la lucha de los trabajadores y todo el pueblo por sus derechos esenciales.

Un tiempo que además esperamos ser capaces de revivir, de recuperar, por cierto en las diferentes condiciones del mundo en que hoy vivimos, pero que igual abra las grandes alamedas más temprano que tarde para que pase el pueblo.

Aquellos fueron años de grandes constructores. Desde luego el Presidente Salvador Allende y los partidos de la Unidad Popular que impusieron los intereses del proceso de profundos cambios por sobre los intereses particulares de cada organización política. Tiempo de duras luchas, y también de alegría y de creatividad. Mañana es otro aniversario de la Nacionalización del Cobre.
Floreció el campo de la Cultura en sus más variadas expresiones. Chile despertaba con la música de grupos emergentes, Inti Illimani, Quilapayún, Illapu, entre varios otros….. y por cierto con las canciones de Victor Jara.

El país leía la historia nacional narrada por Hernan Ramírez Necochea y las creaciones de la imaginación literaria de muchos, entre ellos Francisco Coloane, José Miguel Varas, Juvencio Valle, Joaquín Gutiérrez, Luis Enrique Délano, Poli Délano y por supuesto de Pablo Neruda, de Pablo de Rokha, de Gabriela Mistral.

La editorial Quimantú, creada en ese tiempo hacía posible y habitual ver a modestos trabajadores leyendo clásicos de la literatura universal en los buses de la locomoción colectiva mientras se dirigían o regresaban de sus trabajos.

El país se coloreaba con la pintura de Nemesio Antúnes, Pepe Balmes, Gracia Barrios, José Venturelli, Julio Escámez, Roberto Matta, Guillermo Núñez.

De algún modo todos quienes apoyábamos el cambio social, aportábamos a esa construcción. Y entre esos constructores del tiempo nuevo, un matrimonio de jóvenes arquitectos : Miguel Lawner y Anita María Barrenechea.

La creatividad de Miguel es ampliamente conocida y reconocida. No sólo se expresa a través de su calidad profesional en obras como el GAM, Parque O´Higgins, su amplia labor en viviendas sociales, sino también como un buen escritor y su papel, en tiempos muy difíciles, como Director del Instituto Alejandro Liptchuz, el ICAL.

Les conocí a ambos a fines de 1970 cuando era por entonces un joven alcalde de la ciudad de Chillán. Gracias a su ayuda y en especial de Miguel, como autoridad de la Corporación de Mejoramiento Urbano, logramos el apoyo necesario para transformar las 2 más grandes tomas de terreno de pobladores sin casa de la época de Frei Montalva en nuestra ciudad, en hermosas poblaciones que habitan hasta hoy más de dos mil personas. Fueron inauguradas en tiempo de la UP como las poblaciones “Violeta Parra”, “Ché Guevara” y “21 de diciembre” en recuerdo a la masacre de obreros del Salitre de la Escuela Santa María en Iquique en 1907.

Por supuesto, hoy no pueden llamarse así. Pero sin el concurso de Miguel simplemente no habrían existido.

Esta segunda edición de “La vida a pesar de todo” llega en el momento preciso, cuando cursamos una etapa signada por el enorme retroceso cultural y ético impuesto en nuestro país por la dictadura y que se expresa en esta suerte de indiferencia generalizada frente a las cuestiones de fondo de la vida en sociedad. El individualismo llevado al límite, el consumismo desenfrenado, el olvido de lo colectivo, la amnesia impuesta por los medios de comunicación al servicio de los grandes grupos económicos nacionales y transnacionales, crean hoy un escenario peligroso que los grupos de poder reaccionario aprovechan bien.

El libro que hoy regresa contiene un mensaje que enfrenta y denuncia todo lo legado por la dictadura. El texto reaparece en un momento crucial en relación al respeto a los derechos fundamentales de la persona humana como trato ahora de exponer brevemente.

Comienzo por recordar que no fuimos capaces de derrotar a la dictadura de Pinochet. Y entonces, lo que se impuso – al igual que en el caso de Franco en España – fue un pacto entre determinadas fuerzas políticas y la dictadura. El compromiso para que el dictador y las FFAA dejaran formalmente de conducir el país fue al costo de muchos renuncios. Fundamentalmente, mantener la Constitución Política antidemocrática de 1980 – que continúa hasta hoy – y por cierto dejar intacto su modelo económico, político y social. El esquema impuesto por los militares y los Chicago Boys, pese a algunos cambios, en lo esencial es el mismo.

Pero además el compromiso fue no tocar al dictador ni con el pétalo de una rosa. Olvido y perdón sí. De justicia ni hablar. Se garantizaba la impunidad absoluta de los crímenes de lesa humanidad perpetrados por los agentes de la tiranía. De buena parte de ellos hablan las imágenes y las palabras de la obra que esta noche presentamos.

Esto que se ha llamado transición a la democracia aseguró la total impunidad por muchos años, demasiados. Hasta que el 12 de enero de 1998, hace 20 años, la Corte de Apelaciones de Santiago decidiera aceptar a trámite la querella encabezada por Gladys Marín. Fue la primera vez, y entonces el juez Juan Guzman abrió un proceso judicial que hoy suma más de Mil quinientos expedientes que llevan diversos jueces de dedicación especial. Se investiga desde entonces los casos de más de tres mil asesinados, de ellos más de mil desaparecidos y decenas de miles de prisioneros torturados salvajemente.

Falta mucho todavía, pero se demostró que se podía y hoy son cientos los criminales procesados y más de un centenar los condenados en prisión. En medio de presiones y dificultades de todo tipo, habíamos avanzado.

Pero llegó el actual gobierno estrechamente vinculado a lo que llaman “la familia militar ”. Y asoma el riesgo de la impunidad que se aprecia en ejemplos concretos:

Desde el regreso de Piñera al gobierno se comenzó a indultar a los criminales de la dictadura violando todas las normas jurídicas nacionales e internacionales suscritas y ratificadas por el Estado de Chile. Respecto de ese tipo de criminales no procede concederles beneficio carcelario alguno salvo que el condenado haya colaborado objetivamente al avance de la investigación judicial y que haya expresado un arrepentimiento real y eficaz.

Ninguno de los beneficiados por Piñera y su ministro de Justicia cumplen con los requisitos legales. Pero todavía más, con el visto bueno del Contralor General de la República se ha liberado por un año la obligación del trámite de “toma de razón” de los decretos de indulto a los asesinos de Punta Peuco. Es decir, se ha eximido a tales aberrantes actos de todo control de legalidad. Y veamos ¿ cuántas personas y organizaciones denuncian esta barbarie?

Pocos, pero entre ellos Miguel Lawner. Cuanta razón tiene Miguel, por ejemplo cuando hablando del itinerario de sus dibujos concluye diciendo : “ Mis dibujos contribuyen a restituír la memoria histórica, poniendo en su lugar a quienes se obstinan en transformar en víctimas a quienes son atroces victimarios”. Tiene razón. Cursamos por un momento muy peligroso.

El ministro Larraín, refiriéndose a otros hechos, diferentes y menores, dijo que hay quienes parecen regresar a la época de las cavernas. En verdad es su gobierno y quienes lo sustentan quienes actúan como cavernícolas. Era de esperarlo. No olvidemos que Piñera fue el principal orador en ese acto de apoyo a Pinochet cuando el dictador estaba preso en Londres. Tal vez lo hizo devolviéndole la mano por el apoyo recibido en dictadura cuando le salvaron de condena y prisión por su estafa al Banco de Talca en 1982.

Pero hay todavía otros hechos. Entre ellos agregar que, pese a lo logrado en materia judicial, eso no significa que nos parezca apropiada la penalidad que los jueces aplican en casos de crímenes espantosos. Todo lo contrario.

Hace unos días el notable músico Hans Stein resaltaba públicamente la dolorosa contradicción en que mientras al llamado “ rey de los portonazos “ por delitos comunes se le aplicaba presidio perpetuo calificado a los asesinos de Victor Jara y Litre Quiroga por delitos de lesa humanidad se les aplica una pena infinitamente menor.
Suponemos que los tribunales sabran distinguir entre la gravedad del robo de especies materiales y la del asesinato feroz de seres humanos. Y todos conocemos del increíble ensañamiento en la muerte de estos dos compañeros.

Hay más : este año los abogados de los criminales descubrieron otra manera de dificultar los procesos por causas de derechos humanos y comenzaron a denunciar supuestas infracciones constitucionales en las resoluciones del poder judicial para lo cual recurren al tribunal constitucional. Por supuesto todo es falso y no prosperan sus acciones. Pero, retardan por largo tiempo, meses o años, el curso de los procesos en contra de los autores, cómplices y encubridores
Otro ejemplo ha sido que la contundente interpelación que hiciera en el Parlamento nuestra querida compañera Carmen Hertz al ministro de Justicia por este tipo de hechos, tuviera un eco menor que el que debió ser. Muestra clara de una indolencia que contribuye a la impunidad. Las organizaciones sociales, con escasas excepciones, no asumen su responsabilidad en esta materia esencial.
La degradación del país y la conducta repudiable de los responsables de los crímenes de la dictadura se expresa todavía en otros ámbitos. El país es testigo de cómo nuestros institutos armados se siguen formando en la funesta doctrina de la llamada “seguridad nacional” que considera al pueblo como su enemigo. Ejemplo de ello es la presencia de la política norteamericana en el llamado Fuerte Aguayo en las cercanías de Con Con. Pero hay todavía más, porque en estas mismas Fuerzas Armadas, más Carabineros y ahora más la Policía de Investigaciones, se ha descubierto desfalcos, fraudes, saqueos, robos de dineros de todos los chilenos que suman muchísimos miles de millones.

Son escándalos que dejan al descubierto la grave corrupción, la podredumbre moral que les corroe. No podía ser de otro modo si el principal saqueador fue Pinochet, su amado líder, y su familia toda.
Igualmente es preciso tener presente respecto de la conducta de la clase social y el sector político que impulsaron el golpe del 73 y de cómo sus fraudes y saqueos están hoy siendo perdonados bajo el actual gobierno. Ejemplo claro de lo que afirmamos es el estado actual de casos como Penta y SQM y de cómo no sólo el fiscal Guerra, sino el propio Fiscal nacional amparan a los principales autores del delito.

En síntesis, no habrá cárcel para ninguno de los delincuentes autores de estos latrocinios, vistan de uniforme o de cuello y corbata.
El olvido voluntario, la indiferencia llega a extremos. Sólo puede ocurrir en un país como el nuestro en que hasta políticos supuestamente demócratas concurrieron el año pasado a rendir homenaje en el Senado nada menos que a Agustín Edwards, Eastman. Pero si es el mismo que en diciembre de 1970 impulsó la reunión sediciosa con Richard Nixon, Henry Kissinger y el jefe de la CIA, Richard Helms, como describen informes del propio Senado norteamericano y como consta en la causa rol N° 12 – 2013 que investiga hoy la judicatura chilena.

Estos pocos ejemplos a los que he aludido son sólo parte de lo que hoy sucede en materia de respeto y de irrespeto a los derechos humanos y de cómo actúan los protagonistas del 73. La ausencia de protestas ante estos hechos confirma nuestra preocupación por el apagón cultural impuesto por la dictadura.

La explicación a este fenómeno no es sólo el empleo de la fuerza bruta en aquellos años sino porque, además, el modelo dictatorial impuso por muchos años el fin de la educación pública gratuita y de calidad, que todavía no recuperamos a plenitud. Pesa también de modo categórico el velo oscurantista, diversionista, conque ocultan la verdad los medios de comunicación que responden a los mismos intereses que denunciamos y que además reciben financiamiento del Estado.

Lo dicho reafirma que el neoliberalismo es la forma más feroz y brutal del modelo impuesto por el capital financiero.
Pero lo dicho reafirma también lo oportuno que es el regreso de este libro tan especial, porque lo que entregan su texto y sus dibujos no sólo ratifica la denuncia por los crímenes de la derecha chilena y sus acólitos, sino que son al mismo tiempo un mensaje de esperanza en el sentido que es posible superar el terror y la indiferencia para abrir paso a la verdad y a la justicia y reinstalar el principio de que no ha de haber perdón ni olvido.

Miles de chilenas y chilenos que sufrieron terribles torturas supieron rearmar sus vidas y se reintegraron a la lucha por una sociedad más justa, por un mundo mejor. Así sucedió con quienes pasaron por Dawson, Ritoque, 3 Alamos.

El propio Miguel ya estaba acá a mediados de los 80 en tiempos de extraordinario peligro.

El libro y, más aun, la experiencia de vida de su autor, nos confirman que otro mundo es posible y que depende de cada uno y de todos nosotros. Será la unidad de acción en torno a un proyecto común el camino para que todo cambie para bien.

Porque, como dice su libro, es “la vida a pesar de todo”.

Gracias Miguel por este nuevo aporte.

Mar para Bolivia: Una defensa admirable

Sube a nacer conmigo hermano
Dame la mano desde la profunda.
zona de tu dolor diseminado.
No volverás del fondo de las rocas.
No volverás del tiempo subterráneo.
No volverá tu voz endurecida.
No volverán tus ojos taladrados.
Mírame desde el fondo de la tierra.
labrador, tejedor, pastor callado:
domador de guanacos tutelares:
albañil del andamio desafiado:
aguador de las lágrimas andinas:
joyero de los dedos machacados:
agricultor temblando en la semilla:
alfarero en tu greda derramado:
traed a la copa de esta nueva vida
vuestros viejos dolores enterrados

(Extracto del poema Alturas de Macchu Picchu. Pablo Neruda. Canto General.)

MAR PARA BOLIVIA: UNA DEFENSA ADMIRABLE

La defensa hecha por Bolivia de su derecho a tener un acceso soberano al mar, ha sido admirable, creativa, a ratos conmovedora. El gobierno boliviano ha incorporado a todo su pueblo en este anhelo, desde el más tierno párvulo hasta trabajadores, campesinos, mujeres, intelectuales, artistas, estudiantes, soldados, políticos, artesanos, profesionales. No hay uno sólo de los once millones de bolivianos, ajeno a esta demanda. La iniciativa de extender la bandera del mar a lo largo de 200 kilómetros debe haber congregado a varias decenas de miles de personas, cruzando valles, quebradas y mesetas. Todo se ha hecho sin proferir ofensas, argumentando con fuerza sus aspiraciones.

Y nuestras autoridades…. firmemente aferradas al Tratado de 1904, como si en los ciento catorce años trascurridos desde entonces no hubiera pasado nada.

Tengo a mi vista el libro Mar Para Bolivia, editado por el gobierno boliviano. Es un texto convincente, desprovisto de adjetivos y de ofensas. Hace un recorrido minucioso de las múltiples ocasiones en que diferentes autoridades chilenas se comprometieron a resolver la demanda boliviana de acceder al mar con soberanía. Comienza por citar las declaraciones de Domingo Santa María, entonces Ministro de Relaciones Exteriores de Chile, quién declaró lo siguiente el 26 de noviembre de 1879:

“No olvidemos por un instante que no podemos ahogar a Bolivia… Privada de Antofagasta y de todo el Litoral que antes poseía hasta el Loa, debemos proporcionarle por alguna parte un puerto suyo, una puerta de calle, que le permita entrar al interior sin zozobra, sin pedir venia. No podemos ni debemos matar a Bolivia” …

Más adelante, el libro cita los compromisos contraídos por Chile en la Conferencia de París y la Liga de las Naciones, organismo multinacional creado al término de la Primera Guerra Mundial. Se menciona a Agustín Edwards, representante chileno ante dicho organismo, quién ofreció el año 1921, iniciar negociaciones directas con Bolivia, para abordar el enclaustramiento marítimo. Esta declaración fue reafirmada un año más tarde por el delegado de nuestro país Manuel Rivas Vicuña, mediante nota dirigida a la Liga de las Naciones, reafirmando el compromiso chileno de entrar en negociaciones directas con Bolivia.

En seguida, el libro Mar Para Bolivia, cita propuestas realizadas por el gobierno chileno el año 1926 con la participación del Secretario de Estado de los Estados Unidos en calidad de mediador. En dicha oportunidad, Miguel Cruchaga, embajador de Chile ante los EEUU, presentó una propuesta ante dicho Secretario de Estado, planteando una división territorial en virtud de la cual, Tacna quedaría para el Perú, Arica para Chile y se cedería para Bolivia un corredor de cuatro kilómetros de ancho, partiendo de la frontera boliviana, siguiendo una línea paralela a lo largo de la frontera con Perú, hasta el villorrio Caleta de Palos.

Llegamos al 20 de Junio de 1950, ocasión en la cual el canciller Horacio Walker del gobierno de González Videla, envió una nota dirigida al Embajador de Bolivia que señala textualmente lo siguiente:

“Mi Gobierno será consecuente con esa posición y que, animado de un espíritu de fraternal amistad hacia Bolivia, está llano a entrar formalmente en una negociación directa destinada a buscar la fórmula que pueda hacer posible dar a Bolivia una salida propia y soberana al Océano Pacífico.”

En dicha ocasión, el propio González Videla le comunicó al Presidente de los EEUU Harry Truman, que la fórmula de acuerdo por la cual Bolivia obtendría un acceso soberano al Océano Pacífico, sería a cambio del uso, por parte de Chile, de aguas del Lago Titicaca.

En 1975 se estuvo al borde de alcanzar una solución definitiva al diferendo existente entre ambas naciones, a raíz del encuentro sostenido entre los dictadores de Chile y Bolivia, Augusto Pinochet y Hugo Banzer, quienes suscribieron un acuerdo consistente en la creación de una franja de tierra paralela a la Línea de la Concordia, que Chile cedería a Bolivia hasta llegar al Océano Pacífico.
El gobierno chileno avanzó en la materialización de este acuerdo, procediendo a expropiar los terrenos de propiedad privada, afectados por la franja a ceder a Bolivia. Roxana Pey nos cuenta que su padre, el ingeniero Raúl Pey, fue una de las personas a quienes se le expropió un sector de una parcela de su propiedad, colindante con la Línea de la Concordia, decisión que su padre aceptó complacido por lo que significaba consolidar la paz y la amistad en esa región fronteriza. (1)

Como es sabido, este acuerdo fracasó por la negativa del Gobierno Peruano, ya que, en conformidad con lo establecido por el Tratado de 1904, cualquiera cesión de terreno de Chile a Bolivia, en territorio que originalmente perteneció al Perú, exige un acuerdo tripartito.

Un capítulo especial merece las diversas resoluciones aprobadas en las Asambleas de la OEA, en las cuales se presiona al gobierno de Chile a encontrar alguna solución. Particularmente explícita es una Resolución aprobada en la Asamblea General de 1979, en la cual se reconoció que el problema marítimo de Bolivia es un asunto de interés hemisférico permanente, recomendando a las partes que: “inicien negociaciones encaminadas a dar a Bolivia una conexión territorial libre y soberana con el Océano Pacífico”.

Me extendería demasiado dando a conocer los diversos compromisos acordados por los gobiernos de Aylwin, Frei Ruiz Tagle, Ricardo Lagos y Michelle Bachelet, de encontrar fórmulas de mutua conveniencia.

La defensa de Chile ha enfatizado los aspectos jurídicos del caso, prescindiendo de sus alcances históricos y sociales.
Los jueces de La Haya son seres humanos de carne y hueso y creo imposible que vayan a soslayarlos. Mucha agua ha corrido bajo los puentes a lo largo de más de un siglo y no creo que el fallo vaya a dejar las cosas como están.

Las autoridades bolivianas han subrayado que cualquiera que sea el fallo de la Corte de La Haya, jamás cederán sus aspiraciones de acceder a un mar soberano.

¿Cuánto riesgo representa para nuestra seguridad, el mantener una situación de conflicto permanente con un país con el cual compartimos una larga frontera?

¿Cómo es posible que nuestras relaciones internacionales estén dedicadas casi exclusivamente a la suscripción de tratados de libre comercio en vez de incentivar la integración económica, social y cultural, en particular con nuestros vecinos?

Nuestros mandatarios salen de visitas oficiales al extranjero, acompañados de una nube de empresarios, banqueros y políticos. Excepcionalmente viaja algún académico. Jamás un dirigente sindical o social. ¡Qué decir un representante de nuestros pueblos originarios!

Yo no veo inconveniente en ceder a Bolivia un pequeño trozo de nuestro litoral en calidad de enclave. Chile se extiende frente al Océano Pacífico a lo largo de 4.200 kilómetros. ¿Porqué no ceder un tramo -digamos de 20 o 30 kilómetros- sobre el cual Bolivia ejerce su soberanía, a cambio de obtener a favor nuestro, por ejemplo, el acceso a algunos de sus abundantes recursos energéticos?
El mundo actual conoce innumerables casos de enclaves que funcionan sin generar problemas a nadie. Los más conocidos son Gibraltar, una base militar perteneciente al Reino Unido, rodeada totalmente por territorios de dominio español. La Ciudad del Vaticano, y la República San Marino, rodeadas por territorios de dominio italiano. El puerto de Kaliningrado perteneciente a Rusia, que está rodeado por Lituania y Polonia. Las ciudades puerto de Ceuta y Melilla, ambas pertenecientes a España, enclavadas en la costa norte de África, etc. etc.

En la Región de Antofagasta existen numerosas caletas deshabitadas o semihabitadas, que perfectamente podrían cederse para el dominio boliviano, sin afectar en absoluto nuestra integridad territorial ni nuestro desarrollo económico. Ganaríamos en cambio la paz con un pueblo hermano y la mutua colaboración en materias sociales, culturales y económicas.

Bolivia es hoy en América Latina un modelo de nación democrática velando por el bienestar de su población. El año 2009, se aprobó por abrumadora mayoría a través de un plebiscito nacional, una reforma constitucional que dio vida al llamado Estado Plurinacional Social, Unitario y Económicamente.

El preámbulo de esta Constitución es emocionante:

“En tiempos inmemoriales se erigieron montañas, se desplazaron ríos, se formaron lagos. Nuestra amazonía, nuestro chaco, nuestro altiplano y nuestros llanos y valles se cubrieron de verdores y flores”.
“Poblamos esta sagrada Madre Tierra con rostros diferentes, y comprendimos desde entonces la pluralidad vigente de todas las cosas y nuestra diversidad como seres y culturas. Así conformamos nuestros pueblos, y jamás comprendimos el racismo hasta que lo sufrimos desde los funestos tiempos de la colonia”.

“El pueblo boliviano, de composición plural, desde la profundidad de la historia, inspirado en las luchas del pasado, en la sublevación indígena anticolonial, en la independencia, en las luchas populares de liberación, en las marchas indígenas, sociales y sindicales, en las guerras del agua y de octubre, en las luchas por la tierra y territorio, y con la memoria de nuestros mártires, construimos un nuevo Estado.”.

La Constitución Boliviana reconoce los Derechos de los diversos grupos sociales del país y de sus pueblos originarios. Iguala las condiciones de género. Establece como servicios básicos el agua potable, alcantarillado, la electricidad, el gas domiciliario, el servicio postal y los servicios de telecomunicaciones, estableciendo como una responsabilidad del Estado la provisión de estos servicios, aún que algunos pueden ser gestionados a través de empresas privadas. Además, convierte el acceso al agua y al alcantarillado en Derechos Humanos, siendo estos servicios impedidos de ser privatizados o sometidos al régimen de concesiones.

El año 2009, Bolivia nacionalizó la explotación de su mayor riqueza nacional: los Hidrocarburos, lo cual ha generado para las arcas fiscales un ingreso de 35.000 millones de dólares durante la última década.

El año pasado, creó la empresa estatal Yacimientos del Litio Boliviano, encargada de desarrollar los procesos de química básica de sus recursos evaporíticos, con una participación del 100% estatal para la producción y comercialización del cloruro de litio, sulfato de litio, hidróxido de litios, carbonato de litio, cloruro de potasio, nitrato de potasio, sulfato de potasio, sales derivadas e intermedias y otros productos de la cadena evaporítica.
¡Qué diferencia con Chile!

Ahora. Si… ahora, meses atrás, aún bajo la administración de Michelle Bachelet, el Vicepresidente de CORFO, firmó un convenio con SOQUIMICH, empresa tras la cual figura el mayor agente corruptor de la política chilena, el ex yerno de Pinochet Julio Ponce Lerou, mediante el cual se le concede hasta el año 2030, la explotación de los inmensos yacimientos de litio existentes en el Salar de Atacama.

Acabamos de enterarnos del récord histórico que representaron el año pasado las ganancias proporcionadas al Estado chileno por la empresa estatal CODELCO, que se elevaron a la suma de 2.800 millones de dólares. Sin embargo, el litio, que acertadamente fue calificado por el Alcalde de Huechuraba como el futuro sueldo de Chile, lo estamos entregando al dominio del gran capital empresarial.

A diferencia de casi todos los países de América Latina, Bolivia es un país donde no se conocen actos de corrupción ni entre sus políticos ni entre su policía o fuerzas armadas.

Este es el país hermano del cual tenemos tanto que aprender y con el cual nuestras autoridades se niegan a encontrar una fórmula de acuerdo, poniendo fin a un conflicto centenario que cautele los intereses de ambas naciones y ambos pueblos.

Los debates en La Haya han desatado una inaceptable ola chauvinista en Chile. Se insiste que en este capítulo Chile tiene una política de Estado, es decir compartida unánimemente. No es verdad. Somos muchos quienes no compartimos las decisiones de nuestros gobiernos en esta materia. Bastó que el senador Alejandro Guillier manifestara la posibilidad de buscar un acuerdo en base a un canje territorial, para que lo cubrieran de los peores epítetos patrioteros, obligándolo a dar una suerte de explicación y a mantenerse en silencio durante su viaje a La Haya.

Días atrás, la Universidad Academia de Humanismo Cristiana, dio a conocer un video con declaraciones de siete Premio Nacionales chilenos, apoyando una salida al mar con soberanía a Bolivia. Ningún medio de comunicación nacional ha divulgado las opiniones de estas importantes personalidades de nuestra cultura.

En las décadas del 50 y 60 del Siglo XX, se generó un poderoso desarrollo artístico y cultural basado en nuestras raíces americanas. Fue una suerte de redescubrimiento de la identidad de América Latina. Pablo Neruda inició esta verdadera inmersión en nuestras raíces con la publicación en 1952 del Canto General. Lo sucedieron Gabriel García Márquez, Julio Cortázar, Mario Benedetti, Eduardo Galeano y el joven Mario Vargas Llosa entre otros. En el canto popular, nos impactaron las creaciones de Atahualpa Yupanqui, Mercedes Sosa, Violeta Parra, Víctor Jara, Daniel Viglieti, y tantos otros.

El grupo musical Los Jaivas, llevó a los cuatro rincones del planeta, su magistral interpretación del poema Alturas del Macchu Picchu de Pablo Neruda.

¡Qué decir de los grupos musicales Quilapayún e Inti Illimani, recreando la vieja música andina y asumiendo para siempre sus seculares instrumentos: la quena y el charrango!

La globalización y el modelo económico neoliberal, han casi sepultado estas manifestaciones artísticas que tanto contribuyeron a la hermandad entre nuestros pueblos y nuestras naciones.
No podemos ni debemos arriar las banderas de la solidaridad entre pueblos de un pasado común, que siempre en su historia debieron enfrentar enemigos interesados en sembrar la discordia entre nosotros. Empeñados en dividirnos para imponer su dominio imperial.

Es imperativo recuperar la vigencia de una política orientada a la integración regional en los planos económico, social y cultural. Una política libre de los intereses del gran capital, orientada a la paz, el respeto y la sincera amistad de nuestros pueblos americanos.

Miguel Lawner

31.03.2018

Nota:

(1) Raúl Pey y su hermano Víctor, ganaron la propuesta convocada por la Junta de Adelanto de Arica en 1960 para la construcción de un puerto, ya que hasta entonces se operaba a través de muelles y un modesto espigón. Las obras requirieron incluso dinamitar un tramo del Morro de Arica, finalizando en 1966, dando vida al que las autoridades de la época calificaron como el segundo puerto en importancia, tras el de Valparaíso. 

Barrio Suarez Mujica declarado Zona Típica

El barrio Suárez Mujica debe ser la última gran reserva patrimonial de Chile, representativa del movimiento moderno en arquitectura. La Zona Típica aprobada días atrás por el Consejo de Monumentos Nacionales, protege el territorio comprendido entre las calles Lo Encala y Pedro de Valdivia de Poniente a Oriente, y entre José Domingo Cañas y la Avenida Grecia, de Norte a Sur.

Se trata de una zona espacialmente homogénea, concebida desde sus orígenes según el modelo de ciudad jardín, es decir con viviendas aisladas de uno o dos pisos y amplios antejardines. Sus calles cuentan con aceras anchas, que han permitido el crecimiento de de una rica variedad de árboles. Caminar por estas vías durante el verano es un placer, cobijados bajo un fresco túnel verde.

El desarrollo del barrio se intensificó a comienzos de los años cuarenta del Siglo pasado, como consecuencia de las importantes obras viales efectuadas a raíz de la construcción del Estadio Nacional, que dieron vida a la Avenida Campos de Deportes y a la Avenida Grecia. Estas arterias mejoraron notablemente la accesibilidad del sector, incentivando el asentamiento de familias de clase media, en aumento durante esos años, gracias al mayor desarrollo económico del país.

A fines del 50 el barrio ya estaba consolidado, por lo cual adquirió una fisonomía de gran homogeneidad, conservada hasta ahora, gracias a las escasas intervenciones mayores, salvo las efectuadas a lo largo de José Domingo Cañas.

Conviven en armonía diversos estilos: algunas viviendas Art Decó, otras de la Belle Epoque, unas pocas eclécticas y la mayoría claramente modernistas. Predominan las fachadas estucadas, pero varias exhiben sus muros con ladrillo artesanal a la vista. Abundan los techos planos y los hay con pendiente, en su mayoría con cubierta de tejas de arcilla. De vez en cuando una torrecilla romántica corona alguna caja de escala.

Suárez Mujica tuvo un desarrollo casi simultáneo con el barrio El Golf, donde se establecieron preferentemente las familias más acaudaladas del país, quienes, ansiosos por exhibir su riqueza, impusieron una arquitectura de estilo: casas inglesas o francesas, con columnas abrigando los porch de acceso y abundancia de balaustres.

Dada la xenofobia característica de la aristocracia chilena, abundaron señales para ahuyentar el asentamiento de familias de origen árabe en El Golf, que fueron acogidas sin discriminación en el barrio Suárez Mujica. De hecho, desde sus orígenes, éste fue un territorio de integración étnica, donde también se asentaron familias de origen judío, huyendo de los pogrom y el desgobierno generado en Ucrania y otros territorios de Rusia, a la caída del imperio zarista.

Entre las familias judías establecidas en el barrio, destaca la familia Schwartz, que adquirió un gran paño de terreno en calle Dublé Almeyda Nº 1577, donde levantaron a comienzo de los años 30, la primera fábrica de artículos plásticos en Chile: Industrias SHYF. Dado el crecimiento explosivo de la empresa, fue necesario ampliar sus instalaciones, responsabilidad que asumió nuestra oficina de arquitectura el año1955, proyectando un edificio moderno, en tres pisos de altura, hoy demolido. En esta tarea, colaboró Yolanda, estudiante de arquitectura en esa época, hija de don Isaac Schwatz, uno de los socios de la empresa.

Entre las familias de origen judío, mencionemos también a la familia Loi, residentes en el pasaje Villoslaba, próximo a Avenida Grecia y Pedro de Valdivia, cuyo hijo Isidoro, arquitecto y escritor, ha adquirido celebridad tras publicar varios libros como La Mujer, El Matrimonio y Que Dios se lo Pague, obras donde hace alarde de una fina ironía y de un agudo sentido del humor. Loi también destaca por sus breves e ingeniosas columnas al director, publicadas habitualmente en la prensa nacional.

Próximo a ellos, en calle Los Pescadores, se estableció el ingeniero Enrique Schlesinger, tras huir de las persecuciones contra las familias judías desatadas en su país natal, Checoeslovaquia.
Enrique –ya fallecido- fue el principal colaborador de Carlos Sandor, uno de los más prominentes ingenieros calculistas de Chile durante el Siglo XX.

Entre las familias árabes residentes del sector, mencionemos la familia Hola, que amasó una fortuna al montar una fábrica de medias de seda, artículo muy codiciado por las mujeres desde mediados del Siglo XX. Esta familia, levantó una mansión en José Domingo Cañas 2.700, esquina con calle Los Tres Antonios, vivienda que aún se conserva pero sin su esplendor original, a raíz de intervenciones muy desafortunadas.

Vecino a los Hola por calle José Domingo Cañas, se instaló la familia Zaror, también de origen árabe, cuya vivienda se conserva hasta nuestros días, sirviendo como una de las dependencias de la Dirección de Aeronáutica.

El barrio Suárez Mujica conoció la intervención de varios arquitectos extranjeros que encontraron refugio en Chile tras las persecuciones antisemitas desatadas por el nazismo en Europa. Tal es el caso de José Dvoresky, Tibor Weiner y Vadim Fedorov, cultores relevantes de la arquitectura moderna. A ellos se suman otros colegas chilenos, como Simón Perelman, Jaime Bendersky y Viterbo Castro, quién construyó para su familia una casa situada en la acera oriente de Campos de Deportes, próximo a Avenida Grecia.

Un arquitecto poco conocido, autor de muchas obras meritorias en Ñuñoa y Providencia, es Juan Tapia Chuaqui, quién falleció en 1981. Formado en la Escuela de Arquitectura de la U. de Chile, tuvo como su maestro y guía al profesor Roberto Dávila. Ejerció la profesión asociado al arquitecto Francisco Aedo Carrasco, quién figura en la ominosa lista de personas detenidas y desaparecidas en Chile.

A Juan Tapia le debemos algunos proyectos de arquitectura notables como la vivienda ubicada en José Luis Araneda Nº 90, a pasos de Irarrázabal, que aún se conserva, característica por el uso de pilares en la planta baja y ventanas corridas, al mejor estilo corbusiano.

También se conserva la vivienda ubicada en Campos de Deportes Nº 468, no tan bien mantenida como la anterior.

Su obra más relevante es sin duda, la mansión ubicada en Providencia, calle Los Leones 927, construida para su tío Basim Chaqui a fin de alojar a su familia compuesta por su mujer y siete hijos.

Es una edificación en tres pisos de altura, caracterizada por la existencia de una escalera en forma de una amplia espiral, iluminada
por bloques de vidrio a lo largo de todo su recorrido.

Junto a su hermano Ricardo, también arquitecto, Juan Tapia proyectó los dos edificios de departamentos de clara línea moderna, ubicados en las esquinas Nor-oriente y Sur-oriente de Pedro de Valdivia con Irarrázabal, este último demolido recientemente, para dar paso a las instalaciones de la línea 6 del Metro.

El barrio también ha sido lugar preferido para vivir y trabajar de
varios artistas y escritores. En Eduardo Castillo Velasco Nº 1743, levantó su casa el escritor costarricense Joaquín Gutiérrez, avecindado en Chile desde los años 40, quién casó con Nena Nascimento, hija de Carlos Nascimento, formador de la Imprenta y que lleva su nombre, empresa pionera del campo editorial en nuestro país.

La casa de Joaquín y Nena, que se mantiene en pie, fue proyectada por el arquitecto Carlos Martner. Consiste en un cuerpo de dos pisos con cubierta en teja de arcilla colonial y su principal característica, era el mural pintado por Julio Escámez, cubriendo todo el muro del fondo de la Sala de Estar, representando la Fiesta anual celebrada tradicionalmente por los mineros de Lota y Coronel en Playa Blanca.

Tras el golpe militar, la familia Gutiérrez Nascimento emigró a Costa Rica, donde Joaquín fue galardonado con el Premio Nacional de Literatura. Llevaron consigo el famoso mural, que afortunadamente fue pintado sobre tela y pudo retirarse del muro. Joaquín falleció hace años y Nena permanece viviendo en San José. Ignoramos el destino del mural.

1961: Cumpleaños de Joaquín Gutiérrez en su casa de Eduardo Castillo Velasco. Al fondo el mural de Julio Escámez. En cuclillas, al extremo izquierdo, Anitamaría Barrenechea, al centro con la botella de Champagne: Joaquín Gutiérrez, luego, José Miguel Varas y yo. Arriba, al centro Joan Jara, (entonces casada con Patricio Bunster), que aparece a su lado. Nena Nascimento sentada detrás de Joaquin.
Fragmento del mural de Julio Escámez. (Portada de la revista de arquitectura AUCA)

Ñuñoa ha sido residencia de otros artistas como la familia de José Balmes ya fallecido y Gracia Barrios, que establecieron su casa taller en calle Enrique Richards, donde también fijó su oficio la pintora Conchita Balmes, hija del matrimonio.

La declaratoria de Zona Típica, incrementará las fortalezas espaciales del barrio Suárez Mujica. Incentivará la instalación en el barrio de pequeñas oficinas de profesionales o emprendedores, que
restauran las casas sin alterar la fisonomía del barrio en un sano proceso de reciclaje de las edificaciones originales.

La objeción levantada por los opositores a la declaratoria de zona típica, argumentando que los inmuebles pierden su valor carece de todo fundamento. Se trata de cómplices de las grandes inmobiliarias interesadas en impulsar el modelo aplicado en Estación Central, ofreciendo precios especulativos por la adquisición de 3 o 4 viviendas, a fin de levantar una torre sin consideración a los impactos ambientales catastróficos generados por dicha intervención.

Igualmente mal intencionada es la objeción que los vecinos no podrán ejecutar obra alguna de mantenimiento, sin la autorización del Consejo de Monumentos Nacionales. La declaratoria de Zona Típica se complementa con la elaboración de un protocolo que regula las intervenciones a efectuarse en los inmuebles, documento que se elabora en conjunto con las Juntas de Vecinos del sector y que no representa diferencia alguna con los permisos de Obra Menor solicitados a las Direcciones de Obras Municipales.

Debemos admitir que dada la ausencia o debilidad de los Instrumentos de Planificación Territorial, el Consejo de Monumentos Nacionales se ha constituido en la única entidad defensora de los intereses del ciudadano común, frente a la acción depredadora de los grandes intereses inmobiliarios que socavan cada día el derecho a la ciudad que nos asiste a cada uno de los residentes en las áreas urbanas de Chile.

Miguel Lawner
29.01.2018.

ALGUNAS IMÁGENES DE VIVIENDAS PROYECTADAS POR EL ARQUITECTO JUAN TAPIA CHUAQUI.

Obtenidas del Seminario de Investigación efectuado en la Escuela de Arquitectura de la Universidad Finis Terrae, por los alumnos Catalina Fantuzzi D. y Tomás  Weisser M.

Casa en J. Luis Araneda Nº 9