Reflexiones de un militante comunista de base en torno a la derrota de diciembre de 2017
Iván Ljubetic Vargas, historiador
CAPÍTULO XIV: QUE TODOS LOS ÓRGANOS DEL PARTIDO PARTICIPEN EN EL DEBATE
En el Informe al IX Pleno se señala: “Cada organismo, sector y militante del Partido debe hacer este análisis crítico y autocrítico, que difícilmente se podrá hacer en este Pleno, pero sí debemos dejar establecidas directrices claras para su realización. De lo profundo que sea este análisis surgirán muchas medidas de carácter político, orgánico, de cuadros y de otra índole necesarias de realizar en un corto período, para que den sustento a una Conferencia Nacional, que proponemos realizar en los próximos meses, teniendo también elementos más concretos de como fluctúa el acontecer político en los primeros meses del Gobierno de Piñera”.
También se dice en ese Informe: “Cuando hablamos del papel del Partido, las más de las veces lo hacemos en términos generales. Es el Partido el que hace o no hace bien las cosas. Pasamos muchas veces por alto que el Partido lo constituimos todos nosotros, organizados en una estructura que nos confiere determinada autoridad y derechos, pero por sobre todo deberes con los cuales cumplir”.
UN PROCESO QUE SE INICIE EN LAS CÉLULAS
Estamos absolutamente de acuerdo con estas afirmaciones. Por ello, estimamos que es imprescindible que la anunciada Conferencia Nacional sea precedida por la discusión de toda la militancia comenzando por las células, los órganos más importantes del Partido. Esto, partiendo por lo planteado por Lenin en su obra “La socialdemocracia y las elecciones a la Duma”. Allí escribió: “Todos los asuntos del Partido deben ser manejados –directamente por medio de representantes- por todos los miembros del Partido en un plano de igualdad de derechos, sin excepción”. (Lenin: Obras Completas, tomo 14, p. 253, citado por Otto Kussiner y otros en “Comunismo Científico. Diccionario”, Editorial Progreso. Moscú, 1981, p. 122)
Basado en lo anterior, en los Estatutos del PC de Chile se establece: “La democracia interna se expresa en que todos los militantes comunistas, directamente o a través de sus órganos regulares o en las reuniones políticas y programáticas, participan en la definición de los diversos asuntos del Partido con plena igualdad de derechos”.
RECURRIR A LAS BASES DEL PARTIDO
Incorporar a todos los órganos del Partido en el debate en torno a la derrota de diciembre de 2017, seguiremos el ejemplo de Recabarren, practicaremos la necesaria democracia interna y, al mismo tiempo, tendremos una escuela de educación a nivel nacional.
Hemos citado a Recabarren, evocando lo ocurrido en nuestro Partido en el año 1924. Recordemos:
Los días 18 y 19 de septiembre de 1924 tuvo lugar, en la ciudad de Viña del Mar, el Sexto Congreso Nacional del Partido Comunista de Chile. Tal vez uno de los torneos nacionales más conflictivos.
Un grupo fraccional, que actuaba en el interior del Partido en Santiago, logró una temporal y precaria mayoría en la Sección de la capital eligiendo sus delegados al Sexto Congreso. Ya en el desarrollo del evento nacional, en un golpe de audacia y aprovechándose que los delegados de las otras 17 secciones del país no conocían su proceder, obtuvieron cuatro de los siete miembros del Comité Ejecutivo Nacional. A Luis Emilio Recabarren lo dejaron en la minoría.
El fundador del PC reaccionó rápida, enérgica y audazmente para condenar la maniobra de la fracción. En nota publicada el día 6 de octubre de 1924, en el período “Justicia”, que tituló “No acepto la designación”. Se dirigió a las secciones del país, informó sobre lo ocurrido en el Sexto Congreso y señaló que: “Siendo la mayoría de este Comité (elegido en ese torneo) compuesto por personas que carecen de antecedentes y competencia para afrontar las responsabilidades de este cargo, aviso a las secciones que no acepto el cargo para que me ha designado el Congreso y creo que las secciones deben provocar un voto general para resolver esta situación creada por el Congreso”.
A partir del 12 de octubre se desató una polémica pública entre Recabarren y miembros de la fracción.
La discusión promovida por Recabarren y su justa posición de recurrir a las bases del Partido dieron resultado. El 13 de diciembre de 1924, los militantes de todas las secciones del país votaron eligiendo un nuevo Comité Ejecutivo Nacional. Fueron siete probados revolucionarios, encabezados por Recabarren. Pero éste nunca lo supo. Los resultados de esta votación sólo fueron conocidos después de la muerte de Recabarren, quien se suicidó el viernes 19 de diciembre de 1924.
Debemos seguir el ejemplo de Recabarren. Cuando ocurre un acontecimiento que conmueve al país y al Partido, se debe recurrir a la inteligencia colectiva que constituye la militancia comunista.
CRÍTICA Y AUTOCRÍTICA
Tenemos que educar a militantes y dirigentes para enfrentar los acontecimientos con un adecuado y valiente espíritu crítico. Al respecto, Lenin escribió: “La actitud de un partido político ante sus errores es uno de los criterios más importantes y más seguros para juzgar la seriedad de ese partido y del cumplimiento efectivo de sus deberes para con su clase y para con las masas trabajadoras… Reconocer abiertamente un error, poner al desnudo las causas, analizar la situación que lo ha engendrado y discutir atentamente los medios de corregirlo; eso es lo que caracteriza a un partido serio; en eso consiste el cumplimiento de sus deberes; eso es educar e instruir a la clase y, después, a las masas”. (Lenin: “La enfermedad infantil del ‘izquierdismo’ en el comunismo”. Obras Escogida en tres tomos. T. III, p. 382)
Como se supone que todo dirigente milita en una célula, allí podrá contribuir a la discusión empleando correctamente las formidables armas de la crítica y la autocrítica.
INCLUSO EN LA PRENSA PARTIDARIA
En los Estatutos del Partido Comunista se señala: “La discusión previa a los congresos y conferencias del Partido, debe ser organizada de modo que garantice la más amplia participación democrática y la mayor información. Cuando el debate tenga carácter de discusión general, de trascendencia para todo el Partido, podrá ser llevado a conocimiento público a través de la prensa partidaria, cuidando contribuir al prestigio y unidad de acción del Partido y su capacidad de servir al pueblo”.
No hay dudas de que el debate en torno a la derrota de diciembre de 2017 tiene enorme trascendencia. ¿Dará la prensa partidaria espacio para desarrollar un constructivo y fructífero debate?