Cap. XXIV: Una desviación reformista de tipo electoralista

Reflexiones de un militante comunista de base en torno a la derrota de diciembre de 2017

Iván Ljubetic Vargas, historiador

CAPÍTULO XXIV: UNA DESVIACIÓN REFORMISTA DE TIPO ELECTORALISTA

Los escritos del compañero Luis Corvalán son un tesoro que debemos leer, consultar. Fue él, un dirigente comunista que hizo importantes aportes teóricos y prácticos, los que no podemos ignorar, sino que por el contrario, debemos estudiar. Un ejemplo, es su libro “Camino de Victoria”, que contiene el folleto “Nuestra vía revolucionaria”, publicado en 1964.

DOS VÍAS REVOLUCIONARIAS

Allí plantea que existen dos vías revolucionarias: la vía violenta y la vía pacífica.

Ambas son revolucionarias porque tienen por objetivo lograr transformaciones revolucionarias.

Aclara que “la vía pacífica propone la lucha de clases y no colaboración de clases, no una existencia amigable entre explotadores y explotados…”

Subraya que las elecciones son sólo una parte del proceso. Señala que “se incurriría en una desviación reformista de tipo electoralista si ellas se plantearan como algo despojado de la lucha reivindicativa de las masas, si todo se circunscribiera a la exaltación del candidato, al cumplimiento de las tareas específicamente electorales. Lo fundamental es y será siempre la movilización de las masas por sus derechos vitales, por sus aspiraciones más sentidas, por los objetivos económicos y políticos de cada momento”. (“Camino de Victoria”, página 54).

¿QUÉ CONCLUSIONES PODEMOS SACAR?

1.- Si en esta etapa, la vía elegida es la pacífica o, mejor dicho, no armada, el Partido debe adoptar todas las medidas para obtener éxito en el desarrollo de esta vía.

2.- La vía pacífica comprende varios aspectos. Una de ello es la lucha electoral, que jamás puede estar desligada de la lucha de las masas por sus reivindicaciones.

3.- Para los comunistas las elecciones son una de las formas de lucha, que adquiere enorme importancia en algunos momentos del desarrollo de la lucha de clases.

4.- La moderna lucha de clases, la existente entre los trabajadores y la burguesía, comprende tres aspectos: la lucha económica, en que el arma principal es el sindicato clasista; la lucha ideológica, cuya herramienta es nuestra ideología revolucionaria, el marxismo-leninismo, y la lucha política, la toma del poder político, que tiene como su instrumento el Partido Comunista.

La lucha electoral, reúne, en cierto sentido, a los tres aspectos de la lucha de clases.

5- El Partido, desde tiempo de Luis Emilio Recabarren, le ha asignado especial importancia a las elecciones. Nuestro propio fundador fue candidato a la Presidencia de la República en las elecciones de junio de 1920.

6.- Si analizamos crítica y autocríticamente nuestro actuar en las elecciones de diciembre de 2017, llegaremos a la triste conclusión que, al decir del compañero Luis Corvalán, caímos en una desviación reformista de tipo electoralista, pues nuestra campaña estuvo despojada de la lucha reivindicativa de las masas.

7.- En ello, la principal responsabilidad la tiene el Comité Central, aunque todos los militantes tenemos culpa en ello, porque el Partido Comunista lo componemos todos sus miembros.

8.- Esto hace imperioso y urgente la convocatoria a un Congreso Nacional Extraordinario del Partido Comunista de Chile.

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