Iván Ljubetic Vargas, historiador del Centro de Extensión e Investigación Luis Emilio Recabarren, CEILER
Entre los muchos crímenes cometidos por Franco, los fascistas españoles y sus cómplices extranjeros en el transcurso de la Guerra Civil Española, está el criminal bombardeo de Guernica, en la llamada Operación Rügen.
Fue un ataque aéreo realizado sobre una pacífica ciudad, perpetrado el 26 de abril de 1937, por parte de la Legión Cóndor alemana y la Aviación Legionaria italiana. Ambos países (Alemania de Hitler e Italia de Mussolini) intervinieron en favor de los fascistas que se habían sublevado contra el gobierno democrático del Frente Popular.
300 víctimas
Como cualquier otro lunes del año, ese del 26 de abril de 1937 era día de mercado, pero la cantidad de gente que había en Guernica no se había incrementado debido a este hecho ya que la feria fue prohibida antes del mediodía por el alcalde, ante la cercanía del frente y el temor del avance enemigo. Aviones nazis bombardearon Guernica. El saldo: 300 víctimas inocentes.
Capital Vasca
Guernica, capital cultural e histórica vasca, tenía antes del ataque una población de unas 5.000 personas, a las que habría que añadir un gran número de tropas, que se retiraban para preparar la defensa de Bilbao, y refugiados que huían del avance de las tropas franquistas. En ese momento no tenía ningún tipo de defensa antiaérea.
Indignación mundial
El de Guernica fue un bombardeo para destruir una población civil. La repercusión internacional que alcanzó este bombardeo, la indignación que despertó en amplios sectores, el hecho de haber sido esta masacre mundialmente conocida, pasó a ser Guernica considerada como un icono antibélico. En un principio los franquistas intentaron cínicamente de atribuir la destrucción de la ciudad a los propios republicanos. Pero pronto se reveló al mundo la realidad de los hechos, debido a la presencia en Bilbao de varios periodistas ingleses de importancia como George Steer (The Times).
La vieja costumbre fascista: Bombardear civiles
El de Guernica no fue el primer bombardeo contra civiles, que llevaron a cabo los cómplices de Franco en Vizcaya. Un mes antes, aviones italianos habían bombardeado Durango el 31 de marzo en tres oleadas a lo largo de todo el día, causando unos 294 muertos. El primer bombardeo de este tipo se había producido en noviembre de 1936 en Madrid cuando el general Franco ordenó a las aviaciones alemana e italiana, bombardear a la población civil con el objetivo de desmoralizarla y conseguir la rendición de la ciudad. En febrero de 1937, la misma Legión Cóndor había ametrallado una columna de refugiados civiles en la carretera entre Málaga y Almería causando cientos de víctimas. Tampoco fue la última, puesto que en 1938 las ciudades de Barcelona, con los bombardeos de marzo y Alicante, con el bombardeo del 25 de mayo, fueron también los civiles los objetivos.
Como conejillos de India
Los aviones alemanes fueron enviados sobre Guernica para hacer un ensayo de guerra total. Fue el primer ejemplo de este género de lucha: primero unas bombas para alarmar a la población [la gente comenzó a abandonar las calles y a esconderse en abrigos, en sótanos y bajo cubierto], luego oleadas de bombarderos con explosivos seguidos de bombas incendiarias y, por último, aviones ligeros que ametrallaban a los desgraciados que pretendía huir para salvar sus vidas.
El ataque fue devastador. Los bombarderos lanzaron una gran cantidad de bombas medianas de 250 kg, ligeras de 50 kg y más de tres mil proyectiles incendiarios de aluminio de 1 kg sobre el casco urbano de la ciudad. Los cazas, entretanto, disparaban en vuelo rasante a las personas que huían del lugar.
El incendio provocado por el bombardeo no se pudo apagar hasta el día siguiente, en gran parte debido a la inexistencia de un parque de bomberos.
“Un completo éxito técnico”
El jefe del estado mayor de la Legión Cóndor, Von Richthofen escribió lo siguiente tras su visita a Guernica:
“Guernica, villa de 5.000 habitantes, ha sido literalmente asolada. (…) Las bombas de 250 kilos derribaron buen número de casas y destruyeron las cañerías. Las bombas incendiarias tenían ahora tiempo para desplegar su eficacia. Las casas estaban construidas con cubiertas de teja, galerías de madera y entramado del mismo material, por lo que fueron completamente aniquiladas. (…) Aún se ven hoyos de bombas totalmente increíbles. (…) Así pues, sólo un completo éxito técnico de nuestras bombas.”
Una obra inmortal de Picasso
El bombardeo de Guernica se ha convertido en un símbolo de los horrores de la guerra para todo el mundo. El hecho tuvo un gran impacto en su época. Inspiró al artista comunista Pablo Picasso su más famoso cuadro, Guernica, que pintó para que fuera expuesto en el pabellón de España en la Exposición Internacional de París de 1937, y también al ilustre escritor Blas de Otero que escribió un poema del mismo nombre, como también la chilena y premio Nobel de Literatura Gabriela Mistral, que escribió un poema titulado Árbol de Guernica.