Iván Ljubetic Vargas, historiador del Centro de Extensión e Investigación Luis Emilio Recabarren, CEILER
El domingo 6 de marzo de 2005, dejó de latir el corazón de la única mujer que ha ocupado la máxima responsabilidad en el Partido Comunista de Chile, la compañera Gladys del Carmen Marín Millie.
Había nacido en Curepto, el 16 de julio de 1941. Su madre, Adriana Millie, era maestra primaria. Su padre, Heraclio Marín, campesino.
Pronto el padre abandonó la familia y doña Adriana debió hacerse cargo de sus cuatro hijas.
PRESIDENTA DE LA FEDERACIÓN DE ESTUDIANTES NORMALISTAS
En 1945 la familia se trasladó a la localidad de Sarmiento; después a Talagante. En esa ciudad, Gladys asistió a la escuela primaria y participó en organizaciones cristianas, llegando a ser Presidenta de la Acción Católica. La enseñanza media la recibió en el Liceo Nº 5 de Santiago. Ingresó a la Escuela Normal Nº 2 de Santiago. Se distinguió entre el alumnado por sus cualidades de líder, siendo elegida Presidenta de la Federación de Estudiantes Normalistas.
SE INCORPORA A LAS JUVENTUDES COMUNISTAS
En 1957 se tituló como profesora. Ejerció como maestra en la Escuela Nº 130 para niños con deficiencias mentales, que funcionaba al interior del Hospital Psiquiátrico, en la avenida Santos Dumont.
En 1958 ingresó a las Juventudes Comunistas.
CUANDO LA CONOCÍ
Fue en el IV Congreso Nacional de las Juventudes Comunistas de Chile, realizado en Santiago entre el 20 y el 23 de febrero de febrero. El sábado 20 se inauguró con un gran acto en el Parque Bustamante, junto al monumento de Manuel Rodríguez. Este comenzó con un hermoso festival folklórico, cuya figura central fue Violeta Parra.
En la mañana del domingo 21, con gran despliegue y combatividad, cientos de jóvenes venidos de todas las provincias y muchos de la capital, nos congregamos en el Teatro Balmaceda para escuchar el Informe Central, rendido por el compañero Manuel Cantero.
Finalizado éste, se anunció que, en nombre del Partido, hablaría el miembro de su CC, Juan Vargas Puebla. Entonces, nos pusimos de pie y cantamos La Internacional.
El Congreso continuó por la tarde con una asamblea plenaria en la sede del CC del Partido, en Teatinos 416. Después los 134 delegados nos dividimos en cinco comisiones y nos fuimos a sesionar en el local de la FECH. Proseguimos el lunes 22 con el trabajo de comisiones.
En el último día, martes 23 de febrero, hubo votaciones para designar el Comité Central. Resulté reelegido. Éramos 25 miembros, entre ellos cuatro compañeras. Una de ellas era Gladys Marín, a quien conocí en ese, para mí, inolvidable evento juvenil. Al constituirse el nuevo CC, elegimos a Mario Zamorano como secretario general.
Finalizó el evento con la intervención de Juan Vargas Puebla en nombre del Comité Central del Partido Comunista de Chile.
SECRETARIA GENERAL DE LAS JJ CC
En 1963, se casó con Jorge Muñoz Poutays, entonces estudiante de Ingeniería, a quien había conocido en 1959 Tuvieron dos hijos: Rodrigo y Álvaro.
En 1965, tuvo lugar la VI Conferencia Nacional de las Juventudes Comunistas. El Secretario General Mario Zamorano fue promovido al Partido. Gladys Marín pasó a ser la máxima autoridad de las JJ CC.
En ese mismo año fue elegida diputada comunista por el Segundo Distrito de Santiago, que estaba formado por entonces por las comunas de Renca, Conchalí, Recoleta, Independencia, Colina. Tiltil, Talagante, Curacaví, Quinta Normal y Barrancas (actual Pudahuel). Gladys tenía por entonces 23 años de edad.
En 1966 se desarrolló el V Congreso Nacional de las JJ CC, y en 1969 el VI Congreso. En ambos, Gladys Marín fue reelegida Secretaria General.
REELEGIDA DIPUTADA COMUNISTA POR TERCERA VEZ
En las elecciones parlamentarias 1969 volvió a ser electa diputada por el Segundo Distrito.
En 1972 en el VII Congreso de las Juventudes Comunistas de Chile, nuevamente Gladys Marín resultó reelegida Secretaria General.
En marzo de 1973 se efectuaron importantes elecciones parlamentarias en las que la posición pretendía obtener una contundente victoria y poder derrocar constitucionalmente al Presidente Allende.
No lo lograron. Gladys Marín, por tercera vez postuló en el Segundo Distrito y salió elegida con una alta votación, ejerciendo ese cargo hasta el golpe fascista.
EXILIO Y RETORNO CLANDESTINO
Luego del golpe fascista del 11 de septiembre de 1973, contra su voluntad y acatando instrucciones de su Partido, se asiló en la Embajada de Holanda, donde permaneció ocho meses y luego salió al exilio. Jorge Muñoz, su compañero, quedó en Chile. En diciembre de 1976 fue detenido por agentes de Pinochet y hasta hoy forma parte de la lista de patriotas detenidos-desaparecidos.
En enero de 1978 tuvo lugar en Budapest (Hungría) un Pleno del Comité Central de las Juventudes Comunistas de Chile. Informó Gladys Marín, que ese mismo año retornó clandestinamente a la patria. Con audacia y valor luchó contra la dictadura. Encabezó la dirección interna del Partido hasta el XIX Congreso clandestino, realizado en San Sebastián en mayo de 1989. Fue uno de los combatientes que, de verdad, contribuyeron a que terminara la noche del terrorismo de Estado.
En marzo de 1990 finalizó la dictadura.
EN EL XVI CONGRESO METROPOLITANO
En Julio de 1994 se desarrolló el Congreso Regional Metropolitano. Tanto en la Comisión en que participé, como en la plenaria final, enfaticé en la necesidad de llevar la proposición de cambiar la enumeración de los Congresos Nacionales del Partido y que el XVI se convirtiera en el XX.
Ocurrió que, terminada la sesión plenaria, me encontré con los miembros de la Comisión redactora de las conclusiones del Congreso Regional, que me dijeron que no iba mi proposición, porque ello no había quedado claro como una resolución. Estábamos en esa discusión cuando pasó la compañera Gladys. Le expliqué de lo que se trataba y ella dijo: “Iván tiene razón, la proposición que él hizo fue aprobada. Debe ir en las resoluciones del Congreso Regional”.
EL CONGRESO QUE SE INICIÓ COMO EL XVI
Mi propuesta, apoyada por la compañera Gladys Marín, se incorporó al Informe entregado el 11 de agosto de 1994 por el compañero Volodia Teitelboim, secretario general del Partido, ante el XVI Congreso Nacional del Partido Comunista. En él planteó:
“Después del XV Congreso, tras el análisis de su historia, se resolvió establecer como fecha de fundación de nuestro Partido el 4 de junio de 1912. Tomando en cuenta los Congresos nacionales realizados por el Partido Obrero Socialista, queremos proponer a esta magna reunión que este XVI Congreso pase a llamarse el XX Congreso del Partido fundado por Recabarren, del Partido Comunista. Corresponde pronunciarse democráticamente sobre esta proposición”.
Fue aprobada por unanimidad. Así, este evento partidario, iniciado con el número XVI, finalizó como el XX Congreso del Partido Comunista de Chile.
SECRETARIA GENERAL DEL PARTIDO COMUNISTA
En ese Congreso, se eligió un nuevo Comité Central, que designó a Gladys Marín Secretaria General del Partido.
En las elecciones parlamentarias de 1997 fue presentada como candidata al Senado por la VII Circunscripción Santiago Oriente. Obtuvo 174.780 votos, el 15,69%, que correspondió a la cuarta mayoría nacional. Pero no fue elegida. Lo impidió la nueva ley maldita, el sistema binominal, impuesto por la dictadura.
En octubre de 1998 tuvo lugar el XXI Congreso del PC. Fue reelegida Secretaria General.
LA PRIMERA QUERELLA CONTRA PINOCHET
Gladys Marín fue una incansable luchadora por los derechos humanos. El 12 de enero de 1998 interpuso la primera querella contra el ex dictador Augusto Pinochet.
CANDIDATURA PRESIDENCIAL
En las elecciones presidenciales del domingo 12 de diciembre de 1999 el Partido Comunista llevó como candidata a Gladys Marín. Gladys obtuvo el 3.19% de los votos válidamente emitidos.
PRESIDENTA DEL PARTIDO COMUNISTA
En el XXII Congreso realizado en Santiago del 31 de octubre al 3 de noviembre de 2002 pasó a ocupar el cargo de Presidenta del Partido Comunista. La primera mujer en tener ese honor.
SU ENFERMEDAD
El 25 de septiembre de 2003 fue internada en una clínica de Santiago. Se le diagnosticó cáncer cerebral. El 1 de octubre viajó a Estocolmo (Suecia) para ser intervenida en la Clínica Karoliska. El 19 de octubre llegó a La Habana (Cuba) para iniciar un proceso de rehabilitación dispuesto por su amigo personal, Fidel Castro. En el 2004, aún permaneciendo en ese país, fue nuevamente operada de una necrosis de tejidos.
En octubre de 2004 volvió a Chile. El 7 de noviembre regresó a Cuba para retornar a Chile un mes después.
Condecorada por Fidel Castro con la Orden José Martí en La Habana el viernes 12 de marzo de 2004.
EMOTIVO RECIBIMIENTO EN SANTIAGO
A las seis de la mañana del domingo 14 de marzo de 2004 aterrizó en el Aeropuerto Arturo Merino Benitez de Santiago el avión en venía desde Cuba, Gladys Marín, luego de permanecer cinco meses de tratamiento en la Isla. Llegó con un ramo de flores en sus manos y un rojo pañuelo cubriéndole la cabeza. Feliz se dirigió a los cientos de personas que la esperaban y dijo: “Estoy muy emocionada con el apoyo que me ha dado mi pueblo”.
UN DOMINGO EN QUE NO BRILLÓ EL SOL
Con su proverbial valor, Gladys libró la batalla contra el cáncer hasta sus últimas fuerzas, rodeada del cariño de millones de demócratas de toda la tierra.
Falleció a la una de la mañana del domingo 6 de marzo de 2005 en su casa de Lo Cañas ubicada en la comuna de La Florida, Santiago. Sus restos fueron trasladados, entre una impresionante cadena humana que se extendió desde su hogar al ex Congreso Nacional. Allí tuvo lugar un multitudinario velatorio. Miles y miles de personas llegaron a rendirle homenaje. El Gobierno decreto dos días de duelo oficial. Un periódico la llamó “la roja de todos”.
LA MÁS MULTITUDINARIA DESPEDIDA HASTA HOY
Miles y miles de chilenos la sintieron suya. Por eso, esa multitud de gente sencilla y de personalidades, que le tributaron el 8 de marzo de 2005 la más masiva despedida conocida hasta hoy en Chile.
Gladys Marín Millie, maestra primaria, entregó sus lecciones de valor, heroísmo, consecuencia y claridad política, a una escuela multitudinaria, cuyos alumnos son aquellos que, siguiendo su ejemplo, construirán el Chile del mañana.
EL PUEBLO NO OLVIDA A SU HEROÍNA
Entre más transcurre el tiempo en vez del olvido, aumenta el cariño, la admiración y el respeto para la maestra normalista, que entregó su vida entera a la causa de los más humildes, de los explotados.
El recuerdo de esa mujer valiente y combativa está sembrado en la consciencia y el corazón de quienes luchan, como ella lo hizo, por construir la primavera de los pueblos. Por el derecho de todos a vivir en paz; a compartir el pan, la felicidad y la poesía.
¡Gladys, presente! ¡Ahora y siempre!