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Cap. XXIV: Una desviación reformista de tipo electoralista

Reflexiones de un militante comunista de base en torno a la derrota de diciembre de 2017

Iván Ljubetic Vargas, historiador

CAPÍTULO XXIV: UNA DESVIACIÓN REFORMISTA DE TIPO ELECTORALISTA

Los escritos del compañero Luis Corvalán son un tesoro que debemos leer, consultar. Fue él, un dirigente comunista que hizo importantes aportes teóricos y prácticos, los que no podemos ignorar, sino que por el contrario, debemos estudiar. Un ejemplo, es su libro “Camino de Victoria”, que contiene el folleto “Nuestra vía revolucionaria”, publicado en 1964.

DOS VÍAS REVOLUCIONARIAS

Allí plantea que existen dos vías revolucionarias: la vía violenta y la vía pacífica.

Ambas son revolucionarias porque tienen por objetivo lograr transformaciones revolucionarias.

Aclara que “la vía pacífica propone la lucha de clases y no colaboración de clases, no una existencia amigable entre explotadores y explotados…”

Subraya que las elecciones son sólo una parte del proceso. Señala que “se incurriría en una desviación reformista de tipo electoralista si ellas se plantearan como algo despojado de la lucha reivindicativa de las masas, si todo se circunscribiera a la exaltación del candidato, al cumplimiento de las tareas específicamente electorales. Lo fundamental es y será siempre la movilización de las masas por sus derechos vitales, por sus aspiraciones más sentidas, por los objetivos económicos y políticos de cada momento”. (“Camino de Victoria”, página 54).

¿QUÉ CONCLUSIONES PODEMOS SACAR?

1.- Si en esta etapa, la vía elegida es la pacífica o, mejor dicho, no armada, el Partido debe adoptar todas las medidas para obtener éxito en el desarrollo de esta vía.

2.- La vía pacífica comprende varios aspectos. Una de ello es la lucha electoral, que jamás puede estar desligada de la lucha de las masas por sus reivindicaciones.

3.- Para los comunistas las elecciones son una de las formas de lucha, que adquiere enorme importancia en algunos momentos del desarrollo de la lucha de clases.

4.- La moderna lucha de clases, la existente entre los trabajadores y la burguesía, comprende tres aspectos: la lucha económica, en que el arma principal es el sindicato clasista; la lucha ideológica, cuya herramienta es nuestra ideología revolucionaria, el marxismo-leninismo, y la lucha política, la toma del poder político, que tiene como su instrumento el Partido Comunista.

La lucha electoral, reúne, en cierto sentido, a los tres aspectos de la lucha de clases.

5- El Partido, desde tiempo de Luis Emilio Recabarren, le ha asignado especial importancia a las elecciones. Nuestro propio fundador fue candidato a la Presidencia de la República en las elecciones de junio de 1920.

6.- Si analizamos crítica y autocríticamente nuestro actuar en las elecciones de diciembre de 2017, llegaremos a la triste conclusión que, al decir del compañero Luis Corvalán, caímos en una desviación reformista de tipo electoralista, pues nuestra campaña estuvo despojada de la lucha reivindicativa de las masas.

7.- En ello, la principal responsabilidad la tiene el Comité Central, aunque todos los militantes tenemos culpa en ello, porque el Partido Comunista lo componemos todos sus miembros.

8.- Esto hace imperioso y urgente la convocatoria a un Congreso Nacional Extraordinario del Partido Comunista de Chile.

Cap. XXIII: Cuando un Partido es capaz de reconocer abiertamente sus errores

Reflexiones de un militante comunista de base en torno a la derrota de diciembre de 2017

Iván Ljubetic Vargas, historiador

CAPÍTULO XXIII: CUANDO UN PARTIDO ES CAPAZ DE RECONOCER  ABIERTAMENTE SUS ERRORES

Lenin escribió: “La actitud de un partido político ante sus errores es uno de los criterios más importantes y más seguros para juzgar la seriedad de ese partido y del cumplimiento efectivo de sus deberes  para con su clase y para con las masas trabajadoras.

“Reconocer abiertamente un error, poner al desnudo las causas, analizar la situación que lo ha engendrado y discutir atentamente los medios de corregirlo; eso es lo que caracteriza a un partido serio; en eso consiste el cumplimiento de sus deberes; eso es educar e instruir a la clase y, después, a las masas”. (Lenin: “La enfermedad infantil del ‘izquierdismo’ en el comunismo”, en Lenin: Obras Escogidas en tres tomos. Tomo 3, página 382)

SOBRE LA REVOLUCIÓN CHILENA 

En el Informe “La Revolución Chilena, la dictadura fascista y la lucha por derribarla y crear una nueva democracia”, rendido por Luis Corvalán al Pleno de agosto de 1977, se señala: “La Revolución Chilena fue un acontecimiento de importancia internacional. Fue la primera experiencia prolongada de desarrollo pacífico de la revolución en la situación actual. En su gestación participaron distintas corrientes democráticas: marxistas, racionalistas y cristianas. Esta particularidad amplió su audiencia en el campo internacional.

En nuestro país, en la práctica, quedó demostrada la posibilidad de que la clase obrera y el pueblo llegaran al Poder –mejor dicho a una parte del Poder- por una vía no armada y de hacer realidad una serie de transformaciones revolucionarias por dicha vía”. (El Pleno de agosto de 1977 del Comité Central del Partido Comunista de Chile. Ediciones Colo-Colo, 1978, página 11).

Se entregan una serie de antecedentes que bien pudieran ser utilizados al conmemorarse los 47 años del triunfo del 4 de septiembre de 1970. Pero, al parecer, muy pocos están preocupados de conmemorar este hito estelar de la historia de Chile.

DEFECTOS Y ERRORES DEL PARTIDO COMUNISTA

En ese Informe se pregunta: “¿Qué se puede objetar de nuestro comportamiento del día 11?”  Y se responde:

“Se pueden hacer algunas objeciones. Por ejemplo, ese día quedaron en evidencia defectos en nuestro aparato orgánico que produjeron cierto grado de desconexión y esto nos impidió promover siquiera algunas acciones de, resistencia con vista a que el repliegue se hiciera sin una brusca caída de la moral de las masas, en una forma más o menos consciente” (Obra citada, página 34).

Añade más adelanta: “Los errores de ‘izquierda’ derivaron básicamente de no haber abordado de modo correcto una serie de problemas que dicen relación con el papel de la clase obrera como fuerza motriz y dirigente de una alianza muy amplia y con la significación de las capas medias”  (Obra citada, página 34).

“Nosotros –afirma el Informe- hicimos una buena elaboración de nuestra línea durante todo el período de lucha que condujo a la conquista del Gobierno y se puede agregar que también en el período inicial del mismo, pero no elaboramos suficientemente nuestra línea en relación a cómo resolver los problemas del tránsito de la conquista del Gobierno a la conquista de la totalidad del Poder, y del tránsito de una etapa a otra de la Revolución para llegar efectivamente al socialismo.

Por lo menos durante el último año de Gobierno trabajábamos al día, atendiendo los problemas cotidianos, abrumados por tareas prácticas, en tanto la reacción tenía un plan bien proyectado. Tal situación condujo a la pérdida de la iniciativa lo que, unido a todos los errores y complicaciones ya descritas, hizo que la Revolución Chilena pasara a la defensiva y esto, se ha comprobado una vez más, termina inevitablemente en la derrota”. (Obra citada, página 36).

UNA CONCLUSIÓN A TOMAR EN CUENTA

El Informe afirma: “De esto debemos sacar una conclusión. No fuimos capaces, como Partido Comunista, de llevar la Revolución Chilena junto a nuestros aliados hasta el fin.

Es claro, si nuestro Partido hubiese sido mucho más fuerte, mucho más capaz teórica, ideológica y políticamente hablando, la situación habría sido seguramente diferente, porque en tales condiciones habríamos podido, efectivamente, ser o convertirnos en esos días en la vanguardia reconocida de la clase obrera y del pueblo en general. Dicho sea de paso, ésta es tal vez una de las más grandes lecciones que debemos extraer con vistas a construir un Partido todavía más grande y cualitativamente mejor.” (Obra citada, página 38).

UN EJEMPLO A SEGUIR

Cuando analizamos las causas de la derrota de diciembre de 2017 debemos recurrir a las dos armas con que contamos los comunistas: la crítica fraternal y constructiva y una autocrítica profunda y sincera.  Lo adecuado sería en los marcos de un Congreso Nacional Extraordinario del Partido Comunista de Chile.

Cap. XXII: El aporte del Partido Comunista a la Revolución Chilena

Reflexiones de un militante comunista de base en torno a la derrota de diciembre de 2017

Iván Ljubetic Vargas, historiador

CAPÍTULO XXII: EL APORTE DEL PARTIDO COMUNISTA A LA REVOLUCIÓN CHILENA

En el Informe “La Revolución Chilena, la dictadura fascista y la lucha por derribarla y crear una nueva democracia”, rendido por Luis Corvalán al Pleno de agosto de 1977, se señala:

POR QUÉ EL PARTIDO JUGÓ UN ROL DECISIVO

“No obstante todos nuestros errores, insuficiencias y debilidades, lo fundamental de la Revolución Chilena está en los éxitos que alcanzó y, en este sentido, a nosotros, los comunistas, nadie puede negarnos el papel decisivo que jugamos.

En virtud de su conocimiento de la práctica social y de la vida política del país, nuestro Partido visualizó la posibilidad de conquistar una parte del poder político, concretamente el Poder Ejecutivo, para iniciar desde allí grandes transformaciones revolucionarias y marchar a la conquista plena del Poder. Dicha posibilidad era al comienzo desestimada por otros sectores y atacada y considerada imposible por la ultraizquierda. Los hechos le dieron la razón a nuestro Partido.

LA VÍA NO ARMADA NO ES EXCLUSIVAMENTE ELECTORAL

“El Partido no consideró nunca la vía no armada como una vía exclusivamente electoral. Lo principal era su concepción como lucha de masas. Siempre puso el énfasis en el combate de las masas populares por sus propias reivindicaciones y en aquellos objetivos antiimperialistas, anti-oligárquicos y anti-monopolistas que interesaban a la mayoría ciudadana y ayudaban por tanto al entendimiento de todas las fuerzas democráticas. Comprendió, al mismo tiempo, que esta lucha debía darse también en el terreno ideológico y político, esclareciendo constantemente los objetivos de la Revolución y de la unidad del pueblo y saliendo al paso de los deformadores de nuestra política.

UN APORTE A LA TEORÍA Y PRÁCTICA REVOLUCIONARIAS

“Un aporte del Partido Comunista de Chile a la teoría y a la práctica de la revolución por una vía no armada constituye sus formulaciones acerca de la relación que hay entre esa vía y la violencia.

El Partido supo establecer, y actuar en consecuencia, que la vía pacífica no es sinónimo de pasividad; que se recorre en medio de aguda lucha de clases, de combates permanentes, de constantes enfrentamientos, que no desalojan sino presuponen no pocas acciones violentas, como tomas de tierra, ocupaciones de terrenos para viviendas, luchas callejeras, huelgas ilegales, etc.

Fue la comprensión correcta del carácter de la Revolución Chilena, la apreciación justa de la posibilidad de la vía no armada y de las formas concretas en que podía desenvolverse y, paralelamente, la tenacidad del Partido en la lucha por su línea la que le permitió al pueblo de Chile lograr la resonante victoria de 1970 y abrir paso a las transformaciones revolucionarias”.

UNA VÍA PROPIA

Más adelante agrega: “Los grandes éxitos logrados por nuestro Partido se deben en gran medida, insistimos, al hecho de haberse compenetrado de los problemas cuya solución maduraba en la sociedad chilena; de haber comprendido ciertas peculiaridades nacionales y tenido en cuenta las situaciones concretas. Sin ello no habría podido lograr mayores triunfos, no se habría convertido en un gran partido nacional y popular, ni habría podido entregar el aporte que dio a la Revolución Chilena.

Nada de eso habría sido posible si el Partido se hubiese regido por criterios dogmáticos o aplicados mecánicamente otras experiencias. En la elaboración y aplicación de su línea ha actuado de acuerdo al principio de la autonomía de cada Partido, que es principio del movimiento comunista”. (Luis Corvalán: “Informe al Pleno de agosto de 1977 del Comité Central del Partido Comunista de Chile” Ediciones Colo-Colo, 1978, páginas 38 y 39. Los subtítulos son nuestros)

SAQUEMOS LECCIONES DE NUESTRA HISTORIA

Hace más de cuarenta años, el Pleno de Agosto de 1977 inició el estudio, aún no finalizado del todo, de uno de los momentos estelares de la historia de nuestro Partido. Debemos continuar ese análisis. Comparar lo ocurrido en el exitoso proceso que culminó con la llegada al Poder Ejecutivo de la Unidad Popular, con la situación que hoy se vive, teniendo en cuenta los cambios ocurridos en el país. Especialmente el papel jugado ayer y ahora por el Partido Comunista, porque en todo fenómeno lo determinante es el factor interno y los externos son los condicionantes.

Barrio Suarez Mujica declarado Zona Típica

El barrio Suárez Mujica debe ser la última gran reserva patrimonial de Chile, representativa del movimiento moderno en arquitectura. La Zona Típica aprobada días atrás por el Consejo de Monumentos Nacionales, protege el territorio comprendido entre las calles Lo Encala y Pedro de Valdivia de Poniente a Oriente, y entre José Domingo Cañas y la Avenida Grecia, de Norte a Sur.

Se trata de una zona espacialmente homogénea, concebida desde sus orígenes según el modelo de ciudad jardín, es decir con viviendas aisladas de uno o dos pisos y amplios antejardines. Sus calles cuentan con aceras anchas, que han permitido el crecimiento de de una rica variedad de árboles. Caminar por estas vías durante el verano es un placer, cobijados bajo un fresco túnel verde.

El desarrollo del barrio se intensificó a comienzos de los años cuarenta del Siglo pasado, como consecuencia de las importantes obras viales efectuadas a raíz de la construcción del Estadio Nacional, que dieron vida a la Avenida Campos de Deportes y a la Avenida Grecia. Estas arterias mejoraron notablemente la accesibilidad del sector, incentivando el asentamiento de familias de clase media, en aumento durante esos años, gracias al mayor desarrollo económico del país.

A fines del 50 el barrio ya estaba consolidado, por lo cual adquirió una fisonomía de gran homogeneidad, conservada hasta ahora, gracias a las escasas intervenciones mayores, salvo las efectuadas a lo largo de José Domingo Cañas.

Conviven en armonía diversos estilos: algunas viviendas Art Decó, otras de la Belle Epoque, unas pocas eclécticas y la mayoría claramente modernistas. Predominan las fachadas estucadas, pero varias exhiben sus muros con ladrillo artesanal a la vista. Abundan los techos planos y los hay con pendiente, en su mayoría con cubierta de tejas de arcilla. De vez en cuando una torrecilla romántica corona alguna caja de escala.

Suárez Mujica tuvo un desarrollo casi simultáneo con el barrio El Golf, donde se establecieron preferentemente las familias más acaudaladas del país, quienes, ansiosos por exhibir su riqueza, impusieron una arquitectura de estilo: casas inglesas o francesas, con columnas abrigando los porch de acceso y abundancia de balaustres.

Dada la xenofobia característica de la aristocracia chilena, abundaron señales para ahuyentar el asentamiento de familias de origen árabe en El Golf, que fueron acogidas sin discriminación en el barrio Suárez Mujica. De hecho, desde sus orígenes, éste fue un territorio de integración étnica, donde también se asentaron familias de origen judío, huyendo de los pogrom y el desgobierno generado en Ucrania y otros territorios de Rusia, a la caída del imperio zarista.

Entre las familias judías establecidas en el barrio, destaca la familia Schwartz, que adquirió un gran paño de terreno en calle Dublé Almeyda Nº 1577, donde levantaron a comienzo de los años 30, la primera fábrica de artículos plásticos en Chile: Industrias SHYF. Dado el crecimiento explosivo de la empresa, fue necesario ampliar sus instalaciones, responsabilidad que asumió nuestra oficina de arquitectura el año1955, proyectando un edificio moderno, en tres pisos de altura, hoy demolido. En esta tarea, colaboró Yolanda, estudiante de arquitectura en esa época, hija de don Isaac Schwatz, uno de los socios de la empresa.

Entre las familias de origen judío, mencionemos también a la familia Loi, residentes en el pasaje Villoslaba, próximo a Avenida Grecia y Pedro de Valdivia, cuyo hijo Isidoro, arquitecto y escritor, ha adquirido celebridad tras publicar varios libros como La Mujer, El Matrimonio y Que Dios se lo Pague, obras donde hace alarde de una fina ironía y de un agudo sentido del humor. Loi también destaca por sus breves e ingeniosas columnas al director, publicadas habitualmente en la prensa nacional.

Próximo a ellos, en calle Los Pescadores, se estableció el ingeniero Enrique Schlesinger, tras huir de las persecuciones contra las familias judías desatadas en su país natal, Checoeslovaquia.
Enrique –ya fallecido- fue el principal colaborador de Carlos Sandor, uno de los más prominentes ingenieros calculistas de Chile durante el Siglo XX.

Entre las familias árabes residentes del sector, mencionemos la familia Hola, que amasó una fortuna al montar una fábrica de medias de seda, artículo muy codiciado por las mujeres desde mediados del Siglo XX. Esta familia, levantó una mansión en José Domingo Cañas 2.700, esquina con calle Los Tres Antonios, vivienda que aún se conserva pero sin su esplendor original, a raíz de intervenciones muy desafortunadas.

Vecino a los Hola por calle José Domingo Cañas, se instaló la familia Zaror, también de origen árabe, cuya vivienda se conserva hasta nuestros días, sirviendo como una de las dependencias de la Dirección de Aeronáutica.

El barrio Suárez Mujica conoció la intervención de varios arquitectos extranjeros que encontraron refugio en Chile tras las persecuciones antisemitas desatadas por el nazismo en Europa. Tal es el caso de José Dvoresky, Tibor Weiner y Vadim Fedorov, cultores relevantes de la arquitectura moderna. A ellos se suman otros colegas chilenos, como Simón Perelman, Jaime Bendersky y Viterbo Castro, quién construyó para su familia una casa situada en la acera oriente de Campos de Deportes, próximo a Avenida Grecia.

Un arquitecto poco conocido, autor de muchas obras meritorias en Ñuñoa y Providencia, es Juan Tapia Chuaqui, quién falleció en 1981. Formado en la Escuela de Arquitectura de la U. de Chile, tuvo como su maestro y guía al profesor Roberto Dávila. Ejerció la profesión asociado al arquitecto Francisco Aedo Carrasco, quién figura en la ominosa lista de personas detenidas y desaparecidas en Chile.

A Juan Tapia le debemos algunos proyectos de arquitectura notables como la vivienda ubicada en José Luis Araneda Nº 90, a pasos de Irarrázabal, que aún se conserva, característica por el uso de pilares en la planta baja y ventanas corridas, al mejor estilo corbusiano.

También se conserva la vivienda ubicada en Campos de Deportes Nº 468, no tan bien mantenida como la anterior.

Su obra más relevante es sin duda, la mansión ubicada en Providencia, calle Los Leones 927, construida para su tío Basim Chaqui a fin de alojar a su familia compuesta por su mujer y siete hijos.

Es una edificación en tres pisos de altura, caracterizada por la existencia de una escalera en forma de una amplia espiral, iluminada
por bloques de vidrio a lo largo de todo su recorrido.

Junto a su hermano Ricardo, también arquitecto, Juan Tapia proyectó los dos edificios de departamentos de clara línea moderna, ubicados en las esquinas Nor-oriente y Sur-oriente de Pedro de Valdivia con Irarrázabal, este último demolido recientemente, para dar paso a las instalaciones de la línea 6 del Metro.

El barrio también ha sido lugar preferido para vivir y trabajar de
varios artistas y escritores. En Eduardo Castillo Velasco Nº 1743, levantó su casa el escritor costarricense Joaquín Gutiérrez, avecindado en Chile desde los años 40, quién casó con Nena Nascimento, hija de Carlos Nascimento, formador de la Imprenta y que lleva su nombre, empresa pionera del campo editorial en nuestro país.

La casa de Joaquín y Nena, que se mantiene en pie, fue proyectada por el arquitecto Carlos Martner. Consiste en un cuerpo de dos pisos con cubierta en teja de arcilla colonial y su principal característica, era el mural pintado por Julio Escámez, cubriendo todo el muro del fondo de la Sala de Estar, representando la Fiesta anual celebrada tradicionalmente por los mineros de Lota y Coronel en Playa Blanca.

Tras el golpe militar, la familia Gutiérrez Nascimento emigró a Costa Rica, donde Joaquín fue galardonado con el Premio Nacional de Literatura. Llevaron consigo el famoso mural, que afortunadamente fue pintado sobre tela y pudo retirarse del muro. Joaquín falleció hace años y Nena permanece viviendo en San José. Ignoramos el destino del mural.

1961: Cumpleaños de Joaquín Gutiérrez en su casa de Eduardo Castillo Velasco. Al fondo el mural de Julio Escámez. En cuclillas, al extremo izquierdo, Anitamaría Barrenechea, al centro con la botella de Champagne: Joaquín Gutiérrez, luego, José Miguel Varas y yo. Arriba, al centro Joan Jara, (entonces casada con Patricio Bunster), que aparece a su lado. Nena Nascimento sentada detrás de Joaquin.
Fragmento del mural de Julio Escámez. (Portada de la revista de arquitectura AUCA)

Ñuñoa ha sido residencia de otros artistas como la familia de José Balmes ya fallecido y Gracia Barrios, que establecieron su casa taller en calle Enrique Richards, donde también fijó su oficio la pintora Conchita Balmes, hija del matrimonio.

La declaratoria de Zona Típica, incrementará las fortalezas espaciales del barrio Suárez Mujica. Incentivará la instalación en el barrio de pequeñas oficinas de profesionales o emprendedores, que
restauran las casas sin alterar la fisonomía del barrio en un sano proceso de reciclaje de las edificaciones originales.

La objeción levantada por los opositores a la declaratoria de zona típica, argumentando que los inmuebles pierden su valor carece de todo fundamento. Se trata de cómplices de las grandes inmobiliarias interesadas en impulsar el modelo aplicado en Estación Central, ofreciendo precios especulativos por la adquisición de 3 o 4 viviendas, a fin de levantar una torre sin consideración a los impactos ambientales catastróficos generados por dicha intervención.

Igualmente mal intencionada es la objeción que los vecinos no podrán ejecutar obra alguna de mantenimiento, sin la autorización del Consejo de Monumentos Nacionales. La declaratoria de Zona Típica se complementa con la elaboración de un protocolo que regula las intervenciones a efectuarse en los inmuebles, documento que se elabora en conjunto con las Juntas de Vecinos del sector y que no representa diferencia alguna con los permisos de Obra Menor solicitados a las Direcciones de Obras Municipales.

Debemos admitir que dada la ausencia o debilidad de los Instrumentos de Planificación Territorial, el Consejo de Monumentos Nacionales se ha constituido en la única entidad defensora de los intereses del ciudadano común, frente a la acción depredadora de los grandes intereses inmobiliarios que socavan cada día el derecho a la ciudad que nos asiste a cada uno de los residentes en las áreas urbanas de Chile.

Miguel Lawner
29.01.2018.

ALGUNAS IMÁGENES DE VIVIENDAS PROYECTADAS POR EL ARQUITECTO JUAN TAPIA CHUAQUI.

Obtenidas del Seminario de Investigación efectuado en la Escuela de Arquitectura de la Universidad Finis Terrae, por los alumnos Catalina Fantuzzi D. y Tomás  Weisser M.

Casa en J. Luis Araneda Nº 9

 

Cap. XX: El marxismo es nuestro guía para la acción revolucionaria

Reflexiones de un militante comunista de base en torno a la derrota de diciembre de 2017

Iván Ljubetic Vargas, historiador

CAPÍTULO XX: EL MARXISMO ES NUESTRO GUÍA PARA LA ACCIÓN REVOLUCIONARIA

Insistimos una vez más. La derrota de diciembre de 2017 fue ante todo una derrota ideológica. En las conciencias de millones de chilenos imperaron las falsas ideas propagadas por los medios de comunicación de la burguesía. Clase minoritaria, pero poderosa y hábil. Una clase social que reúne millones y millones de pesos en base a la explotación de la mayoría de los habitantes del país.

Podremos lograr éxitos tras acuerdos con otras fuerzas políticas. Pero, sólo avanzaremos hacia un Chile más democrático en este período histórico y luego caminaremos hacia una sociedad comunista, en la medida en que ganemos amplias masas dispuestas a cambiar sus desmedradas condiciones de vida.

LA DIFERENCIA ENTRE 1970 Y DICIEMBRE DE 2017

Así lo logramos hacia fines de los años sesenta del siglo XX, cuando teníamos un Partido Comunista, que junto a sus Juventudes, sumábamos cerca de 200 mil militantes, con células y bases funcionando, teniendo fuerte arraigo en las masas.

Pero ello no lo alcanzamos en diciembre de 2017. No fuimos capaces de explicar y convencer a millones de chilenos que la reformas del Gobierno del que formábamos parte, eran reformas revolucionarias, cambios cuantitativos, que acumulados a muchos otros, crearían las condiciones para forjar un Chile realmente democrático.

Lo que prevaleció fue la propaganda de la voraz burguesía, que convenció a muchos a quienes explota que todo efectuado por el Gobierno de la Nueva Mayoría era negativo.

¿Estábamos los comunistas en condiciones de explicar el significado de las reformas? ¿Conocemos y somos capaces de explicar la Ley dialéctica de la acumulación de cambios cuantitativos y su trueque en cambios cualitativos?

Porque esta ley objetiva nos permitiría explicar a las masas la importancia de los logros alcanzados en este período. ¿Qué señala esta ley?

LEY DE LA ACUMULACIÓN DE CAMBIOS CUANTITATIVOS Y SU TRUEQUE EN CAMBIOS CUALITATIVOS

Es una de las leyes fundamentales de la dialéctica marxista, que explica cómo, de qué manera, transcurre el movimiento y el desarrollo. Esta ley universal del desarrollo constata que la acumulación de los cambios cuantitativos graduales e imperceptibles en un momento determinado para cada uno de los procesos conduce necesariamente a cambios esenciales, cardinales, cualitativos, a la transición, en forma de salto, de la vieja calidad a la nueva (Calidad y cantidad, Salto). Esta ley actúa en todos los procesos de desarrollo de la naturaleza, la sociedad humana y el pensamiento. Es importante para comprender la concepción dialéctica del desarrollo y para diferenciarla de las concepciones metafísicas de todo género, que reducen el movimiento y el desarrollo sólo a los cambios cuantitativos de lo existente, sin la supresión de lo viejo y el surgimiento de lo nuevo. El desarrollo de la ciencia en cualquier dominio del saber –física, química, biología–, así como la experiencia histórica mundial de las transformaciones sociales de los últimos decenios, confirman y enriquecen la teoría dialéctica del desarrollo como proceso de cambios cualitativos que se producen en virtud de los cambios cuantitativos.

Todo proceso de desarrollo es al mismo tiempo discontinuo y continuo. Cabe decir que la discontinuidad toma forma de salto cualitativo, y la continuidad, forma de cambio cuantitativo (Evolución y revolución).”

EDUCARNOS PARA EDUCAR

Si hubiéramos sido capaces de explicar que las reformas del Gobierno de Bachelet, pese a sus limitaciones, eran cambios de cantidad, que acumulados a otros iguales o más profundos, en gobiernos posteriores de la Centro-Izquierda, se convertirían en cambios de calidad, en un Chile realmente democrático, otro gallo habría cantado.

Y más aún, los comunistas debemos proclamar que nuestro objetivo final es construir una sociedad sin la explotación de unos seres humanos por otros. Y que en ello los trabajadores no tienen nada que perder, sino sus difíciles condiciones de vida.

ES NECESARIO UNA CONGRESO NACIONAL EXTRAORDINARIO

De estos y otros temas debemos debatir los comunistas chilenos. Para ello lo adecuado es convocar a un Congreso Nacional Extraordinario, que sea expresión de nuestra teoría marxista y de nuestros normas leninistas de organización y funcionamiento. Que se convierta en una gran escuela de educación comunista, porque una de las grandes tareas de este momento es educarnos para educar a las masas, que son las que escriben la historia.

Cap. XIX: Un aporte necesario

Reflexiones de un militante comunista de base en torno a la derrota de diciembre de 2017

Ljubetic Vargas, historiador

CAPÍTULO XIX: UN APORTE NECESARIO

Entre la correspondencia recibida motivada por mis reflexiones, está el siguiente correo.

Compañero Iván:

En el capítulo II de “La Enfermedad infantil del ‘izquierdismo’ en el comunismo”, hay algunos párrafos bastante decisivos. Lo orgánico sin una base de masas en los trabajadores asalariados y otros sectores no resuelve de manera correcta la ecuación.

Cito:

“El bolchevismo existe, como corriente del pensamiento político y como partido político, desde 1903. Sólo la historia del bolchevismo, en todo el periodo de su existencia, puede explicar de un modo satisfactorio por qué el bolchevismo pudo forjar y mantener, en las condiciones más difíciles, la disciplina férrea necesaria para la victoria del proletariado.

La primera pregunta que surge es la siguiente: ¿cómo se mantiene la disciplina del partido revolucionario del proletariado? ¿Cómo se controla? ¿Cómo se refuerza?

Primero por la conciencia de la vanguardia proletaria y por su fidelidad a la revolución, por su firmeza, por su espíritu de sacrificio, por su heroísmo.

Segundo, por su capacidad de vincularse, aproximarse y hasta cierto punto, si queréis, fundirse con las más grandes masas trabajadoras, en primer término con la masa proletaria, pero también con la masa trabajadora no proletaria.

Tercero, por lo acertado de la dirección política que lleva a cabo esta vanguardia; por lo acertado de su estrategia y de su táctica políticas, a condición de que las masas más extensas se convenzan de ello por experiencia propia. Sin estas condiciones, no es posible la disciplina en un partido revolucionario, verdaderamente apto para ser el partido de la clase avanzada, llamada a derrocar a la burguesía y a transformar toda la sociedad. Sin estas condiciones, los intentos de implantar una disciplina se convierten, inevitablemente, en una ficción, en una frase, en gestos grotescos. Pero, por otra parte, estas condiciones no pueden brotar de golpe. Van formándose solamente á través de una labor prolongada, a través de una dura experiencia; su formación se facilita a través de una acertada teoría revolucionaria, que, a su vez, no es ningún dogma, sino que sólo se forma definitivamente en estrecha relación con la práctica de un movimiento que sea verdaderamente de masas y verdaderamente revolucionario”. (Lenin: “La enfermedad infantil del ‘izquierdismo’ en el comunismo”, en Lenin Obras Escogidas en tres tomos. Tomo 3, página 354)

Fraternalmente

Claudio

Cap. XVIII: Jamás debemos perder nuestra identidad revolucionaria

Reflexiones de un militante comunista de base entorno a la derrota de diciembre de 2017

Iván Ljubetic Vargas, historiador

CAPÍTULO XVIII: JAMÁS DEBEMOS PERDER NUESTRA IDENTIDAD REVOLUCIONARIA

En el Informe al IX Pleno del Comité Central del Partido Comunista de Chile se afirma: “Aparece la mal llamada derecha social que dificulta diferenciarnos e invisibiliza nuestro proyecto, o al menos confunde a la opinión pública… La derecha no tiene empacho en tomar algunas de nuestras banderas cuando percibe que causan este efecto en parte importante del electorado.

La derecha nos propinó una derrota política-electoral, a partir de la deslegitimación cultural, ante vastos sectores de la población, de nuestro discurso de las reformas y la igualdad social, deslegitimando por ende nuestra posición política, impactando en un desapego de buena parte de la sociedad con las reformas”.

Compartimos ampliamente lo expresado en el Informe. La cuestión es encontrar las causas de ¿por qué la mal llamada derecha social dificulta diferenciarnos e invisibiliza nuestro proyecto? Y ¿por qué se produce la deslegitimación cultural de nuestro discurso?

Pensamos que la causa de ello reside en que dentro de la Nueva Mayoría nos desdibujamos como partido revolucionario al extremo de que se hizo difícil para las masas poder diferenciarnos de la derecha vestida de “derecha social”.

A la campaña de la derecha de dentro y fuera de la Nueva Mayoría por mostrarnos como la fuerza hegemónica dentro de la coalición gobernante, los comunistas en vez de pasar a la ofensiva, mostrando más claramente nuestra posición de empujar las reformas, optamos por no crear problemas al Gobierno, eludiendo una confrontación. Este fue un grave error, pues si queremos ser vanguardia, jamás debemos perder nuestra identidad revolucionaria.

Por otra parte, no tuvimos una posición firme para denunciar las posturas en contra de las reformas de los sectores derechistas de la Democracia Cristiana y de otros partidos de la Nueva Mayoría.

Tampoco, tanto dentro y sobre todo fuera del Parlamento, se escuchó nuestra potente voz denunciando, por ejemplo, la política internacional del Gobierno que colocó a Chile como uno de los países que apoya la política del imperialismo en América Latina, en especial en el caso de Venezuela.

Igualmente, como Partido -a diferencia de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos y de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos- no exigimos al Gobierno una política más firme en cuanto a los Derechos Humanos.

Una muestra de cómo debiéramos haber actuado en los temas señalados, es la actitud que hemos tenido frente al escándalo del litio, en que la empresa estatal CORFO, con el apoyo del Consejo de Defensa del Estado, le renueva a SOQUIMICH la cuota de extracción del litio hasta el 2030, Esta empresa, que era del Estado fue privatizada por el dictador Pinochet y la entregó a su entonces yernísimo, Julio Ponce Lerou.

SOQUMICH ha sido uno de los principales agentes de corrupción de la sociedad chilena, como promotor de operaciones de financiamiento ilegal a la política.

El Partido Comunista es una de las organizaciones que convoca a la Marcha en Defensa del Litio, a efectuarse mañana, lunes 29 de enero de 2018, que se iniciará desde Plaza Italia a las 18,30 horas.

Cap. XVI: Lo adecuado sería un congreso nacional extraordinario del Partido Comunista

Reflexiones de un militante comunista de base en torno a la derrota de diciembre de 2017

Iván Ljubetic Vargas, historiador

CAPÍTULO XVI: LO ADECUADO SERÍA UN CONGRESO NACIONAL EXTRAORDINARIO DEL PARTIDO COMUNISTA

La gravedad de la derrota de diciembre de 2017 es tan severa, el peligro del retroceso del país es tan evidente, la situación de Chile es tan compleja, el poder de la burguesía es tan enorme, la necesidad de dar un vuelco al funcionamiento del Partido es tan urgente, un análisis crítico y autocrítico a fondo del papel jugado por todos los órganos partidarios es tan imprescindible, que lo que se necesita es la realización de un Congreso Nacional Extraordinario de los comunistas chilenos.

Un Congreso en que se adopten las resoluciones que, en base al marxismo y a las normas leninistas de organización y de funcionamiento, el Partido de Recabarren se renueve como partido revolucionario.

UN CONGRESO ESCUELA DE EDUCACIÓN DE MASAS

Un Congreso realizado cara al pueblo, con asambleas celulares abiertas, invitando a todos los que deseen concurrir y entregar su opinión sin restricción. Así haríamos una formidable campaña de educación de masas y libraríamos una significativa lucha ideológica.

A propósito de un Congreso cara al pueblo, recordemos lo escrito por el compañero Luis Corvalán Lépez, en nuestra opinión el más grande dirigente comunista chileno después de Recabarren:

“Los trabajadores y los pueblos conocen y aprecian a los comunistas por lo que hacen, por su lucha abnegada, por su entrega desinteresada a la causa de su emancipación, por su disciplina, por su honestidad. Pero nuestros partidos no son conocidos por dentro. Ello se debe, en gran parte, a nuestra propia manera de ser. No hablamos de nosotros mismos. Esto tiene sus méritos, pero también sus inconvenientes. Nuestro inolvidable Elías Lafertte solía decir en plenos y congresos del Partido: ‘Me gustaría que las murallas de esta sala fueran de vidrio, para que todos pudieran ver cómo discutimos, cómo nos preocupamos de los problemas de la gente y cuán unidos y fraternales somos’. De todo esto y muchas otras cosas vale la pena escribir” (Luis Corvalán: “Santiago-Moscú-Santiago”. Página 9)

Luego en asambleas internas librar la fraternal y certera lucha ideológica, en que se enfrenten las nuevas y viejas concepciones, en que se discuta las formas para ser un partido realmente revolucionario. Esto, teniendo en cuenta que rigen en nuestro Partido y no puede ser de otra manera, las leyes del materialismo dialéctico, entre ellas la Ley de la Unidad y Lucha de contrarios.

LEY DE LA UNIDAD Y LUCHA DE CONTRARIOS

La ley de la unidad y lucha de contrarios es la médula y esencia de la dialéctica materialista. Por oposición a la metafísica, la dialéctica parte del criterio de que las cosas y los fenómenos de la Naturaleza y de la Sociedad humana llevan implícitas contradicciones internas, que son la fuente del proceso de desarrollo.

En la Naturaleza siempre hay algo que nace y se desarrolla, y algo que muere y caduca. La lucha entre lo viejo y lo nuevo, entre lo que muere y lo que nace, entre lo caduco y lo que se desarrolla, constituye la ley del proceso de evolución. Lenin llamaba a esta ley la médula de la dialéctica, puesto que descubre la fuente del automovimiento y del desarrollo de la materia, y puesto que estudiando los aspectos contradictorios de los objetos, las tendencias de desarrollo de esas contradicciones, conocemos los fenómenos en su nacimiento, evolución y muerte. La unidad de los aspectos contrapuestos no es una unidad inmóvil, sino sujeta a una lucha interna. Lenin señaló, que la unidad de los contrarios es una unidad condicional, temporal, relativa, y la lucha entre ellos, absoluta, como absoluto es el desarrollo, el movimiento. La unidad de los contrarios es al mismo tiempo su conexión interna, su penetración y su exclusión recíprocas, la negación mutua, la lucha. Los contrarios se excluyen y se penetran mutuamente en un solo y mismo tiempo.

Ambos polos de cualquier contraposición –lo positivo y lo negativo– son tan inseparables uno del otro como contrapuestos, y… no obstante todo su carácter contrapuesto, se penetran mutuamente” (Engels).

El proletariado y la burguesía son generados por el modo capitalista de producción, en cuyos marcos están a tal extremo relacionados entre sí que sin alguna de estas clases no es posible el modo capitalista de producción; pero a la vez se excluyen uno al otro, llevan una lucha intransigente.

NO TEMER A HACER PÚBLICOS NUESTROS ERRORES

Algunos compañeros podrán argumentar que no es adecuado hacer públicos nuestros errores y defectos. Lenin en 1904 ya respondió a esas preocupaciones:

“Unas palabras más sobre los adversarios de la socialdemocracia. Se refocilan con malicia de nuestras discusiones, haciendo muecas de alegría; procurarán, claro es, entresacar para sus fines algunos pasajes sueltos de mi folleto, consagrado a los defectos y deficiencias de nuestro Partido. Los socialdemócratas rusos están ya bastante fogueados en la brega para no dejarse cohibir por semejantes afilerazos y para continuar, pese a ellos, su labor de autocrítica, poniendo al descubierto sin piedad sus propias deficiencias, que a la fuerza serán inexorablemente allanadas por el desarrollo del movimiento obrero. ¡Y que prueben lo señores adversarios a describirnos un cuadro de la situación efectiva de sus “partidos” que tenga aunque sólo sea un lejano parecido con el que ofrecen las actas de nuestro II Congreso! MAYO DE 1904”. (Lenin: Prólogo de “Un paso adelante, dos pasos atrás. (Una crisis en nuestro Partido). ”Obras Escogidas en tres tomos. Tomo I, página 275).

Cap. XV: ¿No quieren nombrar la soga en casa del ahorcado?

Reflexiones de un militante comunista de base en torno a la derrota de diciembre de 2017

Ivan Ljubetic Vargas, historiador

CAPÍTULO XV: ¿NO QUIEREN NOMBRAR LA SOGA EN CASA DEL AHORCADO?

Es curioso que en un Pleno del Comité Central, que tiene por tema analizar y sacar conclusiones de una derrota que tiene tan graves consecuencias para el pueblo, no se mencione el estado orgánico y funcionamiento del Partido. ¿Acaso los participantes de esa reunión que forman la Dirección Nacional no conocen la realidad de ello? ¿Tal vez no consideran que una causa de la derrota fue que el Partido de la clase obrera no estuvo en condiciones de jugar el rol de vanguardia en esa decisiva lucha por ganar el Ejecutivo, que en nuestro país tiene un sobredimensionado poder? ¿No entienden que sólo un Partido con todas sus células vivas, con organismos de dirección activos y capaces, puede jugar un papel decisivo y no ser un elemento secundario?

Lenin explicó que “el partido revolucionario, como destacamento de vanguardia de la clase, debe estar lo más organizado posible y sólo tiene que aceptar en su seno a aquellos elementos que admitan un mínimo de organización”. (Los subrayados son de Lenin). (Lenin: “Un paso adelante, dos pasos atrás”. Obras Escogidas en tres tomos. Tomo I, páginas 316-317)

Sobre el mismo tema agrega Lenin: “Para ser de verdad intérprete consciente, el Partido debe saber establecer unas relaciones de organización que aseguren determinado nivel de conciencia y eleven sistemáticamente este nivel… Ya que nos hemos agrupado en un partido para una trabajo metódico, debemos preocuparnos de asegurar que sea metódico” (Ídem. Tomo I, páginas 342 y 343)

Lenin advierte: “El retraso de la organización del trabajo, en comparación con su contenido, es nuestro punto flaco… El estado rudimentario y efímero de la forma no permite seguir haciendo progresos serios en el desarrollo del contenido, provoca una estancamiento vergonzoso, lleva a malgastar las fuerzas y hace que los actos no correspondan a las palabras”. (Ídem. Tomo I, página 431)

Aquellos que hablan bonito dicen que no se puede tapar el sol con un dedo. También que no podemos ocultar la verdad metiendo la cabeza en la arena. Pero en estos momentos en lo que refiere a nosotros, sobran dedos y tenemos un desierto de Atacama cubriendo con su arena toda la geografía de nuestro Partido.

Correos y conversaciones con compañeros nos dejan el alma dolida. La mayoría se quejan del mal funcionamiento de las células y de los organismos intermedios, también de las comisiones nacionales, incluso del Comité Central. Lo que ocurre en muchos comunales es igual a lo que pasa en el de Ñuñoa, donde milito. Acá, sin ningún sentido autocrítico, le echan la culpa a “los de arriba”.

Razones hay demás para que el tema de la organización y funcionamiento del Partido, de la aplicación consecuente de las normas leninistas, ocupen un lugar importante en la próxima Conferencia Nacional, que sea la culminación de un proceso que se inicie desde las bases partidarias mismas.

De una vez por todas nombremos la soga en casa del ahorcado. Y en base, a una sana crítica y una sincera autocrítica, enmendemos los pasos por la senda de Lenin y Recabarren, de la cual nunca debiéramos apartarnos.

Cap. XIV: Que todos los órganos del Partido participen en el debate

Reflexiones de un militante comunista de base en torno a la derrota de diciembre de 2017

Iván Ljubetic Vargas, historiador

CAPÍTULO XIV: QUE TODOS LOS ÓRGANOS DEL PARTIDO PARTICIPEN EN EL DEBATE

En el Informe al IX Pleno se señala: “Cada organismo, sector y militante del Partido debe hacer este análisis crítico y autocrítico, que difícilmente se podrá hacer en este Pleno, pero sí debemos dejar establecidas directrices claras para su realización. De lo profundo que sea este análisis surgirán muchas medidas de carácter político, orgánico, de cuadros y de otra índole necesarias de realizar en un corto período, para que den sustento a una Conferencia Nacional, que proponemos realizar en los próximos meses, teniendo también elementos más concretos de como fluctúa el acontecer político en los primeros meses del Gobierno de Piñera”.

También se dice en ese Informe: “Cuando hablamos del papel del Partido, las más de las veces lo hacemos en términos generales. Es el Partido el que hace o no hace bien las cosas. Pasamos muchas veces por alto que el Partido lo constituimos todos nosotros, organizados en una estructura que nos confiere determinada autoridad y derechos, pero por sobre todo deberes con los cuales cumplir”.

UN PROCESO QUE SE INICIE EN LAS CÉLULAS

Estamos absolutamente de acuerdo con estas afirmaciones. Por ello, estimamos que es imprescindible que la anunciada Conferencia Nacional sea precedida por la discusión de toda la militancia comenzando por las células, los órganos más importantes del Partido. Esto, partiendo por lo planteado por Lenin en su obra “La socialdemocracia y las elecciones a la Duma”. Allí escribió: “Todos los asuntos del Partido deben ser manejados –directamente por medio de representantes- por todos los miembros del Partido en un plano de igualdad de derechos, sin excepción”. (Lenin: Obras Completas, tomo 14, p. 253, citado por Otto Kussiner y otros en “Comunismo Científico. Diccionario”, Editorial Progreso. Moscú, 1981, p. 122)

Basado en lo anterior, en los Estatutos del PC de Chile se establece: “La democracia interna se expresa en que todos los militantes comunistas, directamente o a través de sus órganos regulares o en las reuniones políticas y programáticas, participan en la definición de los diversos asuntos del Partido con plena igualdad de derechos”.

RECURRIR A LAS BASES DEL PARTIDO

Incorporar a todos los órganos del Partido en el debate en torno a la derrota de diciembre de 2017, seguiremos el ejemplo de Recabarren, practicaremos la necesaria democracia interna y, al mismo tiempo, tendremos una escuela de educación a nivel nacional.

Hemos citado a Recabarren, evocando lo ocurrido en nuestro Partido en el año 1924. Recordemos:

Los días 18 y 19 de septiembre de 1924 tuvo lugar, en la ciudad de Viña del Mar, el Sexto Congreso Nacional del Partido Comunista de Chile. Tal vez uno de los torneos nacionales más conflictivos.

Un grupo fraccional, que actuaba en el interior del Partido en Santiago, logró una temporal y precaria mayoría en la Sección de la capital eligiendo sus delegados al Sexto Congreso. Ya en el desarrollo del evento nacional, en un golpe de audacia y aprovechándose que los delegados de las otras 17 secciones del país no conocían su proceder, obtuvieron cuatro de los siete miembros del Comité Ejecutivo Nacional. A Luis Emilio Recabarren lo dejaron en la minoría.

El fundador del PC reaccionó rápida, enérgica y audazmente para condenar la maniobra de la fracción. En nota publicada el día 6 de octubre de 1924, en el período “Justicia”, que tituló “No acepto la designación”. Se dirigió a las secciones del país, informó sobre lo ocurrido en el Sexto Congreso y señaló que: “Siendo la mayoría de este Comité (elegido en ese torneo) compuesto por personas que carecen de antecedentes y competencia para afrontar las responsabilidades de este cargo, aviso a las secciones que no acepto el cargo para que me ha designado el Congreso y creo que las secciones deben provocar un voto general para resolver esta situación creada por el Congreso”.

A partir del 12 de octubre se desató una polémica pública entre Recabarren y miembros de la fracción.

La discusión promovida por Recabarren y su justa posición de recurrir a las bases del Partido dieron resultado. El 13 de diciembre de 1924, los militantes de todas las secciones del país votaron eligiendo un nuevo Comité Ejecutivo Nacional. Fueron siete probados revolucionarios, encabezados por Recabarren. Pero éste nunca lo supo. Los resultados de esta votación sólo fueron conocidos después de la muerte de Recabarren, quien se suicidó el viernes 19 de diciembre de 1924.

Debemos seguir el ejemplo de Recabarren. Cuando ocurre un acontecimiento que conmueve al país y al Partido, se debe recurrir a la inteligencia colectiva que constituye la militancia comunista.

CRÍTICA Y AUTOCRÍTICA

Tenemos que educar a militantes y dirigentes para enfrentar los acontecimientos con un adecuado y valiente espíritu crítico. Al respecto, Lenin escribió: “La actitud de un partido político ante sus errores es uno de los criterios más importantes y más seguros para juzgar la seriedad de ese partido y del cumplimiento efectivo de sus deberes para con su clase y para con las masas trabajadoras… Reconocer abiertamente un error, poner al desnudo las causas, analizar la situación que lo ha engendrado y discutir atentamente los medios de corregirlo; eso es lo que caracteriza a un partido serio; en eso consiste el cumplimiento de sus deberes; eso es educar e instruir a la clase y, después, a las masas”. (Lenin: “La enfermedad infantil del ‘izquierdismo’ en el comunismo”. Obras Escogida en tres tomos. T. III, p. 382)

Como se supone que todo dirigente milita en una célula, allí podrá contribuir a la discusión empleando correctamente las formidables armas de la crítica y la autocrítica.

INCLUSO EN LA PRENSA PARTIDARIA

En los Estatutos del Partido Comunista se señala: “La discusión previa a los congresos y conferencias del Partido, debe ser organizada de modo que garantice la más amplia participación democrática y la mayor información. Cuando el debate tenga carácter de discusión general, de trascendencia para todo el Partido, podrá ser llevado a conocimiento público a través de la prensa partidaria, cuidando contribuir al prestigio y unidad de acción del Partido y su capacidad de servir al pueblo”.

No hay dudas de que el debate en torno a la derrota de diciembre de 2017 tiene enorme trascendencia. ¿Dará la prensa partidaria espacio para desarrollar un constructivo y fructífero debate?