Bicentenario de la Batalla de Maipú

Iván Ljubetic Vargas, historiador del Centro de Extensión e Investigación Luis Emilio Recabarren, CEILER

 

El 5 de abril de 1818 se libró la batalla de Maipú. Las tropas patriotas, al mando del general argentino José de San Martín, vencieron al ejército del rey de España. Con ella culminó el proceso de la Independencia de Chile, iniciado en forma vacilante y contradictoria en 1810.

Desarrollo de la Batalla

Poco antes del mediodía del 5 de abril de 1818, la artillería patriota dirigida por Manuel Blanco Encalada rompió fuego. Pronto el general San Martín se dio cuenta de que los realistas habían tomado una posición defensiva y decidió iniciar el ataque contra el centro y la derecha de las fuerzas realistas. La lucha prosiguió de manera encarnizada.

El general chileno Bernardo O’Higgins, convaleciente de una gran herida (producto de la derrota aliada en Cancha Rayada), se presentó poco antes de terminado el último ataque contra los realistas y entusiasmados por la victoria San Martín y O’Higgins se abrazaron victoriosos en una escena que dio origen a un cuadro, el histórico abrazo conocido como El abrazo de Maipú, donde O’Higgins le dice a San Martín ¡Gloria al salvador de Chile! y San Martín le responde General: Chile no olvidará jamás el nombre del ilustre inválido que el día de hoy se presentó al campo de batalla en ese estado”.

El Abrazo de Maipú (Obra de Pedro Subercaseaux)

Los patriotas perdieron un 35% de sus fuerzas entre muertos y heridos. Los realistas sufrieron más de 1.500 muertos y 2.000 prisioneros.

El Internacionalismo de los compatriotas

Los patriotas latinoamericanos del siglo XIX, que lucharon por liberar a sus países del colonialismo, fueron consecuentemente internacionalistas. Ahí están, entre otros, los ejemplos de Simón Bolívar, Antonio José de Sucre, José de San Martín, Bernardo O’Higgins.

En la batalla de Rancagua, que había tenido lugar el 1 y 2 de octubre de 1814, cuando al segundo día de combates, los patriotas ya no podían resistir las embestidas de la fuerzas realistas muy superiores en número, O’Higgins ordenó a los sobrevivientes montar a caballo y se lanzaron por sobre las barricadas enemigas. Esas tropas, junto a numerosos otros patriotas emigraron a Mendoza, provincia de Cuyo, para preparar la revancha. Se iniciaba el período de la Reconquista española. En Chile, los guerrilleros de Manuel Rodríguez no dejaban tranquilos a los realistas. En Mendoza, con la inmensa solidaridad del general José de San Martín, gobernador de Cuyo, se organizó el Ejército Libertador, que en los primeros días de febrero de 1817, atravesó la cordillera de los Andes y el 12 de ese mes derrotó a las tropas del rey español en la batalla de Chacabuco. Pero en 1818 un nuevo y poderoso ejército del rey español invadió Chile. Ese fue derrotado en Maipú.

El triunfó en Maipú tuvo sus consecuencias

Hay historiadores que restan importancia al triunfo del proceso de la Independencia. Están equivocados.

Al romper el verdadero círculo de hierro que significaba el dominio colonialista, nuestro país pudo vender sus riquezas naturales (cobre y plata) a Inglaterra. Los fondos recibidos fueron buen utilizados en ampliar las minas, construir caminos, puentes, mejorar puertos, levantar fundiciones, talleres, fábricas, tender líneas ferroviarias. Surgieron así formas capitalistas de producción. Aparecieron dos nuevas clases sociales: la burguesía capitalista, propietaria de los medios de producción y la masa de desposeídos de esos medios que, para sobrevivir, debía vender su fuerza de trabajo. Era la clase obrera o proletariado.

Estos cambios económico-sociales, producidos a partir de los años veinte del siglo XIX, abrieron una nueva etapa en la historia de Chile, cuyo signo característico es el surgimiento y desarrollo de la clase obrera.

Agregar un comentario